Shoda Monkas: «Los artistas no somos propiedad de nuestro público»

Shoda Monkas: «Los artistas no somos propiedad de nuestro público»

Decían Los De Marras que ellos eran capaces de hacer papiroflexia con almas de cartón. El artista que entrevistamos hoy, en cambio, tiene la capacidad de devolver a esas almas su humanismo. Shoda Monkas (Albacete, 1993) siempre ha sido la viva imagen de Gabriel Díaz, sin alter egos de por medio. Su mente, preparada para la versatilidad y la multidisciplinariedad, le ha permitido llevar a cabo una carrera sin convencionalismos. No hay nada seguro en su mañana, solo su esencia de elegancia y chulería.

La humanización de esas almas de cartón, que decía, ha hecho que muchos amantes de la música con cariño le acompañen a su vera en una andadura musical que tiene en su palmarés trabajos como «Paz Feelins», «SuperSport» o «Mum She Loves Me«. Tras finalizar la gira de este último lanzamiento nombrado, el manchego nos atendió en el backstage de la última sala pisada en su tour para mantener una conversación con muchas ideas que desarrollar.

Pregunta: Has llegado al final de una gira que empezó en marzo. ¿Cuáles son tus sensaciones generales de este tour?

Respuesta: En líneas generales, las sensaciones son bastante buenas. Sobre todo me quedo con que estoy aprendiendo. Después de empezar a sonar un poco más, estoy aprendiendo lo que es no llenar las salas del todo, profesionalizar toda la puesta en escena y disfrutando cada momento encima del escenario.

P: ¿El público ha respondido respecto a las expectativas generadas?

R: El apoyo del público ha sido progresivo. Donde antes no había nadie, ahora hay treinta personas. Y donde antes había 100, ahora hay 200. Creo que tiene que ser así para convertirse en algo longevo. Lo que busco no es pegar un pelotazo con nada, siempre he preferido dar pasos firmes y que mi carrera tenga una trayectoria y un porqué. Hay que tener en cuenta que yo llevo sonando tres o cuatro años pero hago música desde toda la vida. Antes de dar giras por toda España con mi proyecto ya estaba pisando escenarios como telonero de gente como el Cheb Ruben o el Charly Efe. Ahora es el momento de probar cómo funciona con nosotros solos.

P: ¿Le das importancia a los números que puedes meter en un concierto?

R: No le doy mucha importancia mientras dé para seguir haciendo música y poder cubrir los gastos de todo el equipo que llevo detrás. Quiero llevar al escenario lo que hacemos en el estudio con una buena calidad, esa es mi prioridad. Además de vivir de esto, claro está. No hay que olvidar que esto es un trabajo como cualquier otro.

P: Los parámetros de la industria musical siempre se evalúan mediante números. No obstante, también son importantes las sensaciones generadas en un artista. ¿En qué punto de tu carrera crees que estás? 

R: Tengo la sensación de que estoy todo el rato a punto de que pase algo.

P: ¿Aspiras a lograr entrar en el podio de la industria?

R: Esto quizá suena algo pretencioso pero yo sé que antes o después va a pasar. Si te rodeas de gente profesional que hace las cosas con cariño, te acaba pasando. Estamos trabajando para eso, no por tener un exitazo de la hostia, sino para que nuestra música sea importante.

P: La importancia de la actitud ganadora y de la evolución constante.

R: ¡Claro! Es que actualmente si te paras, mueres. Mi música realmente toca muchos estilos. Por supuesto me considero rapero, pero por encima de eso soy artista y los artistas crean cosas. Nunca he buscado dar con la tecla porque sé que, si diese con la tecla, me iría a otra cosa. De hecho, cuando suena mucho uno de mis temas, no vuelvo a sacar otro de ese palo. La esencia del proyecto de Shoda Monkas es esa, ir a sacar un tema y que la gente no tenga ni idea de lo que va a escuchar.

entrevista shoda monkas
Shoda Monkas | Foto promocional cedida

P: Fin de gira, vuelta a casa y creo que será el sinónimo de música nueva. Has tuiteado que lo siguiente será un featuring. ¿Se pueden conocer más pistas?

