ZPU: «No tengo que ser el referente de nadie»
Juan Prieto Sánchez (Barcelona, 1981), más conocido como ZPU, es uno de los raperos más vitoreados en todo el Estado español. El hombre de oro se encontraba en Alicante presentando su segundo libro «Marcar Como No Leído» y nos atendió largo y tendido en su hotel para hablar sobre su nueva obra, el pasado y presente del rap y la cultura.
Pregunta: Allá por el 2016 sacó aquel “Los Versos Que Nunca Fueron Canción”, y ahora está en plena promoción de “Marcar Como No Leído”, ¿le ha cogido el gusto al formato papel?
Respuesta: La verdad es que sí. Son dos proyectos diferentes. El primero venía de otro proceso creativo, de versos que en su mayoría ya existían y se acaban transformando en líneas que debían haber sido canciones y por diferentes razones acabaron no entrando en mis discos. Por eso mismo, «Marcar Como No Leído» es para mí, y lo digo en el libro, mi primer poemario. Sea como sea, he encontrado algo muy chulo en compartir mi obra en hojas en blanco para que se queden ahí sin convertirlas en un rapeo.
P: Últimamente se ha extendido la edición de libros por parte de los rappers: Nach, Subze, Chojin, Arkano, Blon… ¿A qué se debe esta iniciativa?
R: No creo que solo esté pasando con los MCs, hay artistas de otros géneros que también se están aventurando en la escritura poética. Le he encontrado nuevas cosas. He sentido un grado de libertad al escribir los poemas, más incluso que al escribir un rap. Pero no es solo un libro de poemas, es mucho más. Tiene también capítulos escritos en prosa que recorren ciertos pasajes y episodios personales de mi vida que todavía no había encontrado la forma de transmitir por las obligaciones de rima, ritmo y estructura, que siempre acababan escondiendo un pequeño grado de algo. También pasa lo mismo con los recursos lingüísticos de la poesía. Una herida muy grande se puede camuflar en una metáfora, que puede ser preciosa, pero no deja de esconder un cierto grado de esa herida. Al escribir esos capítulos, ya no había escondite posible, tenía que contarlo exactamente como pasó.
«He sentido un grado de libertad al escribir los poemas, más incluso que al escribir un rap»
P: ¿Pero el seguidor del rap es propenso a leer poesía?
R: No lo sé, tendrías que preguntarle a un montón de seguidores del rap. Lo que si te puedo afirmar es la buena acogida que tuvo mi primer libro y que ahora está teniendo este. Soy consciente de que esto pertenece a gente que me sigue con el rap. El feedback que estoy recogiendo es espectacular, la gente me escribe cosas increíbles. Uno de mis miedos era saber si podría llegar a tocar el corazón a alguien con este formato y la respuesta fue muy positiva.
P: ¿Es una forma de daros a conocer a otros públicos que distan más del género urbano?
R: Hay gente que se acerca asociada al mundo de la poesía. Gente que ha leído a Diego Ojeda, a Marwan y a otros poetas y que por la relación que tenemos entre nosotros han saltado de un autor a otro. Sé que no es una gran parte, pero ocurre. Y pasa también en los recitales, recuerdo una de las noches de Mueve Tu Lengua en Madrid, que llegamos a reunirnos como 30 autores relacionados con la poesía y, de las cientos de personas que había, estoy convencido de que el 90% no me conocía porque venían a ver a otros autores. Eso también pasa con la música en los festivales. Mola, porque el mundo es más grande que el barrio, como se suele decir.
P: ¿Esto puede acabar con el estereotipo de rapero macarra?
R: Estereotipos y prejuicios va a haber siempre. En cierta parte puede que ayude, pero no lo hago con esa intención. Hace muchos años que eso dejó de importarme. Me la pela. En mis inicios si peleé porque la figura del MC y el juicio de la sociedad cambiara. Si puedo aportar algo en esa dirección estupendo pero ya no es mi objetivo prioritario. Intento dedicarme a sobrevivir, a compartir con Juan y a convivir conmigo mismo, que tiene una dificultad tremenda.
