Rouss: «Planificar las cosas en la música es un error»

Rouss: «Planificar las cosas en la música es un error»

El 2021 ha sido un año lleno de éxitos para muchos artistas englobados en la música urbana. Sin embargo, hay una persona que ha vivido un cambio extraordinario en un año tan convulso como este. El 2021 de Pablo Rouss se puede identificar como un año de ajetreo constante, produciendo los temas más pegados de artistas como Hens, Lola índigo, Abhir Hathi, Recycled J o Enol. No obstante, también ha sido el año en que ha dado rienda suelta a su rol artístico con una trilogía de temas que acaba con «Triste», sencillo que presenta junto a Soge Culebra. Repasamos este año cargado de trabajo con el productor y cantante que ha sabido moldear su vida para llenar de música las playlists de miles de personas. Quién fuese amigo de Pablo Rouss para poder hablar con él sobre música sin límite de tiempo…

Pregunta: Presentas “Triste”, tu tercer sencillo en un año que ha sido un auténtico éxito para tu carrera profesional. ¿Qué buscabas transmitir con este tema?

Respuesta: El planteamiento de mis sencillos ha ido cambiando con el paso de los meses y «Triste» es una continuación de «Ciao» y «La Salida». Hablan de un momento de mi vida en el que tuve una ruptura bastante fuerte. Me sirvió para escribir los temas que estoy sacando y «Triste» habla en el estribillo del amor en el momento más íntimo de una pareja, durante el desayuno. En ese momento no hay filtro, eres tú despertándote junto a tu pareja al natural. Habla de la ruptura y de los sentimientos que la engloban.

P: ¿Y cuál es la conceptualidad que une este tema con los dos sencillos anteriores?

R: «Ciao» es, en resumen, ese momento en el que tú lo acabas de dejar con esa persona y decides que te importe un poco menos, salir con tus colegas y pegarte la borrachera del siglo como si nada de eso hubiese pasado. No asimilas que ha pasado hasta que llega «La Salida», momento en el que lo proyectas en tu mente. Estás solo y únicamente te queda apoyarte en tu colega, que en ese momento era Hens. En los videoclips se puede apreciar eso, salimos de una casa con amigos y recreamos un momento en el que ahogo mis penas en él.

P: ¿Los momentos de mayor lamentación son los que te dan más inspiración a la hora de componer? 

R: Sin duda. Lo curioso es que yo no iba a sacar música hasta dentro de dos o tres años. Estaba totalmente enfocado en mi carrera como productor y no estaba en mis planes. Pero me surgió del tirón. En cuanto me pasó esto, me encerré dos semanas y escribí como ocho temas. De esos temas hay muchos que no han salido a la luz, pero entre esos ya se encontraban tanto «Ciao» como «La Salida». Cuando estoy triste, tengo mayor facilidad para plasmar mis sentimientos en canciones.

P: Teniendo en cuenta que no estaba en tus planes publicar estos temas a corto plazo, ¿por qué decidiste publicarlos en 2021?

R: Porque la música es un poco así. Planificar las cosas es lo peor que puedes hacer. La música sale cuando tiene que salir. Un día te encierras a componer y no te sale nada y en otro que no está en tus planes componer, te sacas varios temas. Me dejé llevar. Este proyecto, como le digo a amigos del mundillo, está hecho por amor al arte. Lo uso como reto, para quitarme ese gusanillo que está tan presente en mí. Porque yo, antes de trabajar como productor, era artista. He girado por toda España con mi banda, comiéndome muchos kilómetros para llegar a salas con apenas 20 personas, pagando dinero y con un montón de inconvenientes. Ese gusanillo que seguía presente desde entonces ha salido y ahora tengo ganas de comerme el mundo, la verdad.

P: Y lo estás consiguiendo. Un gran número de producciones con artistas de gran renombre han acaparado una agenda que no ha cesado en todo 2021. ¿Cómo valoras el año a nivel profesional? 

R: Ha sido una locura. Este 2021 ha sido un sinfín de trabajo muy duro, de muchas horas sin dormir y de muchos proyectos sobre la mesa. Firmé con Sony Publishing en enero y, en esa época, solo había hecho «La Tirita», con Belén Aguilera y Lola Índigo. Ese fue el primer tema que se me pegó como productor, llegando a más de veinte millones de reproducciones en Spotify. Mi experiencia se basaba en eso y en un par de temas de Recycled J. Y a partir de ahí he hecho setenta producciones este año, de las cuales he mezclado también el 90%. Ha sido un año muy laborioso. He ido totalmente en modo automático y ahora, que puedo pensar un poco en ello, no sé si lo podría volver a repetir en este 2022.

P: ¿Crees que has tenido el reconocimiento que mereces con este gran número de obras? 

R: Valorar el reconocimiento que uno se merece es algo que no está en nuestras manos. Siempre digo que cada uno tiene su momento y eso acaba llegando tarde o temprano. Me siento muy valorado con los artistas con los que trabajo y no me puedo quejar ni del año que he tenido ni del reconocimiento percibido. Por suerte he estado en boca de muchas personas tanto dentro como fuera del negocio y me siento muy agradecido por ello. Hace dos años no tenía ni para vivir y ahora vivo muy tranquilo. Por cosas como esa, siempre estaré muy agradecido de las cosas que me pasen.

P: Siempre está en la palestra ese eterno debate del reconocimiento a los productores. Al final, los productores tenéis parte de la culpa del éxito de un tema.

R: Totalmente. Yo soy partidario de pensar que la voz y la producción vocal es parte del éxito de una canción, más allá de la composición y del trabajo base del tema. Pero sí que es verdad que la producción y el desarrollo inicial de una canción, que viene de una guitarra o de un piano, tiene un gran peso. Cuesta trabajo hacer entender a la gente que somos un equipo y que formamos un eslabón de algo mucho más grande. Hay una cara que se ve, pero detrás hay un montón de gente trabajando en ello. Mientras cada uno sepa cuál es su lugar, yo no pretendo ser ni más ni menos que lo que soy.

P: Has trabajado con gente de la talla de Sebastián Yatra, Vanesa Martín, Walls o Lola Índigo. ¿Te esperabas hace unos años estar metido en esta vorágine repleta de grandes nombres? 

R: Para nada, principalmente porque es un sector muy pequeño con mucha gente dentro. Creo que hay productores y artistas con muchísima calidad, a los que respeto mucho, y hacerse un hueco en este negocio es muy complicado. Tienen que reunirse muchos factores: de trabajo, de personalidad, del trato con el cliente, resultadistas… Creo que hay muchos factores que se tienen que alinear para conseguir estar en lo alto del árbol.

P: ¿En qué posición crees que te encuentras tú?

R: Considero que estoy en un camino bastante consolidado para poder ser de los que puedan ayudar a las generaciones venideras a ser mejores y a tener una mentalidad diferente respecto a la industria. Verme aquí después de estar hace dos años en el mundo del metal y del hardcore, habiéndome hecho más de cincuenta discos de ese estilo junto a mi mentor Álex Cappa, da mucho placer.

P: ¿Qué aprende Pablo Rouss en el momento en que pisa por primera vez el suelo de la industria musical?

R: Aprende a trabajar rápido, creo que es lo más importante. La mayoría de las producciones que se hacen, se llevan a cabo con un tiempo muy limitado. Aprendes a trabajar para ayer, pero también a observar al de al lado. En las sesiones te rodeas de gente muy buena en lo suyo y es importante que de ellos aprendas cosas, ya sean otros productores o cantautores.

pablo rouss
Pablo Rouss

P: ¿Has sentido estrés durante este tiempo?

R: Digamos que me he sentido muchas veces desbordado, poniéndome en situaciones límite en las que no quedaba otra que no dormir y sacarlo. También son momentos en los que tienes que tener inspiración rápida, y la tienes que tener porque no tienes otra. Hay un plazo para entregar la pieza y tiene que estar lo mejor posible. Esas situaciones estresantes te ayudan a ver el curro de diferente manera, dejas de ser tan quisquilloso con todo y aprendes a relativizar un poco. Entiendes que lo que hoy está bien, mañana puede que no lo esté del todo.

P: Al trabajar con grandes nombres, tanto en el apartado letrístico como en la mentoría de otros productores, resulta interesante desde fuera comprender ese momento en el que varias personas, con pensamientos y gustos diferentes, se ponen de acuerdo en relación al aspecto sonoro de un tema. Has trabajado con artistas como Recycled J, que siempre tiene clara la deriva que quiere tomar con cada uno de sus trabajos, independientemente del sonido que haya sacado anteriormente. ¿Cómo se solucionan esas discrepancias en el seno del trabajo?

R: Es una pregunta muy buena porque, efectivamente, siempre hay muchas diferencias en el planteamiento de los temas. Somos mentes diferentes, cada uno venimos de nuestra madre y de nuestro padre, y todos no vibramos en la misma sintonía. Has mencionado, por ejemplo, a Jorge, que es un hermano para mí. Con él es un poco confianza mutua. Si yo te digo que esto es lo que necesita la canción, o al revés, eres tú el que me lo dice, de alguna manera busco encontrar algo que encaje con tu planteamiento.

Al final esos artistas con los que trabajas tienen años de experiencia en esto y tienen un trabajo detrás que les avala. ¿Habrá momentos en los que no termine de ver o de entender el planteamiento del que tengo al lado? Pues es posible. Pero en este tipo de trabajos, en los que hay un proceso artístico tan subjetivo, la confianza y el trabajo en equipo es muy importante. Si todo lo focalizas en tu opinión, se acaba minando todo. Pasa de ser un trabajo en equipo a un duelo por ver quién tiene la mejor idea. Eso no beneficia en absoluto a ninguna de las partes.

P: Sabiendo esto y habiendo trabajado en ambos lugares, ¿te sientes más cómodo en la producción de un tema o encima de un escenario interpretando esa canción?

R: Siempre he estado más cómodo detrás, produciendo y componiendo. Me he sentido siempre bien a la sombra, sin ser una persona protagonista. Pero últimamente, con el gusanillo de mi proyecto, me están entrando más ganas de ponerme delante de la cámara para demostrar que no solo valgo para el mundo de la producción y la composición. Quiero reivindicarme a nivel artístico, saliendo de gira con Hens y sacando cada vez más temas. De hecho, salgo con él a cantar nuestro tema y siempre recibo comentarios positivos sobre cómo me ven encima del escenario. Tengo ilusión por ponerme a prueba en ese sentido y ver hasta dónde puedo llegar.

P: Siendo una persona que estaba muy cómodo en la sombra, ¿tuviste dudas a la hora de publicar ese primer sencillo?

R: Fue más fácil de lo que pensaba. Saqué «Ciao» sin ningún pretexto, siendo música que hacía con mis amigos y sin ninguna intención más allá que de disfrutar de ese apartado de la música. De hecho, no quería ni hacer bolos ni nada. Saqué el primer sencillo con la conciencia tranquila, sabiendo que no había una gran ambición más allá de querer divulgar mi pensamiento musical como artista.

P: Ahora ya van tres y todos ellos acompañado por grandes nombres como Walls, Hens y Soge Culebra. ¿Tienes miedo de dar un paso en falso solo? 

R: Pues mira, «Triste» iba a ser un tema en solitario. Tengo dos bandos entre mis amigos artistas, los que abogan por que saque temas en solitario para ganarme cierto respeto y los que me incitan a que haga lo que quiera, entendiendo que el respeto ya me lo he ganado como productor. Estando un día de fiesta, le enseñé a Soge el tema y me dijo que quería entrar en él. Yo ya estaba muy mentalizado en sacarlo en solitario pero la insistencia de Soge ha hecho que estemos los dos ahí. Y tengo pendientes otras colaboraciones de gente muy tocha del mundo del urban a la que respeto mucho.

Y respecto a lo de dar pasos en solitario, creo que es un tema complejo. Va por momentos. Posiblemente en un futuro saque un disco sin ninguna colaboración, pero ahora me apetece hacerlo con amigos. Cuando tienes la oportunidad de colaborar, rechazarla me parece un error. Con Aitana hubo movida por eso, la gente le criticaba que colaborase con todo el mundo. Ella tiene la posibilidad de colaborar con quien quiera, la gente no es nadie para decidir lo que tiene que hacer. Solo hay que mirar a Latinoamérica y ver que hay colaboraciones de todos con todos. Es una maravilla ver que los artistas no tienen prejuicios en colaborar con quien quieren, y de momento voy a explotar eso. 

P: Además, eso se junta con la estrecha relación que tienes con los artistas con los que colaboras. 

R: He tenido la suerte de estar rodeado de artistas que considero mis amigos, a los que respeto mucho y que no han tenido ninguna duda en meterse a hacer una canción conmigo teniendo miles de oyentes. Ese es el máximo respeto que puede tener un artista, no dejarse llevar por los números y moverse por gustos y motivación. Que me respetasen de esa forma cuando aún no había sacado ningún tema es algo de lo que estar verdaderamente orgulloso. 

P: Los artistas con los que te rodeas son pioneros de un nuevo estilo que, mediáticamente hablando, se define como “nuevo pop”. ¿Por qué crees que ha tenido tanto éxito este sonido, sobre todo en la generación más joven?

R: Creo que llevamos muchos años con ritmos latinos como el reggaetón impregnando el Top 50 y era un cambio que todos sabíamos que iba a llegar pero no sabíamos cuándo. Que hayan vuelto las melodías más poperas, con estructuras más dinámicas que se escapan de la repetitiva caja de ritmos y el clásico 808, ha sido una manera de refrescar la industria.

Todos venimos del rock. Nos hemos criado escuchando a bandas como Queen, Metallica o AC/DC y esa energía que tiene el rock and roll siempre ha movido masas. Ese sonido seguirá mimetizándose con otros estilos, que es lo que está pasando ahora con estos nuevos géneros. Hace relativamente poco fue la época del indie, y eso se veía en los carteles de todos los festivales. Ahora es el momento del género urbano y es lo más positivo que le podía pasar a la industria.

Juan Fernández

Codirector en busca de un estilo claro. Del hip-hop al rock y tiro porque me toca.

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