R: Prefiero seguir manteniendo el hype (risas). Os puedo decir que es una colaboración que a mí me hace mucha ilusión. Ha surgido con un montón de amor y es un palo completamente distinto a lo que he hecho nunca. Ahí lo dejo (más risas).

P: Repasando tu trayectoria, has publicado “Paz Feelins”, “SuperSport” y “Mum She loves me”; tres trabajos con 3 atmósferas diferentes. Antes de adentrarte en un álbum, ¿tienes claro qué es lo que buscas?

R: Principalmente lo que busco es mantener la esencia de elegancia y chulería, dos palabras que me representan y que van a estar presentes en todo lo que haga. Se puede ver en un tema como «Pibes en el Club» o en otro totalmente opuesto como «Viral». Ya me he cansado de rapear solo en un bombo y caja. Si cojo ese bombo caja es para que pase algo más interesante que un simple rapeo. Busco, sobre todo, experimentar con mi música y ver hasta dónde puedo llegar.

P: ¿Es tu mayor intención a nivel musical?

R: Mi mayor intención es hacerle ver a la gente que lo que estamos haciendo es música y que, conforme está todo el tema de la cultura urbana ahora mismo, la música es música. Actualmente te puedes encontrar grandes mezclas como la de C. Tangana con Jorge Drexler. El mensaje del pureta del bombo caja es un mensaje contraproducente en los tiempos que corren y yo creo que, si tienes inquietudes en tu vida y quieres llegar a algo, buscas siempre innovar y mantener un equilibrio entre ambición y salud mental.

P: ¿Esta versatilidad también la buscas como público?

R: ¡Por supuesto! Busco artistas que me sorprendan, copias de copias siempre hay. Yo también he pecado de eso y es algo normal, escuchas algo que te mola y te acaba influenciando. Pero a mí me gusta escuchar a un artista y ver su progresiva evolución. A todo el mundo se le puede ocurrir una frase de puta madre en un día lúcido y hacer un tema de barras increíble, pero lo difícil es darle a tu público una cosa diferente a lo último que publicaste.

P: Pero un paso en falso puede hacer que tu público deje de consumir tu música.

R: Partiendo de que estamos aquí gracias al público, tenemos que tener en cuenta que los artistas no somos propiedad de nadie. El público ha decidido escucharnos y también puede decidir dejar de hacerlo. Si tú tienes inquietudes y quieres llevarlas a cabo, nadie te puede obligar a no hacerlo. Y es que el mejor ejemplo posible es C. Tangana, ha hecho todo lo que estaba mal visto dentro de los principios del rap y del hip-hop, lo políticamente incorrecto. Y míralo.

P: ¿Es todo talento o también hay algo de suerte en triunfar haciendo eso?

R: Siempre le he dicho al Shack que hay un talento superior a tener talento, y es saber verlo. Y el Tangana fue quien descubrió a Rosalía, que se acaba de llevar cuatro Grammys latinos. Este caso es admirable no sólo por la música sino por cómo ha enfocado su carrera y cómo ha sabido llevarlo todo. La suerte hace que te pongas Top 1 con un tema, pero tener una trayectoria así y estar llenando estadios en todos los sitios posibles viniendo de un estilo como el rap, es algo que sólo lo logra el talento.

P: ¿Y dónde entra aquí el marketing?

R: El marketing del artista, a nivel musical, consiste en cubrir un nicho del mercado que no estaba cubierto y controlarlo. Pero artistas como C. Tangana, Natos y Waor o incluso Doble V llevan siendo ellos mismos toda su vida, y eso va más allá de lo que puedas entender por marketing. La movida no es llegar, es saber mantenerse. Y volvemos a lo mismo, la magia está en saber mantenerte haciendo lo que te gusta a ti. Puedes respetar los gustos de tu público, pero respetarte a ti es más importante.