P: ¿La cultura es diferente si proviene de un libro?
R: El libro siempre ha sido un formato que tiene un halo como más cultural, más reservado para unos pocos. Elitista en el sentido de cultivado. Pues aquí estamos los MCs haciendo libros, aunque pueda chocarle a muchas personas (risas).
P: En qué grado se puede equiparar el rap con la poesía, o dicho de otra forma, en qué grado el rapero es poeta?
R: Son procesos hermanos y lo he sentido así siempre. Yo llevo muchos años dedicándome a esto y sintiendo amor y respeto por lo que hago, que es la escritura. Luego la escritura puede convertirse en una canción de rap, en un poema o en lo que sea. Se comparte el uso del lenguaje, la palabra como herramienta y objetivo. Siempre me he basado en decirme cosas a mí y si con ella podemos tocar y hacer reflexionar a alguien bienvenido sea.
P: Es algo que se comparte con la esencia de los cantautores.
R: He tenido la oportunidad de coincidir con cantautores de los clásicos y ellos mismos son los que me han dicho que los raperos somos ellos ahora. Me lo dijo alguien de referencia y de generación ya clásica. Y cuando me expresó esas palabras me sentí muy honrado pero a la vez pensé que tenía razón. También entiendo que no ocurre con todo el rap, hay algunos que lo utilizan para contar cosas muy alejadas de la poesía.
«En el libro he encontrado la forma de poder compartir los golpes de mi padre, mis adicciones y mis batallas sin esconderme»
P: En este libro supera la barrera de la intimidad, cuenta cosas de su vida complicadas. ¿Le ha costado plasmar ciertas cosas, siendo consciente de lo que significaban?
R: Lo soy y no me da miedo. Si ha llegado en este momento es porque me sentía preparado para ello. Por fin me he notado suficientemente libre conmigo como para poder hablar de forma íntegra en prosa sobre los golpes de mi padre hacia mi madre, hacia mí, sobre mis adicciones, en concreto al alcohol, sobre mi batalla día a día, sobre el proceso de recuperación… He podido contar cosas que, aunque siempre he sido una persona transparente en el papel, ya no se pueden esconder. En «Marcar Como No Leído» he encontrado en los capítulos la forma de poder compartirlos.
P: ¿Se ha arrepentido de algo de lo que ha escrito? ¿Cambiaría algo?
R: Cuando estás escribiendo es inevitable que la mente enferma y trastornada haga este tipo de cosas y te diga «oye tío, ¿de verdad estás escribiendo esto?», y a la vez que me lo decía yo le respondía «que te follen». Sigo creando y sigo compartiendo porque repito: primero lo comparto conmigo y sirve de terapia para mí. Cuanto más avanza mi carrera, mis obras más me sirven como terapia y como proceso para sanar heridas.
P: También hay historias más positivas dentro del libro.
R: Sí, hay episodios que tienen otro tipo de carácter, que son más divertidos. Hay un capítulo titulado «Me Perdía» que habla de que yo me perdía mucho y explica la más memorable de las veces que me perdí. Si a un niño de 7 u 8 años lo está buscando la policía de una ciudad entera en un vertedero, algo no anda muy bien, ¿no?. Luego no pasó nada más allá de la aventura en sí misma, por eso es divertida.
P: Lo que se puede observar desde fuera es que Su carrera ha dado un giro de 180º, de un rapero más “ególatra” a uno más intimista. Como si el hombre de oro se hubiese mirado en el espejo.
R: Ha sido un proceso general. Es difícil que te conozcas bien cuando eres muy joven. Tú crees que te conoces bastante pero al final ni puta idea. Creo que desde «Doce Lunas» hay algo que empieza a oler diferente y creo que la culminación de eso fue el disco «Espejo». Es el primer trabajo que escribo estando limpio, sin drogas, sin sustancias en mí y no digo que estuviera (o esté) cuerdo pero sí que tenía más claridad dentro de mí. Por eso es un disco tan especial. Necesito compartir las cosas con Juan, si no estaría en un manicomio, en la cárcel o en la tumba.
