Spring Festival | Segundo día (25 de mayo)
El segundo día del Spring Festival tenía como cometido perfeccionar los detalles que fallaron en el primero, y todo lo posible fue solventado. Así comenzaba una jornada menos urbana pero igual de intensa que la anterior. Era un día de rememorar infancias con Fangoria, de disfrutar de MsNina o de divertirse con las letras de Putochinomaricón.
El día comenzaba fuerte, llegábamos al recinto cuando la trapera Albany comenzaba su set repleto de temazos. «David Civera» , «I Told My Mom I Will Neva Stop Shining» o «Caigo» pusieron el límite entre el disfrute y oscuridad reflejada en sus letras. Había poca gente, de la que gran parte solo buscaba un «Articuno» que no llegó hasta el final. Su compañera y amiga MsNina no se quiso perder el concierto de una guerrera que se ha colado en este mundo sin hacer mucho ruido, con una voz sad que no se desprende del auto-tune y que ya se codea con las grandes artistas del género. Lo negativo, repito, fue la poca gente que se acercó a verla a unas horas tan dañinas. Mientras tanto, en el escenario grande estaba sonando la propuesta musical de Carlos Sadness, tan aburrida como empalagosa.
Y acto seguido salía una de las primeras cabezas de cartel del día en el escenario Ámbar. Rozalén es música personificada, con una voz capaz de hacer sentir y encandilar a partes iguales. Brilla en el escenario al igual que Bea, quien le lleva la corriente cantando en lenguaje de signos. Pensar en esas personas que no pueden vibrar con la melodía de una canción, con unos acordes, con un ritmo es algo que les bendice como artistas. Nos emocionó con la reveladora «Justo», donde la historia dejaba en un segundo plano la canción, hizo sentir el clamor de todo un público cantando por la gran Chavela Vargas con «La Llorona» y no se olvidó de cantar sus más reconocidas composiciones: «Comiéndote a Besos», «La Puerta Violeta» y «Girasoles». Siempre agradecida con su público, dando las gracias contadas veces por asistir a un concierto situad en un festival que igual no era muy de su estilo, y luciendo una sonrisa en la cara que cegaba de hermosura todo el recinto. Puedes verla 80 veces en concierto que siempre saltarán chispas. Porque María Rozalén es la gran prueba de que las hadas existen.
Hoy el día iba de mujeres, tras las dos primeras llegaba el momento de ver a MsNina en el Jagermeister Stage. Su concierto estuvo en un nivel bastante decente, apoyada por su amiga Albany que le acompañó como agradecimiento a su anterior gesto. Decente porque, pese a haber más cantidad de gente que en otras actuaciones de ese mismo escenario, faltaba un grado de energía entre el público. Se pedía constante perreo, tanto que Nina rompió sus pantalones, pero la gran mayoría de gente sucumbía a la timidez. Así se puede resumir un show mantuvo un séquito de fieles a la cantante frente a terceros que venían de paso. Temas como «Y Dime», «Los Ángeles» o «Rico Rico» fueron muy coreados por el público, pero no fue hasta «Tu Sicaria» cuando Alicante se cayó abajo. Que el 90% de asistentes a tu concierto se sepan un tema habla muy bien de la proyección del mismo. Ahí es donde se pone de manifiesto la importancia de un buen marketing publicitario, IFA se convertía en una macro-discoteca.
Una discoteca que más tarde continuaría con la sucesora del legado de Chimo Bayo, su hija Tanya. No fue muy acertada en la elección de palabras. Con una entrada más enérgica de lo que debía y un tono de voz algo inadecuado, su sesión se mantuvo estable manteniendo el baile de los allí presentes. Pero una frase inoportuna hizo que todo se desmoronase. En una sesión hablar de guerras y muertos no suele ser lo más acertado y todos fuimos conscientes de ello, incluso la propia Tanya Bayo. Aprovechamos ese momento para poner pausa a un día loco.
Aprovecho para mencionar a Jordi, periodista del medio La Musikalité con el cual estuvimos ese segundo día. La profesionalidad del periodismo musical va relacionada con la grandiosidad de sus trabajadores, y este medio tiene un potencial innovador del que nos gustaría aprender. Referentes dentro de este mundo.
Entramos de nuevo para la actuación de Fangoria. Era la actuación remember de la noche, la artista más esperada, que llenó hasta no caber ni un alfiler. Experiencia, veteranía y una puesta en escena apta solo para las más grandes. «Espectacular» abrió la veda de temazos que continuó con «Fiesta en el Infierno», «¿Quién Te Has Creído Que Soy?», «Historias de Amor» y un grandísimo etcétera de grandes éxitos. No obstante, algunos vídeos reproducidos en la pantalla gigante eran muy turbios, así como la caracterización de los dos jóvenes bailarines que acompañaban a Alaska en ciertos momentos de la actuación. Eché en falta a Nina en «¿De Qué Me Culpas? colaborando, pero el listón estaba tan alto que me percaté de la falta ya terminado el concierto. Cantar «Dramas y Comedias», «Ni Tú Ni Nadie» o «A Quién Le Importa» en directo, a pleno pulmón, es una bendición que no había tenido la oportunidad de descubrir hasta ese día. Y volveré a hacerlo porque bien merece la pena. Todo esto, con un ambiente festivo entre el público de un calibre insólito. Gracias Fangoria por todo lo que le habéis dado a la música.
Tras terminar con un cameo de las Nancys Rubias, llegaba el momento de pasar por el show ya comenzado de Putochinomaricón. Con alma de Twitter, como su pasado, este artista no perdió oportunidad de proclamar su crítica social al fascismo de Vox, a las mentes racistas, machistas, homófobas y retrógradas, y de animar a una cantidad de espectadores que no eran pocos y se hacían notar. Una libertad de expresión ejercida sin pelos en la lengua y con un mensaje antifascista claro, cosa que nos sorprendió a más de uno, ya que no esperábamos oír algo tan reivindicativo en un festival como el Spring Festival. Con el regulador de auto-tune siempre a mano, aportó frescura y dejó muy buenas sensaciones. Sé que tiene una oleada de críticos con su forma de hacer música, pero en los gustos está la diversidad. «Ojalá (Te Murieras)», «Parkineo» o «Tu Puta Vida Nos Da Un Poco Igual» (a la que agradezco esa crítica a los grumitos del Cola Cao) dieron color a una noche que estaba llegando a su final. Dieron las «2 A.M.» con su actuación y, cuando acabó, dejó un vació extraño. Fue una grata sorpresa, letras como la de «Tú No Eres Activista» tienen más significado del que muchos creen.
Con el check puesto en mi lista, solo quedaba un nombre apuntado. Ojete Calor, el subnopop de estos célebres artistas, estaba esperando a que acabase la actuación de Second en el escenario Ámbar para salir a la luz. Todo comenzaba con la noticia del fallecimiento de Anibal a causa del balconing, y apareció en modo ángel para interpretar «Amiga en las Estrellas» versión karaoke. Buena presentación que acabó de golpe con los primeros segundos de «0’60». Ahí empezó de lleno el concierto. Fiesta, risas y sorpresas como la irrupción de un torpe Mario Vaquerizo en la discotequera «Vete a Tu Casa» que, no solo no se sabía la canción, si no que además se acabaría cayendo del escenario en «Tonta Gilipó». Repasaron todos sus hits, aptos para cualquier recopilatorio veraniego: «Cuidado Con El Cyborg», «Opino De Que», «Mocatriz», «Qué Bien Tan Mal», «Gente Que Imita Mal Los Acentos», «Viejoven» y «Opino De Que». Todas esas canciones fueron interpretadas, también la propia «Ojete Calor», con un seguimiento continuado de las voces del público. La parodia se ha convertido en un reclamo de masas y, aunque no se pasase por allí Raquel Bollo, fue el cierre ideal de un festival. PD: Tenemos la caída de Vaquerizo grabada e igual amenazamos con sacarla.
Así acabaron dos días de infarto, con un cambio de estilo que nunca viene mal de vez en cuando. No nos dio tiempo a descansar de lo nuestro y ya estaba la organización del festival promocionando las primeras entradas para el Spring 2020. ¿Será igual de intenso que este año? Para saber eso habrá que ir. Nosotros ya estamos deseosos de ver las sorpresas que nos deparará su cartel.