Rocanrola #0 | Primer día de un festival de récord

Un año esperando el evento. El calendario marcaba por fin el comienzo del festival de rap por excelencia del Estado español. La segunda edición del Rocanrola llegaba al Multiespacio Rabasa de Alicante rompiendo todos los récords posibles para demostrar que la cultura del hip-hop sigue presente entre diferentes generaciones.

Más de 65.000 asistentes se dieron cita en el mayor festival nacional de música rap, donde a los más de 50 conciertos de artistas de primer nivel se sumó una propuesta muy completa de actividades entre las que se incluían grafitis, partidos de básquet 3×3 y prácticas de skate.

No obstante, la locura que se iba a vivir por la cultura iba a esperar un día más, pues el jueves día 5 de agosto era un primer contacto en modo de fiesta bienvenida que ya iba a dejar destellos de lo que se avecinaba con las actuaciones de artistas como Juancho Marqués, Foyone o El Langui.

Un Roncarola en obras dio comienzo a las 17:15 de la tarde con la actuación del joven Daps. Sorprendió ver que una gran cantidad de personas decidiesen acudir al primer concierto, no solo del día, sino del evento entero, para cantar a pleno pulmón canciones como «Kids N’ Drugs» o «Lil Nobita».

Este festival daba la oportunidad a la nueva generación de músicos (la «Generación Nintendo» de Daps) de vivir una experiencia única junto con otros artistas que llevan décadas al pie del cañón. Era, a su vez, el primer festival que pisaba el joven madrileño y la experiencia fue única pese a que el sol se pegaba como una lapa en el cuerpo de los allí presentes.

El siguiente artista en salir al escenario fue Alvdesc, apoyado por su familia que lucía camisetas con el cartel de confirmación del festival. Este tipo de eventos permite conocer nuevos artistas y este fue uno de ellos. Su sentimiento enfundado en unas letras tan bonitas como desgarradoras guiaron una actuación que mostró el interior de un artista en plena construcción.

El contraste era obvio con unos Poetas Puestos que reventaron el escenario del Rocanrola con una nueva propuesta más directa con banda que hace recordar a los imperecederos Riot Propaganda. El carisma de Charly Efe y la simpatía de Teko es una fusión única que siempre entra bien. Personalmente, creo que este cambio de registro es un gran acierto de dos artistas que son personas gratas en cualquier escenario.

La mayor concentración de gente del día llegó con el siguiente artista. Pasan los años y Juancho Marqués sigue colocándose en lo alto de todos los carteles independientemente de los discos que publique. Su nuevo trabajo «Paraíso 39» es una mirada a su lado más íntimo. Una progresión musical que le acerca a rincones aún por descubrir de su interior.

Un soprano sigue siendo soprano hasta el día de su muerte y lo refleja cada vez que sube al escenario. Siempre es un placer verle encima de una tarima interpretando todos sus himnos, pero he de decir que esta vez vi a un Juancho más apagado, apesadumbrado, que solo revivió cuando decidió rodearse de sus fans. Los referentes también pueden pasar días malos, y la naturalidad tiene que ser parte de este proceso de duelo.

Pude conocerle detrás de bambalinas y confirmé la humildad que profesa. Tanto fue así que se acercó al público para interpretar una de sus canciones más míticas, «Ibiza». Finalizó una actuación que marcó el punto álgido de una fiesta presentación de un Rocanrola que se preveía apasionante. La fiesta del rap nacional estaba en marcha y nada podría pararlo.

Los conciertos no cesaban. El siguiente en subir al escenario según la planificación era El Langui, un artista que generaba curiosidad entre los allí presentes. Es un clásico entre los clásicos. Sus conciertos cada vez son más selectivos y, por ende, exclusivos. Y siempre es un placer poder coincidir con una leyenda que se ha conseguido ganar una carrera siendo fiel a sus principios ideológicos y enarbolando una bandera de solidaridad y rebeldía.

El de Pan Bendito actuó con una sonrisa en la cara de principio a fin. Sus seguidores se rindieron a él en una actuación que se hizo muy corta y que tuvo como principal divertimento el constante acercamiento verbal con el público. El Langui es muy querido, y la presentación de su disco «Espasticidad» encontró en Alicante un buen respaldo.

Y la sorpresa final vendría de la mano del Gitano Antón, que apareció por sorpresa en el escenario para acompañar al Langui en la recta final del concierto con una traca final con sello de La Excepción. Honor a los artistas que hacen todo desde el corazón. Paz para aquellos que solo buscan transmitir sensaciones positivas a los demás. Y el concierto del Langui, seas fan de él o no, fue una masterclass de cómo hay que llevar a cabo un directo musical.

El último concierto que pude ver esa jornada de jueves fue el que destiló el presidente Foyone. El ambiente oscuro, luces que acompañan esa penumbra y una motivación única por demostrar por qué es uno de los artistas más queridos de la escena; estos fueron los ingredientes que hicieron de la actuación del malagueño una puerta hacia gozar de los grandes éxitos de su discografía.

Acabé de hacer fotos en el foso habilitado para prensa y salí con el público para no perderme nada del que era, para mí, el último concierto de la noche. Había que disfrutar como se pudiera de una fiesta presentación del Rocanrola que no escatimó en gastos y que contó con una serie de nombres relevantes que hacían de esa jornada de jueves un día más que atractivo.

Posteriormente quedaban dos conciertos, el de Costa y el de Yeiko x Toni. Los más valientes se quedaron para terminar a lo grande. Yo, como trabajaba al día siguiente, dejé ahí mi aparición en una primera fecha que mostraba la locura que iba a ser ese festival. Honor a los que organizan eventos como este para los amantes del hip hop.