P: Se ve en el videoclip de «Anónimo» cómo corta la cuerda y dice: «Se acabó».
R: Sí, es el paso más difícil que he dado en mi vida, y mira que he tenido otros también complicados. El primer paso fue reconocer que yo solo no podía. Eran muchos años viviendo en el infierno y llegaba el punto de decir, tras miles de veces, «no puedo más, me estoy muriendo». Pero esa vez era diferente y decidí pedir ayuda y la encontré. Después de eso mi vida ha dado un giro tremendo. Ahora empiezo a conocer a Juan de verdad.
P: ¿Censuraría al antiguo ZPU?
R: No. Puedo no sentirme orgulloso de algo que he dicho a lo largo de mi carrera, como cagarme en alguien o haber soltado barbaridades hacia una persona; pero no me arrepiento. El ZPU de aquel entonces lo sentía de forma profunda y tenía que soltarlo de esa manera.
P: ¿Volverá pronto a la música?
R: Es mi plan. Mi último año y medio fue volcarme en escribir para el libro y tuve que coger la música y dejarla a un lado. Ahora que el libro está fuera he vuelto a poner en primer plano la escritura del rap. Al final soy un rapper, necesito ponerme encima de un ritmo y cabalgarlo. Y ya estoy trabajando en canciones que en un futuro serán disco.
P: Estamos en un momento donde los discos físicos se venden menos por el auge de plataformas digitales. Los raperos más modernos han dado toda su producción al streaming. ¿Seguirá ofreciendo su música en CD?
R: Eso es una realidad, pero yo soy de los que no va a abandonar el formato físico. Es evidente que cada vez forma menor parte de la difusión de mi música, pero aún así hay unos cuantos miles de personas a los que les gusta tener y poder palpar un disco mío físico. Actualmente sé que la gran mayoría de gente que tiene alguno no lo va a reproducir, pero tenerlo en tu posesión todavía sigue significando algo.
P: ¿Qué escucha Juan Prieto en su día a día?
R: (Coge el móvil y elige al azar algunas canciones). Mira, así aleatoriamente me ha salido el nuevo disco de Diego Ojeda, «The Golden Touch» de DJ Wich, un par de discos de Drake, la música de unos productores muy buenos que se llaman «Emancipator» e incluso Fito & Fitipaldis.
P: Música de lo más variada.
R: Yo me nutro de música. Es cierto que el 80% de lo que consumo es rap o relacionado. Solo tienes que ver los nombres que te acabo de decir de un solo vistazo en mi móvil. El arte es arte y me importa tres pollas el juicio de alguien que no sea yo respecto a la música que escucho. Si me toca y me llega está bien, si simplemente me entretiene también está bien. No todo tiene que traspasarte el corazón, yo me pongo un tema del Bad Bunny o del Coscu y me lo floto.
P: Es cierto que en el mundo del rap siempre hay un cierto grado de puritanismo entre los seguidores.
R: Cada vez menos. He de reconocer que yo también he sido un rapper cabeza cuadrada, cuando era un chaval. Antes no tenía ni idea de nada. Si tienes suerte y te pasa como a mí, esos muros que te has puesto se empiezan a caer y tu mundo se empieza a hacer más amplio, el musical incluido.
P: ¿Hay algún rapero de nueva ola que le llame la atención?
R: Hay peña que me mola y de nueva ola es relativo. Si te digo que lo que hacen Ayax y Prok o el Kaze está guapo hay que ver el tiempo que están haciendo vainas para llegar a donde están ahora. Algunas cosas que hace Rels B también me molan y no es un crío. Todo depende de a qué se llame nueva ola, será porque son más jóvenes que artistas como Nacho, SFDK o yo.
P: A eco de eso, Nach por ejemplo ha sacado un disco con un sonido muy actual.
R: Eso es importante. Una cosa es ser más mayor por edad y venir con otros referentes, Wu Tang Clan o Public Enemy como yo, y otra muy distinta que no tengamos intención de evolucionar. En el disco de Nacho hay muchos toques musicales que suenan actuales y me identifico con él. Mi voluntad también ha sido siempre evolucionar. Para quedarme haciendo lo que hacía hace 16 años lo dejo. Mi reto también es estar atento a los nuevos sonidos y decir «hostia qué guapo, ¿puedo cabalgar esta mierda y hacer un temazo?».
P: También se puede hablar de la variedad musical del disco de SFDK.
R: Pues claro. Tengo clarisímo que la gente de mi edad o cerca, con el tiempo que llevamos aquí, hacemos lo que nos sale de la polla. Somos los menos sujetos, o por lo menos hablo de mí. Sé que los jóvenes se sienten condicionados por las tendencias y por lo actual y a mí me la suda. Como solo puedo hablar por mí mismo no voy a generalizar pero ZPU está muy por delante en ese tipo de historias. Pobrecito ese que sube una imagen y está pendiente de los likes o ese que se sienta a escribir una canción pensando en si le va a molar a la peña y va a funcionar. Qué cárcel, qué dolor y qué sufrimiento.
«Mi voluntad también ha sido siempre evolucionar. Para quedarme haciendo lo que hacía hace 16 años lo dejo»
P: Por otra cosa que le quería preguntar, y que tiene relación con el ego del rapero, es sobre Club 4. ¿Cuatro artistas de tal magnitud y relevancia como son Chojin, Locus, Ambkor y usted podían ponerse de acuerdo?
R: A nivel personal es todo muy fácil. Los cuatro nos conocemos desde antes de que creásemos ese proyecto, ya teníamos relaciones y amistades hechas de años atrás, y en ese sentido prima más el respeto y la admiración personal que el propio ego. También acabamos juntándonos estos porque la sintonía era buena, si no no habría funcionado.
P: ¿Y ese supergrupo de MCs se ha quedado como una anécdota o va a tener prolongación temporal?
R: No, tiene recorrido pero a nuestra bola. Club 4 no es un grupo para sacar discos, es una banda que fluye como el viento y estad atentos al próximo trabajo de Locus porque hay una sorpresita.
P: ¿Da vértigo pensar que puede haber una gran cantidad de personas que le tomen como referente?
R: No, porque esa consideración está hecha desde fuera. Yo no soy referente ni ejemplo. ¿Desde allí me toman como punto de referencia? Pues enhorabuena, es su puto problema. No puedo ocupar un rol que está fuera de mí, eso lo único que generaría sería atarme las manos. «No voy a compartir esto de forma tan dura porque puede haber alguien (que no soy yo) ofendido o alguien que coja una mala guía que seguir». ¿Yo soy maestro de los que me escuchan? Cuando tenga un hijo, si es que lo tengo, ya me encargaré de educarlo yo. Es muy fácil trasladar esa responsabilidad a los artistas, porque como nadie educa aquí como dios manda… Yo hago lo que quiero y me da igual si luego me toma como ejemplo otro artista, un niño o lo que sea.
P: Ya para terminar, querría saber cómo valora el rumbo que ha ido tomando su carrera musical.
R: Estoy contento y me siento agradecido por lo que me ha pasado y por lo que me sigue ocurriendo. Me siento un privilegiado, aunque es cierto que yo lo he buscado y lo he peleado. En unas líneas de «Señor Obtuso» lo digo, me siento un privilegiado por no tener que soportar a un jefecillo y comerme su mierda. Pero esta fortuna me la he ganado yo, la suerte se busca. Más allá de eso no puedo emitir un juicio, ha habido de todo: desde momentos con mucha luz hasta otros totalmente oscuros y de frustraciones terribles. Mi objetivo es seguir peleando por hacer llegar mi arte y mi obra a otras personas, siendo yo mismo y respetándome. Este paseo es muy corto y es un regalo.
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