Xavibo: «No sé separar lo que siento de lo que enseño»
Versátil, transparente, atrevido. Xavier Bofill Pérez (Palma, 1996), mejor y comúnmente conocido como Xavibo, es un artista enmarcado en una de las corrientes más frescas del “pop urbano” actual de nuestro país. Con su segundo álbum bajo el brazo, “Papel de Burbujas”, este joven talentoso natural de las Islas Baleares se abre a sus oyentes, a los que les otorga la licencia de conocer la parte más frágil de la persona y del artista, prácticamente indiferenciables el uno del otro. Hablamos con Xavibo sobre el concepto de su nuevo álbum, su orgánica sinergia con otros cantantes del momento como Hens o Walls y de sus inquietudes como artista.
PREGUNTA: En tu nuevo álbum podemos ver un rumbo distinto a tu disco anterior, en el que te vuelcas más en el aspecto melódico que en la propia lírica o en las letras. ¿A qué se debe este cambio?
RESPUESTA: Se debe a que soy una persona que necesita expresarse con los mayores canales posibles. Para mí la letra sí que era un canal de expresión, pero llega un momento en el que mi cabeza necesita crear constantemente, y no le es suficiente hacerlo solo con la letra. En este disco he querido que la música también exprese sentimientos y que envuelva todo con un sonido frágil y roto. Lo cierto es que me gusta mucho escribir y espero, en un futuro no muy lejano, sacar un libro. Hay cosas que escribo que son interesantes para un libro, pero algo aburridas para una canción.
P: Empiezas el álbum con la canción «No todo se va», un comeback a tu mítico tema «Todo Se Va». ¿Qué te ha hecho decantarte por darle la vuelta a ese mensaje?
R: Soy una persona que se contradice constantemente. “Todo se va” lo escribí en un momento de mi vida en el que necesitaba decirme: “Xavi, no te preocupes, todo se acaba, todo tiene que morir, todo tienes que dejarlo ir”. En este punto de mi vida, tuvimos la muerte de una persona a la que queríamos mucho y el mensaje que necesitaba darme era justo el contrario. Decirme a mí mismo que no todo se iba, que iba a haber algo más allá. No sé, vi necesario hacer una canción en la que decirle al Xavi del pasado que eso que contaba era mentira.
P: En perspectiva, ¿consideras que todo se va o que no todo se va?
R: Hoy no todo se va, pero mañana a lo mejor todo se va.
P: En “Viaje a Tokio” hablas de todo lo que se queda a medias al terminar una relación, un proceso, etapa o experiencia personal. ¿Tratas de establecer algún tipo de barrera entre tu persona y tu personaje a la hora de componer o pretendes mostrarte tal y como eres, con esa debilidad que podrías protege mediante el uso de un papel de burbujas?
R: No sé separar lo que siento de lo que enseño. Cuando siento algo, lo escribo y lo saco. En “Viaje a Tokio” muestro la pena que dan esas cosas que se han quedado a medias y que nunca las va a acabar nadie. En ese momento pensaba mucho en ello. Hoy, en cambio, siento que tengo que dejar que otras personas terminen lo que mis parejas han ido dejando a medias.
P: ¿Nunca has tratado de forjar un personaje que huyera de tu personalidad?
R: No. Y si alguna vez lo he intentado es porque en algún punto de mi vida he intentado tener una imagen un poco más «trabajada», ser un poco más extravagante. Creo que eso no ha sido natural y que el público lo ha notado. De hecho, si alguna vez me he disfrazado más, me arrepiento de haberlo hecho. Creo que la magia está en la naturalidad de lo que hago.
P: En “Mientras Tanto” tienes un verso que dice «ya no somos los amantes» haciendo referencia a la obra de Magritte como en la canción que lleva el mismo nombre en tu anterior álbum. ¿Qué te vincula tanto a esa obra?
R: Bueno, lo primero de todo (enseña el brazo), la llevo tatuada porque me encanta. La obra de Magritte de “Los amantes” me gusta mucho porque son dos personas besándose con la cara tapada. Me despierta un poco la sensación de que, por mucho que esté con una persona, nunca acabaré de conocerla del todo, quizá esa persona no termine de conocerme a mí tampoco. Me despierta aquello de que incluso en el amor más fiel y más leal, hay secretos. Es la interpretación que yo le hago. Me hacía gracia decir que éramos los amantes, porque es el amor nuevo el que más ilusiona. Al ser amantes, te estás escapando de lo rutinario. Ahora, ya se había convertido todo en rutina y había dejado de ser especial.
P: ¿Cuál es la vinculación que tienes con el número trece?
R: El trece a mi me recuerda… Bueno, es que si te lo digo exactamente, te desvelo la ubicación de la casa de mis padres (risas). Su número es el 13, mi perra se llama trece y no se lo puse yo, la plaza de parking de mi padre es el trece… Hay una sucesión de treces que hacen que este número me recuerde a mi familia y a mi casa. Para mí, llevar el trece encima es una representación de que los estoy llevando conmigo, muestra la lealtad que le tengo a mi familia.
P: ¿En qué momento cargaste el trece de tanto simbolismo?
R: Las cosas van pasando y uno no se da cuenta. En 2016 saqué una canción que se llamaba “Trece” porque en una frase hablaba de la mala suerte. Al sacar la canción número trece, empiezo a fijarme más en ese número. Empecé a ver treces por todos lados y es cuando comienzo a fijarme en todo: en el portal, en el nombre del perro que adoptó mi novia… Me explotó la cabeza. Entonces pensé: “joder, el trece me ha elegido para que lo lleve a todos lados”. Parece que he tomado LSD, pero es verdad (risas).
P: En la escucha que tuvimos contigo, comentabas que había algunos temas cuya decisión de ser incorporados al álbum no tuviste clara hasta varias semanas antes de salir a la luz. Contando ya con casi un mes de reposo, y viéndolo con algo de perspectiva, ¿consideras que hay algún tema, publicado ya o no, que tendrías que haber sido incorporado?
R: Estoy contento con cómo está el álbum, más que nada porque me he autoconvencido de que tengo que estar contento, no tengo que intentar solucionar cosas que no tienen solución. Los días previos fueron muy duros a nivel mental, porque no paraba de pensar si mis decisiones eran las adecuadas. Ahora veo que todas las decisiones que he tomado me van a llevar a lugares concretos. No sé si me he autoconvencido o es real, pero estoy contento con todo.
P: En Mallorca, hace ya unos años, llegaste a ser telonero de Hard GZ, artista que ahora colabora contigo en este nuevo disco. ¿Qué supone para ti contar con su presencia en tu propia obra y cómo ha sido esta experiencia?
R: Para mí era una manera de cerrar el círculo. En ese entonces estaba muy por debajo de él como artista, y ahora comparto carteles y canciones con él. Ha sido una manera de darme ese reconocimiento a mí mismo a nivel mental. Cuando teloneé a Hard, era fan suyo y me molaba mucho lo que hacía. Al Xavi de 17 años le hacía muchísima ilusión esta colaboración.
P: Artistas como Hens o Walls, los cuales participan en tu obra, pertenecen al igual que tú a esta nueva corriente tan fresca de música que podríamos catalogar como pop urbano. ¿Cómo habéis conseguido forjar una relación más allá de la música, y cómo creéis que os ayuda a vosotros mismos, por separado y en conjunto, a la hora de componer?
R: Hemos forjado esta relación porque todos hacemos un género parecido. Todos empezamos a comunicarnos entre nosotros muy pronto, antes de que ninguno acabara de funcionar bien. Y luego, somos gente de otros puntos de España que han acabado viviendo en Madrid para hacer música, trabajar y cumplir nuestros sueños. El hecho de saber que somos de otros lugares y que estamos aquí por un sueño nos hace apoyarnos los unos a los otros. Y bueno, al final hay gente dentro de la música con la que conectas y somos chavales muy parecidos entre nosotros que hemos conectado genial. Somos muy amigos.
P: En el álbum también podemos encontrar la voz mexicana de Ivana. ¿Cómo surge la colaboración con una artista tan emergente como ella?
R: A Ivana la descubro porque me salta en Spotify. Me transmite mucho y a nivel lírico me parece muy buena. Entonces la empiezo a seguir y le digo que me gusta mucho su música. Es bueno expresarle a un artista que te gusta su música, sobre todo si no es tan grande, me mola mostrar ese apoyo. Está guay que un compañero de la industria te diga que le mola lo que la haces. Un día fuimos a actuar a Ciudad de México, nos juntamos en el estudio y le mostré el tema. Tenía mi verso y el tema medio hecho, pero le comenté que estaba buscando una voz femenina para la intro y que me encantaría que fuera ella. Y al finl fue todo muy fácil.
P: ¿Cuáles son tus apuestas personales para este final de 2023 o qué artistas crees que debemos comenzar a fichar a partir de ahora?
R: Hay gente que podría recomendar, pero la recomendación más buena que tengo es una persona con la que estoy haciendo música yo que todavía no ha sacado ninguna canción. La chica se llama Victoria, tenemos preparadas varias canciones. Es increíble y espero que la gente lo vea igual. Van a salir cositas.
P: Cuando te reuniste con la prensa hace unas semanas, en vísperas de la salida del álbum, recuerdo que comentabas que esos días previos te generaban ansiedad. ¿Cuáles son tus sensaciones ahora, tras varias semanas del parto?
R: Lo que me pasa antes de sacar un disco es que tengo muchos pensamientos intrusivos diciendo que he estado dos años trabajando en un proyecto que la gente va a consumir en una hora. ¿Crees que vale la pena ese tiempo invertido? Si no les gusta, es como haber tirado dos años de trabajo a la basura. Soy una persona que quiere fingir que no le importa lo que dice la gente, pero realmente me importa muchísimo y me influencia bastante. Si un amigo me dice que una canción le gusta, ya empiezo a ver esa canción con otros ojos. Ahora es cierto que me he lanzado y la respuesta ha sido buena. Estoy tranquilo y contento.
P: Una vez publicado el disco, ¿cómo cambia la mentalidad del artista, teniendo que focalizarte ahora en realizar una gira?
R: Antes del disco estaba en un momento como más creativo, mucho más mental, de darle vueltas a las cosas. Tener que ver referencias para crear, leer más, ir al estudio… Tener la mente en trabajo constante. Una vez que se publica el disco, es todo más práctico. Hay que ir a los ensayos o al gimnasio para estar preparado para la gira. Pasa de un plano más mental a uno más práctico, pero si, más relajado.
P: El hecho de mantener la cabeza tanto tiempo activa, ¿te genera inspiración para nuevas obras?
R: Al principio no demasiada, porque ha sido una carrera energética muy grande, pero al final me siento liberado completamente. Es verdad que todo lo que he vivido ya lo he publicado. Vives 20 años y sacas un disco. Vives un año y sacas otro disco. Es como que he tenido 20 años para sacar un disco y tan solo ha pasado un año hasta que he sacado el siguiente. Ahora me espera un momento de vivir cosas para poder escribirlas. No tendría sentido ir al estudio constantemente porque no tengo nada que contar.
P: ¿Qué esperas de esta gira? ¿Hay alguna ciudad o país en el que tengas más ganas de actuar?
R: Me apetece muchísimo volver a México, porque allí la gente siempre me ha tratado muy bien. Me hace pensar en lo lejos que ha llegado el proyecto. A nivel ilusión y ganas, México me sube la autoestima. Aunque toda la gira me apetece muchísimo porque se están vendiendo las entradas en todas las ciudades. En la gira pasada me daba más pereza ir a algún sitio por tener pocas entradas y ser un show muy complicado. Ahora veo entradas vendidas por todos lados y me apetece un montón afrontar esta gira.
P: Para terminar, en alguna ocasión has comentado que tus pasos iban a ser disco/gira/libro. Tenemos el disco y tenemos la gira. ¿Qué sabemos del libro?
R: ¡En qué momento dije eso! (risas). Pues si le diera todo mi material a alguien, a un editor, se podría sacar un libro. Pero como soy un cabezota y lo quiero hacer todo yo, pues queda bastante de momento.
P: ¿Podríamos decir que está en un segundo plano?
R: Sí, aunque ahora va a pasar a estar en primer plano. Ahora cuando comience la gira, tendré más tiempo para hacerlo. El libro va a ser un cuaderno de inspiración, un popurrí de poemas, relatos, sueños, pesadillas…