Sr. Wilson & Griffi: «Este disco nos ha permitido redescubrirnos a nosotros mismos»
Un disco sin dogmas. El disco «Rutas Interestelares» (Guspira Records, 2023) une los fraseos de Sr. Wilson con las producciones de una leyenda de la música como Griffi. Juntos, han perfilado un álbum que huye de convencionalismos y representa las andanzas de dos mentes dispuestas a hacer de su música algo con lo que poderse sentir representados.
Mediante una llamada telefónica, los tres estuvimos conversando sobre lo que representa este nuevo trabajo discográfico a la par que daban su opinión sobre la democratización de la música y el overbooking existente de gente que busca brillar en un mar plagado de proyectos.
PREGUNTA: ¿Qué queríais demostrar con «Rutas Interestelares»?
RESPUESTA: (Sr. Wilson) Es un disco en el que no nos hemos puesto ningún tipo de norma. Pero no por demostrar nada, simplemente es una conjunción bastante equilibrada de dos géneros que representamos tanto Griffi como yo: el hip hop y el reggae. La misión de este álbum ha sido encontrar el punto medio entre esas dos vertientes.
P: ¿Os habéis ayudado mutuamente para adentraros en el registro musical del otro?
R: (Griffi) No ha sido necesario, nuestros estilos son perfectamente adaptables. Coincidimos mucho en tonos, en beats… En todo. Como dice Sr. Wilson, él es muy rapero y yo soy muy rastafari a mi manera. Hay ahí algo vital que se une perfectamente, solo faltaba encajarlo todo.
P: En «El Mundo es Mío», Sr. Wilson dice «ya me he cansado de intentar encajar«. ¿Sientes que tu estilo no encaja entre los mares que mueve la música actualmente?
R: (Sr . Wilson) Esta barra en concreto se refiere a cosas anteriores. En 2020, por ejemplo, saqué un EP que se llamaba «4 Flores» donde hacía acto de intentar encajar en las demandas de la industria tanto a nivel de sonido como de temáticas. Da respuesta a un proceso creativo después de estar en loop haciendo reggae desde hace 15 años. Al final uno se cansa e intenta hacer otras cosas de forma natural, evolucionar. También se refiere, sin quererlo, al propio acto de redescubrirme a mí mismo al lado de Griffi, él ha sabido sacar lo mejor de mí.
P: Griffi, ¿te da algún tipo de presión que se te considere una figura importante y de prestigio dentro del mundo de la producción?
R: (Griffi) No, la verdad. Siempre me he dedicado a hacer lo que me gusta, independientemente de la demanda que se haya podido generar alrededor de mí. Estoy acostumbrado a tirar por donde me pide el alma, para mí esa es la verdadera y única esencia real de la música. No presionarte a ti mismo es lo mejor que puedes hacer para que luego salgan trabajos así de sinceros.
P: ¿En qué momento se os ocurre hacer un disco conjunto?
R: (Sr. Wilson) Nosotros venimos trabajando en algunas cosas desde hace dos años. Griffi estaba preparando lo suyo con Chacho y yo estaba con un álbum que no sabía muy bien por dónde lo iba a tirar. Lo único que tenía claro era que quería que tuviera hip hop y que tuviera afrobeat. Mi idea era currar con diferentes productores, pero la sinergia fue tan tocha que, después de dos años trabajando en algunos temas, este marzo pasado nos plantamos con más de 20 demos.
(Griffi) En mi caso, yo conocí a Wilson en un festival. Hicimos un showcase de Chacho Brodas y, cuando estábamos recogiendo, empezó a sonar un temazo. Yo pensaba que era una grabación y cuando me giré, vi que era un tío cantando. En ese momento pedí su contacto y empezamos a colaborar. Con la tontería, teníamos un montón de temas hechos y así ha sido como ha nacido este «Rutas Interestelares».
P: Lo cierto es que la escena catalana está en un momento muy bueno, sois muchos artistas con un sonido muy propio y diferente.
R: (Sr. Wilson) Está en un buen momento, desde luego, y es un orgullo pensar que formamos parte de eso. Estamos trabajando para hacer de la escena algo diferencial. Pero la verdad es que en general hay bastante color ahora mismo por aquí.
P: Pero luego en «How Many Micros» dices la frase «muy pocos micros, demasiados MCs«. Los avances tecnológicos están permitiendo democratizar la música pero, a su vez, crean overbooking.
R: (Sr. Wilson) Sí, la frase que digo en el tema no es una tirada a nadie concreto, obviamente, tan solo es una opinión personal. Soy partidario de la premisa de quality over quantity. Esta frase la podías extrapolar a cualquier ámbito artístico y tendría el mismo sentido, no es una cuestión única de la música. Pasa en el rap y en el reggae, pero también en el diseño gráfico, por ejemplo.
P: Y en este sentido, ¿qué pueden hacer las nuevas generaciones?
R: (Sr. Wilson) Las nuevas generaciones pueden intentar evitar un poco la obsesión por el hit, por petarlo y por pegarse. Para mí, quizá, tiene mucho que ver con que mi carrera musical ha sido muy constante y muy gradual, de poquito en poquito. Por eso te comentaba que prefiero la calidad antes que la cantidad. Creo que hay una obsesión por la cantidad y por estar en todos los lados, cuando lo mejor es evolucionar dando pequeños pasos.
P: ¿Ha cambiado mucho la escena durante estos últimos años?
R: (Griffi) Ha habido un cambio generacional considerable. La vida de las personas ha cambiado mucho a través de las redes sociales y esto ha influido en las modas y en el comportamiento de la gente. Y por supuesto, también en la música. Es cierto que ahora las personas tienen más fácil el hacer canciones, por ese proceso de democratización que comentabas, pero yo confío en el criterio tanto de artistas como del público. Por eso nosotros trabajamos la calidad, intentando superarnos a nosotros mismos.
P: Pero al final la competencia generalizada hace que los artistas tengan que cambiar su propio modo de producir temas.
R: (Griffi) Es inevitable que la cultura de la inmediatez no te acabe rozando, pero sigue habiendo muchos artistas que se lo curran desde abajo. El principal problema es que hay mucha exposición de gente que te acaba llegando. Muchos estímulos por todos los lados. Pero la esencia no se debe perder nunca: buscar el ritmo perfecto, la calidad, la frase adecuada… El mundo cambia pero mi visión es la misma que cuando empecé mi carrera, quiero hacer algo que tenga sentido.
P: Tras tantos años, ¿seguís disfrutando de la música?
R: (Griffi) Para poder seguir disfrutando tantos años de la música, un artista tiene que hacer lo que a él le guste y le haga feliz. Yo adoro la música y no dejaría que esto dejase de reportarme alegrías. Los problemas llegan cuando vendes tu alma al diablo.
(Sr. Wilson) Yo aquí puedo hablar de mi propia experiencia, porque tuve un tiempo en el que me alejé de la música y de lo que me hacía disfrutar. Es como una especie de desvirtuación o corrupción de uno mismo. Uno se aleja del sentimiento original que fue el que le hizo engancharse a esta mierda. La música es una droga y, como todas las drogas, si la usas mal te deja de hacer el efecto que te hacía al principio. Creo que uno tiene que tener un equilibrio entre hacer música que le pide la gente y ser fiel a lo que le gusta.
P: Aquí entra otra factor en juego: la música es un trabajo y los artistas dependen directamente de sus ingresos.
R: (Griffi) Es totalmente respetable. Pero el problema llega cuando pasas a tomarte esto como un trabajo. Es como si te mola mucho follar, si pasas a ganar dinero haciéndolo y pasa a ser tu trabajo, acabarás teniendo mucha pasta pero el placer de follar se acabó (risas).