P: ¿El Shoda Monkas del futuro se podría permitir sacar música que no saciase los gustos de su público?

R: Toda mi vida he hecho lo que me ha dado la gana. Piensa que me he pasado siete u ocho años comiéndome una mierda llorando en salas de Santander, Bilbao o Barcelona; haciendo conciertos en los que había siete personas que ni siquiera iban a verme a mí. El público se crea y se destruye, y un tema puede hacer que alguien se vaya, pero también conseguir que alguien nuevo venga. Todo se acaba retroalimentando.

P: En tus temas muestras un Shoda con ego y atrevido, pero entre líneas se puede denotar también fragilidad escondida. Antes se decía que el rapero no tenía que mostrar sus debilidades y que no podía hablar de amor. ¿Hasta qué punto es compatible tu llama chulesca con la vena sentimentalista que desprendes?

R: Soy partidario de humanizar las canciones. Yo lo suelto porque lo necesito y la gente empatiza con eso. Creo que es importante enseñarle a la gente que no hay que avergonzarse por tener bajones y por equivocarse. Detrás de los temas hay gente que te admira y que quiere ser como tú, y si tú sólo plasmas chulería en tus canciones, esa persona que se está educando escuchándote no va a saber lidiar con una situación de la vida más compleja. Las canciones no están para educar pero ayudan a comprender cosas.

P: ¿Es la imagen que quieres mostrar a tus oyentes?

R: No, es sencillamente como soy, música con cariño. No pretendo hacer un papel de absolutamente nada. Está claro que si estoy mal no lo voy a mostrar por redes sociales, pero prefiero enfocar esa debilidad en una canción y que la gente pueda escucharla cuando quiera y darle su propio significado. Estoy de acuerdo en que hay que separar a la persona del artista pero también entra en nuestro deber humanizar las situaciones y naturalizar las cosas.

shoda monkas
Shoda Monkas | Foto promocional cedida

P: ¿Es difícil ser rapero en Albacete?

R: Era muy chungo al principio y sigue siendo muy chungo al final. Soy una persona a la que le gusta estar con su familia, con su chica, con su gente… Y me subí a Madrid durante nueve meses, hice lo que tenía que hacer y me bajé. Mi ciudad es mi zona de confort y es donde yo quiero crear mi futuro. Albacete antes era para mí la ciudad en la que nunca pasaba nada, y ahora estamos en el punto en que, si pasa algo en Albacete, es porque lo hemos hecho nosotros.

P: ¿Has tenido ayuda de los consistorios municipales para proliferar tu música en la localidad?

R: Depende el momento. Antes los ayuntamientos se reían de nosotros y ahora vienen y nos quieren pagar una pasta por cantar en los sitios donde antes ni de coña. Eso está guay, ayuda a que todo avance.

P: ¿Hay escena en Albacete?

R: Hay gente haciendo cosas. Nico Miseria, por ejemplo, es un chaval de Almansa que está en el top tanto a nivel de artista como de productor. Lo que pasa es que, a lo mejor, la gente no sabe que es de allí. También te puedo decir al Shack Rose, que ahora está viviendo allí ; al Joan Cortés, que lo que hace es una barbaridad y es de Villarrobledo; o incluso al Stessa Rabbia, que viene conmigo de corista y está haciendo musicón. Creo que poco a poco se va creando una movida muy interesante por allí.

P: Con una actualidad musical tan volátil, ¿es estresante la incertidumbre de no saber lo que le puede pasar a tu carrera el día de mañana?

R: Si quieres ser artista, tienes que saber lo que es ser artista. Hay momentos en los que tendrás picos muy altos y otros en los que tendrás picos muy bajos. Pasas rápido de petarlo a comerte una mierda y tienes que ser consciente de ello. Llevo toda la vida soñando con meter 200 personas en una sala de una ciudad cualquiera que piso por primera vez y ahora que lo tengo, mi cabeza está pensando en lo que quiero que pase en un futuro. Eso tampoco te deja disfrutar del momento. Lo idóneo sería tener la mente centrada en el hoy y no en el mañana.

P: ¿Alguna vez pensaste en tirar la toalla?

R: Por supuesto, lo pensaba antes de conocer a Shack. Lo conocí en un momento de depresión brutal en el que lo único que pasaba por mi cabeza era dejar la música. Tengo dos carreras y he trabajado toda mi vida, pero siempre he tenido como prioridad la música. Llegaba a hacerme 7.000 kilómetros en un año sin ver ni un duro y pisando escenarios donde la gente me silbaba para que saliese el artista principal. En esos momentos sí que se te pasa muchas veces por la cabeza tirar la toalla.

P: ¿La complicidad que tienes con Shack Rose se convierte en un quebradero de cabeza al buscar la mayor perfección posible en los temas que trabajáis?

R: Sí, pasa un montón de veces. Vivimos juntos, somos como hermanos, y a veces nos llegamos a atascar por querer lo mejor para nuestra música. En ese momento lo mejor es relajarnos un par de días y, al tercero, nos sale solo. Por eso hablo de música con cariño, porque es la verdadera esencia de nuestras canciones. Y la gente, sin conocernos en persona, sabe que nos amamos. Eso lo transmite mucho nuestra música. Es como los temas que tengo con Kaze, se nota que tenemos un feeling que flipas. El público no es tonto, se nota cuando un tema se ha trabajado o cuando se ha colaborado por pura conveniencia.

P: ¿Serías el mismo rapper si no tuvieses a Shack Rose al costado?

R: No sería ni la misma persona, diría.

P: Y hablando del otro artista que has mencionado, ¿cómo os conocisteis Kaze y tú?

R: Pues empezamos a hablar y a halagar nuestra música y, al año y pico, se vino de sorpresa a los dos conciertos que di en Madrid el año pasado. Fue fluyendo hasta el punto de que este año hemos hecho dos giras, la suya y la mía (risas). Intentábamos que nos cuadrasen las fechas para yo poder ir a sus conciertos y él a los míos, independientemente de dónde fuesen. Eso es algo que me desencantó de Madrid: mucho artisteo, mucho plástico… Nosotros somos gente de bien, gente normal y corriente, y a mí hay mamoneos que no me molan. Por eso «Mum She Loves Me» es mi casa y en mi casa sólo entran los míos.

P: Aparte de la música, ¿qué significa para vosotros Old Balance?

R: Es una identidad. Es algo que llevo acarreando muchos años y realmente es la eternidad. Somos la gente de siempre haciendo lo de siempre. Ahora funcionamos, antes no y el futuro ya se verá. Somos amigos que nos queremos a reventar tanto en la vida personal como en la profesional, seas camarero o seas artista. Y eso es Old Balance.

P: ¿Crees que se puede triunfar sin tener una imagen definida a día de hoy?

R: Por desgracia, creo que no. Incluso ves grupos como Daft Punk, a los que nunca se les ha visto la cara, y te das cuenta que se han tenido que crear su imagen futurista y anónima para poder triunfar. Pasó también con Gorillaz o con Charlie Hijos Bastardos, gente que no ha querido mostrar su imagen, que no ha tenido una estética de que se le vea a él como persona, pero han conseguido una imagen única. Y ahora la imagen que proyectas lo es todo: está en TikTok, en Instagram e incluso en tus videoclips.

P: Para terminar, ¿qué es lo que más orgullo te da de tu carrera hasta la fecha?

R: Ver a mis padres orgullosos de mí, tener a mi novia y a mis amigos apoyándome y poco más. Es una bendición lo que estoy viviendo aunque el público sea poco. Me siento orgulloso de que estén pasando cosas y de poder disfrutarlo con mi gente.

Redaccion

Artículo realizado por varios/as componentes del equipo de Urban Life

Un comentario en «Shoda Monkas: «Los artistas no somos propiedad de nuestro público»»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *