Trueno, más atrevido que nunca con «Bien o Mal»

Trueno, más atrevido que nunca con «Bien o Mal»

Si bien «Atrevido» es el título del primer disco de Trueno, el verdadero significado, o al menos el que más trasciende, tiene que ver con “Bien o Mal”, el segundo trabajo de una de las estrellas mundiales. Digo mundial porque todo lo que está logrando el artista argentino va más allá del continente sudamericano, como por ejemplo su aparición sorpresa en el concierto de Gorillaz. Imagínate que una banda de tanta talla te invite a improvisar sobre uno de los temas tan atemporales que existen como es «Clint Eastwood». Sé que el nexo de la colaboración es el fanatismo de la hija de Damon, pero una cosa no quita la otra. Logros como estos son los que hacen de Trueno un artista que no le teme a nada. Tiene una mirada muy marcada hacia su gente, su barrio, su país para luchar contra las injusticias sociales, una visión contestataria que es el hilo principal de “Bien o Mal”. Y es que, a sus 20 años, Trueno es más atrevido que nunca.

El disco arranca con “Hoop Hoop”, una presentación épica de Mateo narrada por su padre Pedro Peligro como si se tratase de una pelea de combate de siglo y lo remata con un rapeo a mitad de la canción. Es la primera parte del lado “malo” del disco, pues todo el trabajo conforma una dualidad tanto en la portada como en el mensaje y el sonido. Dos caras en un único artista. Bien, Mal, Trueno.

“Hoop Hoop” representa el camino que ha tenido que ir pisando Trueno para llegar a la posición en la que se encuentra. Su pueblo necesitaba su voz y ha pasado de ser el vocero del ghetto a vocero del país. Se echa el grito de la nación a la espalda para protestar contra los altos poderes del país y toda la realidad socio-cultural. En el segundo track no duda en mostrar discordia contra los payasos de traje azul en “Fuck El Police” que se nutre del clásico tema de “N.W.A”. Frases tan explícitas como “Esta es la puta canción del pueblo, no nos callan ni poniéndonos la rodilla al cuello” exponen la realidad del abuso policial que están sufriendo muchos barrios, ya no solo de Argentina, sino de toda Latinoamérica. Un amor y un defensor del continente americano, su “Tierra Zanta». Así se titula el cuarto track del álbum ambientado en un folklore junto al mítico cantautor argentino Víctor Heredia. 

Por su parte, para su país y ciudad también tiene unas palabras. Y es que, a raíz de seguir el freestyle argentino, me he fijado que los raperos de ahí se sienten más orgullosos que nadie por ser de Argentina. Tienen un sentimiento nacional que supongo que solo los del país lo entienden y sienten. En España también me gustaría ver sondear la bandera en sitios o eventos dónde enorgullecerse del país pero claro, para ello no debería estar apoderada por un cierto partido político. Con esta premisa “Argentina” es una oda hacia el país sudamericano que cuenta con la voz de Nathy Peluso desde un punto de vista nostálgico. Ya son muchos años laburando en el extranjero por parte de la Nathy, pero las raíces nunca se olvidan. Termina la primera parte del disco con “Buenos Aires en llamas”, un tema más introspectivo que, por el mood, suena a «Rain III». 

“Manifiesto Freestyle” es precisamente el interludio que separa el mal del bien, una declaración que recoge todas las causas con las que está comprometido Trueno y que expuso a lo largo del lado “Mal”. Primero la protesta y luego la celebración. Y pocos temas más frescos y movidos que “Dance Crip” para dar pie a la segunda parte del disco. Le siguen los adelantos tan dispares entre sí como “Solo Por Vos”, “Panamá”, “Feel Me” y “Jungle”. No me quiero enrollar aquí porque son canciones que pudimos escuchar ya en su momento y, realmente, es ahora cuando me cobran sentido los adelantos. Aquí vemos a un Trueno más humano, más personal y más disfrutón. Pasamos de un boom bap romántico a un reggaeton cruzando el trap y esta variedad sonora explica un poco las intenciones no solo de esta parte, sino de todo el disco. Si lo cierto es que preferí centrarme en el mensaje, podemos apreciar desde un folklore hasta un rap noventero con samples e influencias donde yo ya no me meto.

“Hood” es seguramente la canción más bonita del disco. Un canto hacia su barrio que le ha visto crecer y convertirse en todo un referente para las nuevas generaciones. “Cuando sea grande la voy a re acotar” decía el Trueno niño y vaya si lo ha conseguido. Y acabamos el disco con el tema que da nombre a todo el trabajo, un cierre “jazzero” perfecto. 

Trueno ha alcanzado un nivel artístico impropio para su edad. Cuando anunció que abandonaba el circuito batallero, me imaginaba que llegaría alto con su música pero no esperaba que fuese de esta manera. Más allá del contenido de este disco, hay que mencionar las producciones del mismo. Lo que han elaborado Tatool y Brian Taylor es increíble. Han producido unos beats tan originales, tan diferentes del resto que, contando con los bien conocidos skills de flow de Trueno, todo el álbum es un +2 en la casilla de la puntuación de la hoja FMS. Se ha rodeado de los mejores y ha salido uno de los mejores discos del año. Así es «Bien o Mal» de Trueno.

Martin Halabrin

Hablo sobre música sin tener ni idea de música

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *