Yung Rajola | Un trapero fuera de lo común

Yung Rajola | Un trapero fuera de lo común

Quintí Casals Baldomà (Lleida, 1994) ha dado el gran paso de adentrarse en la industria musical con un trabajo discográfico que refleja los problemas y las miserias de toda una generación. Yung Rajola quiere ser el trapero que te hará llorar con «Cor Trencat», disco de 11 canciones publicado bajo el sello catalán Halley Supernova y que supone un antes y un después en su faceta artística. Él antes no era así. Hace unos años tenía unas intenciones completamente diferentes. Quería ser el caballo de troya del trap nacional. La caricaturización del trapper medio fue su focalización con aquel incomprendido «Roastbeef» (2018) producido por Hacha.

Tras varios singles publicados por su cuenta y otros tantos junto a su colectivo Trap With Moderation (D.Mos, Marc Vi, Àlex Alcalde y el propio Yung Rajola) comenzó a hacerse un nombre en el underground catalán, visible tras su irrupción en la ciudad condal. Además, puede estar orgulloso de ser la persona que le quitó la idea de hacer un trabajo colorido a J Balvin. El EP «Colors Pt.1» profundizaba en la sinestesia de los colores vivos, una idea que un año después convirtió al reggaetonero colombiano en un superventas. Qué injusta es la vida a veces.

Lo cierto es que no es un rapero cualquiera. Si Lildami dice aquello de ser el único rapero de la escena que sabe hacer integrales, Quintí no se queda atrás y puede presumir de ser un artista con todas las letras pues, además de la música, tiene otras habilidades como la pintura y la escritura. Según el propio Yung Rajola, «estas facetas artísticas me sirven de apoyo a la hora de componer mis temas, cualquier experiencia que puedas tener suma mucho«. Y continúa con una frase contundente: «Al fin y al cabo hacemos arte«.

Arte traducido en vulnerabilidad. Este «Cor Trencat» que promociona viene con un obsequio algo peculiar para las personas que quieran aportar su granito de arena a este proyecto: un frasquito con «sus propias lágrimas». Entre las tarifas de compra de su disco, hay tres opciones de pago ajustadas según la economía del comprador: «La básica de 12 euros, la de 10 euros para esas personas que están mal de dinero pero quieren aportar su granito de arena y la de 15, que es para los que quieran ayudar con algo más«. Precisamente, como obsequio a estos últimos, se han preparado frasquitos con supuestas lágrimas que, al abrirlos, se convierten en colonia: «Es una metáfora del disco en sí. Aunque hable de esta distopía del mundo que nos ha tocado vivir y del no futuro, también brinda por el optimismo«.

Esta entrevista telefónica que tuve con él sirvió para conocer aún más el lado irreverente de una persona que, de primeras, no tasaría mucho con la actitud trapper. «Provengo de un mundo muy diferente al del trap«, comenta. «Soy una persona de clase media-alta que, a pesar de no haber tenido todas las facilidades del mundo, siempre ha vivido muy bien«. A esta posición social se suma otro hecho inusual: los Maristas. «Lo cierto es que de pequeño tuve una educación cristiana basada en enfocar todo en los valores (risas)». Así, podemos ver cómo en el final del libreto reza el siguiente versículo:

No améis al mundo
ni las cosas que están en el mundo.
Si alguno ama al mundo, 
el amor del Padre no está en él.
JUAN [2:15]

Este versículo, originalmente incluido en el libreto en catalán, fue el elegido por Quintí para poner punto y final a «Cor Trencat» antes de llegar a los agradecimientos: «Siempre me ha gustado conectar con la religión porque es una de las bases de nuestra sociedad. Estuve buscando versículos y cuando encontré este lo vi muy claro. Si tú amas el mundo, tú no quieres a Dios. Su significado recae en que, si tú eres un hedonista y amas el mundo, le estás fallando a Dios. Me hizo gracia porque es una parida que al final tiene su razón de ser». 

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Yung Rajola | Foto: Pau Griera

Cor Trencat, un canto a toda una generación

Precisamente es en la esencia de «Cor Trencat» donde toma relevancia la propuesta por diferenciar lo terrenal de lo ancestral con un versículo de La Biblia: «Nuestra generación ha vivido en una película donde todo salía bien y las personas eran completamente hedonistas. No teníamos en cuenta nada de lo que pasaba a nuestro alrededor porque lo teníamos todo y simplemente pasábamos nuestros días pasándonoslo teta. Y a la que se rompe todo un poco, te pones a rezar«.

La precariedad laboral, la falta de oportunidades, la incerteza de no saber qué hacer o de no saber cómo hacerlo… La juventud está viviendo un momento fatigoso que Yung Rajola busca referenciar sin caer en moralismos: «Cuando hablo de precariedad y del no future me refiero a que, como generación, no vemos que podamos avanzar. Hemos vivido la crisis del 2008 y cuando resurgimos de las cenizas de esta recesión nos encontramos con otra hostia como es la del COVID, que será aún mayor. Y te va a bajar un 20% el PIB sin ver a España capaz de gestionar todo esto«.

El álbum empieza con un «Cor Trencat» a modo de introducción que invita al oyente a adentrarse en un círculo de tristeza, pero acaba con un «Happy Song» que parece mostrar que lo que se ha escuchado hasta ese momento no eran tanto lamentaciones sino escarmientos de cara a un futuro mejor. «Es un disco que parte de un corazón roto que se pone a sí mismo tiritas«. comenta. «Como jóvenes tenemos el deber de luchar por nuestro futuro y, aunque de momento se vea todo un poco negro y los días sean grises, tenemos en nuestras manos el poder cambiar esto y devolver el progreso al lugar que se merece«.

En cambio, el tema también roza un cariz político que, aunque intenta evitar, se vuelve necesario: «No creo el problema sea que no se esté impulsando desde el gobierno ni desde las autonomías una ayuda a los jóvenes, sino que no saben cómo hacerlo. Lo dejan al destino para ver qué ocurre. Esto es lo que nos enfada aún más porque luego ellos continúan cobrando sus sueldazos y dietas aun viviendo en Madrid«. Sin embargo, en su música podemos ver todo desde una perspectiva más artística, la intención de remover conciencias sin caer en moralismos ni en la necesidad de educar al oyente: «Hay muchos artistas de un rap más combativo con frases muy fuertes con los que estoy completamente de acuerdo, pero yo intento ser más estiloso en ese aspecto«. Continúa: «Intento hablar estas desgracias sociales desde la poesía para que cada cual pueda entender lo que quiero decir como quiera«.

En busca de la inspiración

Para llegar a este punto, la única opción del artista es la de ceder espacio a la inspiración, hecho que pueda ayudar en la consecución de canciones con un contenido más metafórico y huidizo del hedonismo. Una de las composiciones con más carga reflexiva es «Ciutad Trista»: «Cuando escribí esta canción estaba en un momento en el que la rutina en Barcelona me estaba matando. Trabajo en la tele y aquí se tiene que currar todo el día. Mi vida se basaba en ir a la oficina y poco más: te levantas, vas a trabajar, sales del trabajo y te vuelves a casa«.

Además, decide cambiar el enfoque del prisma, pasando de una mirada individual a otra más social: «La canción bebía mucho de cómo era Barcelona. Es una ciudad que ha muerto de éxito. Ha pasado a ser un PortAventura gigante y la precariedad que hay en sus calles es muy grande. Siendo una persona que cobra un sueldo razonablemente bueno, estoy compartiendo piso con otras tres personas con unos alquileres muy heavys. Lo de que Barcelona mata es una realidad«.

Pese a ser natal de Lleida, su ciudad triste refleja Barcelona debido a ser esa su fuente de inspiración momentánea, aunque va más allá de sus percepciones: «En el tema hablo de una ciudad triste y enfadada que en mi caso puede ser una pero el oyente puede trasladarlo a su ciudad«, explica. «Te puedes encontrar caras largas en el Metro de Barcelona, en el Carrer Major de Lleida o en un pueblo perdido. El desencanto imperante que hay hoy en día en la sociedad es muy grande, más aún con los sucesos que estamos viviendo este último año, e intento denunciar eso desde la manera más bonita posible«. 

