Silverpoppy: «Cuesta mucho que el talento andaluz cruce Despeñaperros»
Alicia es una cantante almeriense que comenzó su carrera musical subiendo a su canal de YouTube diversas covers como muchos de los músicos del momento. Nueve años después, está de estreno con «Hysteria«, su primer álbum compuesto por seis temas que mezclan el R&B más elegante con un rap desafiante y fresco. Su comienzo discográfico nos ha asombrado a todo el equipo y por ello Juan Fernández no quiso perder la oportunidad de tener una charla con la artista en la que desgrana el comienzo de una, esperemos, larga carrera musical.
Pregunta: ¿Cómo surgió el proceso de creación del disco?
Respuesta: Pues la mitad del disco está escrito en Londres y la otra mitad en España, en plena cuarentena. La verdad es que no tenía ni idea de que acabaría siendo un disco, simplemente hacía temas contando cómo me sentía y acabó resultando que tenía temas que obviamente giraban alrededor de esos sentimientos que albergan Hysteria, así que los junté en un EP.
P: ¿Qué simboliza para ti Hysteria?
R: Hysteria es un EP que habla de cosas muy duras por las que he tenido que pasar y a las que me he tenido que enfrentar ya sea sola o en terapia. Es un proceso de deconstrucción, de revolución y de liberación mental. Es lo mejor que he podido hacer para mi paz mental.
P: ¿Por qué decidiste utilizar este simbolismo en tu debut discográfico?
R: Hysteria simboliza lo mal que he estado psicológicamente cuando hice el disco. Me he sentido muy atada por mis propios pensamientos. Me han limitado mucho en la vida, y quería simbolizar eso con las cadenas y con el mensaje “sharp minds cut”, porque desde pequeña he pensado que he tenido una mente muy afilada con la que me podía cortar si no la controlaba.
P: Podemos ver que dentro de tus capacidades compositivas demuestras gran versatilidad tanto en géneros como en ritmos dentro de un mismo estilo. ¿Es esta versatilidad la que te diferencia de otros proyectos similares?
R: Creo que hay tres cosas que me diferencian con respecto a otros artistas: la primera es que combino español e inglés con unas letras fuertes y eso no se lo he visto a casi nadie aquí en España, la segunda es, de hecho, esa versatilidad que me han señalado ya varias veces y la tercera es que mi música está cargada de mensaje, no está vacía. Para mí sería muy fácil hacer canciones más sencillas, pero si no me pusiera ahí delante y me expusiera como hago no estaría orgullosa de lo mío y no haría música. Vengo a marcar la diferencia, no a ser como el resto.
P: Vimos que medios como Mondosonoro te catalogan como neosoul sedoso, ¿estás de acuerdo con este tipo de definiciones?
R: Bueno, catalogaron «Never Again» como Neosoul Sedoso, lo cual para mi es un honor. Pero sí que es cierto que el disco tiene géneros muy distintos y yo como artista soy mucho más que eso. Estoy en un proceso de constante crecimiento e introspección musical. No me quiero encasillar en nada por ahora.
P: El papel de la mujer en esta cuestión viene cargado de controversia. En un género como el R&B, donde se busca más la belleza y la elegancia, han surgido siempre divas que auparon este género a una posición muy alta dentro de la industria. Sin embargo, la música urbana, más conflictiva, siempre ha sido marcada como algo de hombres. ¿Cómo valora esto una artista que busca moldear su música a ambos registros?
R: Se notan demasiado los estereotipos de género en la música. Por eso en Hysteria no he querido hacer canciones de amor R&B convencionales, sino que he hablado de cosas duras como el miedo a la depresión, la hipersexualización como escudo emocional… Y mis canciones más traperas las he hecho, por un lado, muy feminizadas y melódicas como «Focused» y, por otro lado, muy experimental fusionando flamenco y trap con autotune como «Desamparaica». Creo que la música, al igual que las letras o la cadencia, no tienen género. Tenemos que quitarnos esas manías ya porque nos limitan creativamente.
P: ¿Crees que es algo que está cambiando o, por el contrario, seguirá la misma senda que siempre ha mantenido?
R: Creo que esto no cambia solo. Solo podemos cambiarlo desde dentro. Que solo se escriba sobre estar bien, la fama o canciones simples de amor funciona, pero no es revolucionario, no hace historia. Veo muchas historias de plástico, que casi nadie se muestra vulnerable en su obra. No sé, yo pienso en artistas como El Virtual, Mindspace 404, o Pedro LaDroga; que son unos adelantados a su tiempo por sus letras, sus cadencias y sus recursos. No hacen música para todo el mundo, pero su música es referente para los entendidos dentro del panorama. También veo que ahora hay mucha comida basura, fast music, ya la gente no se atreve a hacer discos sino que van al single fácil, sin cuidar un concepto. Y luego llegan Enjoy Canoa y Dj Plm y sacan un pedazo de disco con un concepto fuerte y con unas barras que hacía mucho que no se veían.
Que las mujeres artistas tengamos que pasar por x filtros para ser respetadas en la industria es algo que solo podemos cambiar entre todo el panorama y nosotras demostrando que somos muy buenas, incluso mejores que algunos otros artistas hombres. Hay chicas ahí fuera que ya lo hacen: Lÿ, Insert Soul, Dena Lisa, Lashe o Lauren Nine. Ellas son referentes porque crean distinto, no van a lo fácil. Sacan discos, tienen líricas finas, aportan conceptos sólidos en sus trabajos, cuidan sus audiovisuales, producen y se suben a escenarios defendiendo su obra… Se nota cuando le ponen todo el corazón y recursos a lo que importa. Yo estoy deseando ver como todas y cada una de ellas crecen y triunfan, y ojalá nos crucemos muchas veces por el camino.
P: Hemos podido ver cómo te has valido de diferentes productores para moldear un abanico lo más plural de instrumentales de cara a afrontar este disco. ¿Cómo ha sido trabajar con diversas personas para un único proyecto?
R: Ha sido súper enriquecedor. De todos y cada uno de ellos el disco se ha llevado lo mejor, la verdad. Estoy orgullosísima de que buena parte de ellos sean andaluces o vivan en Andalucía. Papi Sound, Big Kilombo y Petit Chef; todos son de mi tierra y eso para mí es un honor, y el toque isleño de Leaonthebeat se nota muchísimo. Además, son personas que me guardo a nivel personal, no solo musical. El producto que hemos sacado todos ha sido precioso pero lo que más me ha gustado ha sido conocerles y poder decir que somos equipo.
P: ¿Pensabas sacarlos todos como sencillos o, por el contrario, tenías claro que estos seis temas tenían que formar parte de un todo común como este “Hysteria”?
R: Los sencillos están bien, sirven para calmar mi mono musical, pero yo quería un trabajo más compacto, una carta de presentación y sabía que todos y cada uno de estos temas iban a formar parte de Hysteria.
P: ¿Cuán importante es para ti la letra dentro de tus propias canciones?
R: Siempre he dicho que para mí hacer música que trascienda es importante. Y la letra tiene mucho que ver en ello. Me gusta exponerme de verdad y transmitir mis verdaderas emociones y procesos por los que paso.
P: ¿Serías una artista capaz de hacer música sin mensaje?
R: Creo que toda música tiene mensaje. Hay mensajes más contundentes y mensajes más vacíos. Pero toda música habla de ti como artista y como persona. Yo quiero que mi música conecte con la vulnerabilidad de la gente y que tenga un mensaje que no se borre con el paso de los años. Hay artistas que prefieren otros mensajes, y lo respeto completamente, pero yo tengo muy claro cuál será el mío.
P: Durante todo el EP predominan los lyrics en inglés con canciones muy importantes como “Never Again”, “Cursin Love” «Before I» o “Focused”. ¿Te sientes más cómoda interpretando tus temas en este idioma?
R: Cuando hice el disco sí. Además, algunos temas como «Before I», que hablan de los peores procesos de la depresión, necesitaba cantarlos en inglés porque son muy duros. Pero sí que es cierto que solía fluir más fácilmente en inglés. Aunque poco a poco me voy asentando en el español y Desamparaica o Tea, mi último single antes de la publicación de Hysteria, son ejemplo de ello.
P: Como tú bien dices, “En Desamparaica” y «Tea» te atreves con el castellano (algo que ya vimos en alguno de tus temas antiguos) y dejas notar tu procedencia andaluza. ¿Cuál es la influencia que ha ocasionado tu tierra a tu música?
R: Andalucía y Almería forman parte de mí, son mi hogar. Da igual dónde haya vivido o a dónde haya viajado, es mi tierra. Y la base de Desamparaica que me hizo Petit Chef me inspiró a cantar con mi acento porque me llevó a casa. Gracias a ese beat pude expresar lo desesperada que estaba con toda la situación emocional que me rodeaba en castellano y encima hacerlo en almeriense me hace sentirme más arropada y comprendida.
P: ¿Crees que hay demasiados prejuicios en relación con el acento de los andaluces en sitios de reconocimiento popular como la televisión?
R: Cuesta mucho que el talento andaluz cruce Despeñaperros. Hay una barrera que hace que los artistas de aquí no crezcan a no ser que prueben suerte yéndose a Madrid o a Barcelona. Parece que si no coges las maletas no tienes la oportunidad ni de intentarlo. Y es una pena porque en Andalucía hay un talento increíble y la unión que está habiendo en el underground andaluz es muy fuerte como para que no podamos exportar nuestro talento desde el sur. Sin embargo, resulta curioso el hecho de que si desde Madrid o Barcelona se influencian con nuestro arte y sacan música que bebe del folclore andaluz ahí sí tiene visibilidad. A mí no me importa que eso ocurra, lo que me jode es que los artistas andaluces tengamos que hacer el triple de ruido para que se mire hacia aquí.
P: ¿Crees en la capacidad de aprendizaje de la sociedad en este tipo de cuestiones?
R: Creo que como artistas tenemos la ardua tarea y la responsabilidad de acostumbrar al público a cosas a las que no estaba acostumbrado. Si hemos conseguido que el rap, el trap o el reggaeton sean algo mainstream cuando antes era impensable, si hemos conseguido que la música urbana sea mucho más accesible y se haya “poperizado” cuando antes era una música marginal que muchos ocultaban que escuchaban para no ser motivo de mofa, creo que podemos acostumbrar al público al acento andaluz. Si a la gente le gusta la jerga portorriqueña o dominicana por la cantidad de música que escuchamos de ahí, ¿cómo no les va a gustar el andaluz?
P: Hay temas que reflejas mucho en tus canciones, como la salud mental que has mencionado antes, que siguen evitándose. ¿Por qué crees que sigue siendo un tema tabú?
R: Básicamente por dos motivos. El primero es que hoy en día hay mucha gente que hace música para pegarse rápido y ese tipo de música, al tener que ser más fácil para el público, obviamente no habla de la depresión, del suicidio o de la ansiedad. Se nota mucho en las letras de la gente quien quiere hablar de lo que le ocurre o de sus miedos y quien quiere hacer temas fáciles usando palabras trendy y diciendo que todo va genial. Que me parece respetable, totalmente, pero eso hace que de repente cuando llegamos artistas como Insert Soul, Mindspace 404 o yo, la gente se fije en nosotros por las letras que tenemos cuando en realidad solo estamos contando cosas que nos ocurren a todos, pero no son tan fáciles de contar. También hay que saber cómo hablar de estos temas, teniendo siempre en cuenta la responsabilidad que ello conlleva porque nos puede llegar a escuchar mucha gente que esté en un momento muy delicado.
El segundo motivo es que la salud mental sigue siendo un tema del que en general se sabe muy poco. Hay muchos prejuicios en torno a ella. Esto hace que la gente no se informe e incluso hablar de salud mental cause incomodidad o miedo. Pero contrasta con el hecho de que ahora en 2021, los suicidios son la primera causa mortal entre los jóvenes, de que en este último año hayan aumentado los casos de depresión o ansiedad y el consumo de fármacos para tratarlas. La salud mental de la gente está bastante comprometida, pero sigue siendo un tabú hablar de ella cuando, en realidad, lo que más ayuda es poder comunicar las necesidades que tenemos y tener un ambiente familiar, social, académico y laboral que lo comprenda. Y la cultura puede ayudar mucho en esto.
P: Me viene a la mente unas declaraciones al respecto de Íñigo Errejón que fueron interrumpidas de una forma bastante inapropiada por un diputado del Congreso. ¿Crees que la normalización de esta cuestión comienza por educar al respecto a la clase política nacional?
R: Creo que la concienciación debe ser multinivel desde los diputados que redactan las leyes en el congreso, pasando por los centros educativos y por el sistema sanitario. Eso como mínimo y teniendo en cuenta que eso acarrearía un mayor conocimiento colectivo en la sociedad sobre lo que son las enfermedades mentales o los transtornos. Que los políticos comiencen a poner este tema encima de la mesa es bueno, pero sería ideal que aprobaran leyes y que todos se pongan de acuerdo en que las herramientas y tratamientos para la salud mental en España deberían ser públicos y accesibles para todo el que lo necesite. Es una vergüenza que en casi todas las comunidades autónomas haya una lista de espera de meses para ver a un terapeuta de la seguridad social. Mucha gente no puede permitirse ir a consulta privada y necesita ayuda, de ello puede depender su vida. Hay muchísimos psicólogos formados y listos para atender a pacientes que no pueden ejercer porque las arcas públicas no tienen la salud mental como prioridad, y ya va siendo hora de que eso cambie. Sobre todo si ahora se está apostando por unas medidas más sociales.
P: ¿Prefieres ser un altavoz de ciertos temas o una artista que simplemente busque componer alrededor de experiencias personales?
R: Creo que al hablar de mis experiencias personales pongo sobre la mesa temas importantes como el feminismo o la salud mental. Soy una persona con sus vivencias, sus opresiones y sus privilegios y todo ello se acaba reflejando en la música que hago.
P: ¿Las canciones de SilverPoppy acaban pesando sobre la vida privada de Alicia?
R: Las canciones de SilverPoppy narran parte de la vida de Alicia. No pesan sobre ella, pero sí la reflejan en parte. Aunque haya situaciones en las que use fantasía para describir ciertas cosas lo verdaderamente real son los sentimientos que me evocan y que transmito.