A pesar de que pueda parecer todo muy premeditado, a veces la inspiración aparece cuando uno menos se lo espera. Fue el caso de uno de los sencillos que abrieron apetito de este trabajo, «Gossos», el que para muchos es el mejor track del álbum: «Parece que parta de una idea concreta pero no, el tema fue fruto de un montón de coincidencias. En primer lugar, tenía que grabarme un tema con El Noi de Tona para mi disco, porque ya habíamos grabado uno para el suyo, y teníamos que ir al estudio un día después de lo sucedido en Urquinaona. En segundo lugar, veníamos sin ideas para la base porque la propuesta de Chen no nos convencía a ninguno de los dos. Fue la época en la que todos estábamos quemando el tema «Mina El Hammani» de Cruz Cafuné. La inspiración me vino mientras escuchaba ese beat y comencé a escribir por encima de esa canción mientras iba de camino al estudio«.

«Fue llegar al estudio y proponerles un tema en ese rollo; y Chen, que es una persona que trabaja súper rápidO, en media hora ya tenía hecha la nueva base«. El fruto de la improvisación hizo que los sucesos de Urquinaona fuesen algo a lo que recurrir y surgió un tema que está dando mucho que hablar: «Cada uno grabó sus barras y a Chen se le ocurrió un estribillo de la nada. Sin probarlo previamente se puso los cascos y lo grabó. Nos dejó flipados por la calidad que tenía, y así fue como se creó el tema«.

Y el tema ha servido para que nazca esa chispa de curiosidad por saber más sobre esta relación del cantante con lo sucedido en Urquinaona, sobre todo entre los medios de comunicación catalanes: «Lo teníamos dentro porque salía a todas horas en la televisión. Se nos interiorizó ese gen individualista que tiene mucho el trap de ver que el mundo está en llamas y nosotros querer hacer lo nuestro«. Nació como una ocurrencia de hacer un remix del tema «Correr» de Gossos: «Quedaba muy bien con el hecho de correr detrás de la policía y todo eso pero salió más por el meme que por otra cosa. Estaba vigente todo lo sucedido pero no fue algo buscado. Como decía antes, yo no busco moralismos en mi música«.

Un álbum en el que no está solo

Muchas veces, y esta es una de ellas, los artistas se sienten en la necesidad de compartir su proyecto con colaboraciones afines a sus amistades y a sus registros sonoros. En este caso, Yung Rajola se ha rodeado de compañeros de profesión como Lildami, El Noi de Tona o Marc Vi: «La afinidad que tenía con ellos ha sido la que me ha llevado a hacer estas colaboraciones. Además, con el Noi, por ejemplo, habíamos grabado previamente para su proyecto un tema rollo Tyga que había quedado muy guapo y había que repetir. Somos dos personas con estilos muy diferentes pero que combinan a la perfección«.

También en el apartado sonoro ha estado acompañado de una pieza fundamental para este «Cor Trencat» como lo ha sido Sr. Chen: «Si no fuese por Chen, este disco no sonaría así. Chen me ha apadrinado de una manera increíble, me ha ayudado y me ha enseñado muchas cosas. He aprendido mucho de él«. Continúa: «Además, me ha introducido a este mundo. Yo vengo de Lleida, una ciudad muy apartada donde impera el underground y donde no hay casi nadie en la industria musical, por lo que tener a alguien como él que te introduzca en la industria es súper importante«.

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Yung Rajola | Foto: Pau Griera

¿Cuán importante es la figura del productor? «Para un rapero es capital, se habla demasiado poco de los productores y para mí son un 50/50. Me sabe muy mal cuando alguien saca un disco o un single y no le da a su trabajo la relevancia que se merece«. También aprovecha para alabar el trabajo de otros compañeros que han colaborado en algunas de las canciones de este disco como Neptú, Emlan o Vicent Monfa: «Me honra que hayan puesto el 500% en su aportación a mi disco. Son amigos, han trabajado conmigo y lo han hecho de corazón. No hubiese sonado así si no hubiese sido por ellos y solo tengo palabras de agradecimiento«.

Precisamente, una de las consistencias de este trabajo reside en la perfecta adecuación entre instrumentales y letras, remando en conjunto hacia un mismo camino reflejando una atmósfera muy marcada en las canciones: «Creo que Chen ha conseguido darle color a los temas. Hablábamos antes de pintura y yo creo que Chen ha conseguido dar a cada tema el color que tiene que tener«. No es lo mismo escuchar un «Autotune Tears» que no tiene bombo caja y solo se sustenta con una nube sonora «como el último tema de Rosalía Y Billie Eilish«, que una canción como «Tot És Més Fàcil» que refleja las miserias de Quintí transformadas en una radio-fórmula pop muy bailable. «Es bailarle a la miseria. Estando el mundo como está, ¿por qué no seguir bailando?«, comenta el músico.

Incursión en la industria de los Países Catalanes

Su estreno discográfico coincide con su llegada a la industria musical de la mano del sello Halley Supernova. «Este año me he hecho mayor«, comenta entre risas. «Cuando entras dentro de la industria musical, entiendes cómo funciona. Por lo tanto, lo que te diré es que a mí me ha servido para profesionalizarme. Aunque yo no esté viviendo de esto, me ha permitido comprobar cómo poder encarar en un futuro, o incluso en el presente, todo esto«.

Quintí no entendería la salida de su disco sin el apoyo de una discográfica detrás: «Es un trabajo que tenía que estar publicado bajo un sello discográfico y se lo mandé a ellos porque era la discográfica idónea». Continúa: «Las discográficas ayudan. Dentro de la industria hay un montón de cosas que no sabemos cuando somos underground como puede ser hacer una promo o publicar y distribuir un físico. Porque eso supone tener que hacer un digipack, enviarlo a fábrica… Y de esto se ocupan ellos. Y que los medios de comunicación os estéis fijando en el álbum, además de que sea por lo bien que están los temas, es gracias a la discográfica que hay detrás. Es un sello de calidad, una denominación de origen«.

Tener el nombre de Halley en la portada le ha ayudado a adentrarse en un circuito de música en catalán que, aunque acrecentado, le saca alguna que otra deficiencia: «Veo al circuito de Cataluña muy cerrado en cuanto al circuito de fiestas mayores. Es una cosa que funciona desde hace años pero no se ha intentado tirar más para arriba. Como ya da mucho dinero, nos quedamos con esto sin intenciones de prosperar. Y creo que la música catalana y la valenciana podrían llegar a un público más masificado como lo hace la música italiana. Pero se tiene que tener dos cojones para apostar por ello e intentar expandirlo».

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Yung Rajola | Foto: Pau Griera

Dentro de los matices que puedan surgir en base a esta comparación, hay uno que parece difícil de combatir: el cariz ideológico del lenguaje: «Si que es verdad que a nivel nacional hay gente que te tacha de independentista por el simple hecho de cantar en catalán, porque no salen de ese argumento. Y el no poder traspasar esa frontera limítrofe de Cataluña y el País Valenciano al ámbito estatal, te cierra una puerta muy grande de cara a conseguir salir al mercado internacional. Lo que queda es intentar expandirse a pesar de los impedimentos«. Es optimista y argumenta que cree que «la música catalana puede gustar tanto a franceses como a italianos o estadounidenses. Hay mucho talento en auge«.

Y esta persecución al idioma, según apunta el mismo artista, no solo ocurre dentro de la industria musical: «También lo estamos viendo con creadores de contenido. Ahora ha salido una hornada de gente haciendo TikToks en catalán y en cada post te encuentras un montón de comentarios de insultos y de actitudes amenazantes pidiendo ese mismo contenido en castellano«. Continúa: «¿Tú quién eres para decidir sobre otra persona en qué idioma quieres que realice su contenido? Es como ir a meter el dedo en la llaga porque les jode que hagas cosas en catalán«. Y finaliza su crítica añadiendo que «es triste que haya una persecución, no ya política, sino social a este idioma«.

Hay que recordar que, a pesar de no ser uno de los rostros más conocidos, Yung Rajola fue de los primeros artistas que intentaron profundizar en el trap cantado en catalán, acción que ha precedido varias hornadas de trappers con ganas de hacer música en su idioma. «Si nos sabemos compenetrar entre nosotros, colaborar en canciones y demás, podemos hacer crecer una escena que está en expansión«. Además, afirma que una de las grandes características que tiene esta escena es que «hay talento muy plural y ecléctico que, si se aprovecha al máximo, puede salir muy bien parado«. Y es que nombres como P.A.W.N Gang, Lildami, 31 FAM o The Tyets demuestran las grandes posibilidades de diversificación de un mismo género musical.

Aun así, también ve necesario dar un toque de atención dentro de sus fronteras: «Jode ver cómo artistas como P.A.W.N Gang, que han abierto el camino del trap catalán, están relegados por decir cosas que en Cataluña no gusta que digas. Sabe mal ver cómo toda la escena urbana catalana está in crescendo mientras que P.A.W.N Gang están maltratados«. En cambio, no extrapola ese mismo crecimiento al trap nacional: «Mientras que en países como Francia, Italia o Estados Unidos el género urbano se ha afincado en el mercado, en España ha sido una moda. De hecho, se ha tenido que convertir al mainstream con un estilo más acercado al pop para entrar a los mercados más grandes«.

Vulnerabilidad intrínseca al ser humano

También es interesante profundizar en lo que esconden las letras de muchas de las canciones de estos artistas anteriormente referenciados y de otros muchos por nombrar. Parece que el paradigma compositivo va evolucionando en la temática de las canciones, hablando más sobre la realidad de la persona que está detrás. «Creo que hemos dado el paso a mostrarnos como somos y es de ahí donde parte el artista«, comenta Quintí. «Como músico creo que hablar de ti para intentar conectar con quien te esté oyendo es un deber y como ahora se ha roto el mundo por la mitad, la gente está empezando a hablar de cosas más sinceras y no de lo que se hablaba hace unos años en la música urbana«. Los malos momentos que está viviendo la sociedad en infinidad de aspectos pueden ser un punto de inflexión para que artistas de todos los puntos del globo decidan seguir este camino: «Incluso Bad Bunny o C.Tangana comienzan a enseñar esa vulnerabilidad inherente a las personas«.

Son, en sí mismas, personas que estaban adheridas a la música más mainstream y que, durante el 2020, han preferido enseñar su lado más humano. «Antes la gente solo buscaba hacer un hit, canciones blancas sin ningún tipo de mensaje. Y ahora, cada vez más, el público pide sentimientos, letras, algo que contar… Pide algo más que no solo bailar o que suene bien una canción«, ilustra Yung Rajola. «Hemos estado inmersos en una burbuja de hedonismo llevado al absurdo en la que vivíamos únicamente para pasárnoslo bien. Pero en la vida todo el mundo tiene sus problemas y lo mejor que puedes hacer es hablar de ello ya sea con un amigo tomándote una birra o en una canción que escuchará miles de personas«. 

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Yung Rajola | Foto: Pau Griera

Un futuro incierto

Una vez conocido al Quintí del presente, podríamos esta seguros de que mantendría la misma esencia en futuros proyectos. Sin embargo, ya hemos comprobado que a este músico le encanta sorprender: «Me gustaría que volviera el Yung Rajola que se vio en «Colors Pt.1». Si no vuelve de esa manera será debido a que cada año me hago más mayor y cada vez uno tiene menos ganas de hacer el tonto por los sitios«. Con esta muestra de intenciones podemos atisbar destellos de lo que se vendrá en un futuro, aunque para ello aún tendremos que esperar: «Hay que tener en cuenta que he estado un año esperando sacar esto y no he querido componer más. De momento quiero canalizar todo en la salida del disco y preparar un buen directo«.

Pero si le dan a pensar en su futuro dentro de la industria, ¿qué hará? «Probablemente intentaremos reeditar el EP en digital con alguna sorpresa. A largo plazo también me gustaría ponerme manos a la obra con la segunda parte de Colors, pero tengo que pensar bien cómo encararla. Me gustaría hacerlo oscuro pero sin llegar a sonar a Cor Trencat«. Continúa: «Aún no tengo nada compuesto pero ya pienso en ideas. Me gustaría tirar mucho al trap con influencias de Future, de Roddy Ricch o de Young Thug para romper. Me gustaría que eso sirviese para que la gente dejase de ver mal el trap en catalán«.

Y esta entrevista acaba así. Con las intenciones de un Quintí que busca hacerse un hueco a su medida que abriese algunas bocas y cerrase otras: «Creo que un disco tirado a ese trap duro y visceral rompería completamente los esquemas de esas personas que critican cuando me voy por un trap más filosófico. Probablemente no gustase tanto ese sonido como este, pero no busco los números, busco que a ti no te deje indiferente mi obra«. Y lo que no ha dejado indiferente a nadie es este «Cor Trencat» que ya está disponible tanto en plataformas digitales como en venta física. Un trabajo diferente de un trapero fuera de lo común.

Juan Fernández

Codirector en busca de un estilo claro. Del hip-hop al rock y tiro porque me toca.

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