Review | Rayden – La Casa de Papel EP
El madrileño, apodado Alcalá, ha decidido homenajear la serie de Álex Pina con cinco canciones
Si algo nos ha enseñado esta cuarentena —aparte de la necesidad de reforzar la sanidad pública— es que la cultura es igual de necesaria que comer o dormir. Todos hemos recurrido a leer ese libro que teníamos pendiente en la estantería, visto esa serie que siempre quisimos ver o escuchar aquel disco con el que disfrutábamos tanto en tiempos pasados. Esa necesidad intrínseca de tener el apoyo de la cultura siempre que sea necesario es algo que se tiene que apoyar desde el Gobierno, sea del color que sea.
A veces, algunas mentes consiguen hacer arte a través del propio arte. Esos genios incomprendidos que comenzaron siendo tildados de locos y que acabaron embelesando a toda una multitud. De Rayden, sabemos que la locura venía de lejos. Solo él pudo entrar en el rap para hacer música sin etiquetas que escapasen de los tópicos hip-hoperos y triunfar en el intento. Primero desarrolló lo que ya «estaba escrito», pero poco a poco comenzó dando vida a un «mosaico» de sensaciones compuestas «en alma y hueso». Es, sin duda, un artista diferente, un músico con contradicciones, sumido en una tanda de «sinónimos» y «antónimos» que no necesitan del word reference.
Y ahora se ha apoyado en la serie de Álex Pina para crear una pequeña oda de cinco canciones sacadas de las sensaciones percibidas por sus personajes. Es un hecho que La Casa de Papel es un éxito mundial, llegando a encandilar a gente como Neymar o Stephen King. Es por esto que el arte llama al arte, y Rayden estuvo a la altura de escribir este pequeño EP que mantiene viva la esencia de la serie.
Sin spoilers y apto para gente que no haya visto antes la obra, los temas salidos del cuaderno de David Martínez son sensaciones externas, sin menciones de personajes ni tramas. Es un trabajo que necesita varias escuchas, pero que entra desde la primera. No es un disco de escuchar y tirar ni de «Boom, Boom, Ciao». Comienza con la garra de «Jarana», con ese poder extraído de unas guerreras como Tokyo y Nairobi, uno de los temas más cañeros de este trabajo. A continuación, pasa por el lado más íntimo y lascivo de Tokyo y Rio en una «No Tengas Miedo» que ya pudimos saborear como primer single.
La gran sorpresa llega con «Plan París», un tema previamente llamado «No Me Quiero Enamorar» pero que la cuarta temporada ha hecho cambiar de opinión a Rayden. Una conexión entre polos opuestos que interpreta en primer plano Nicole Zignago con el apoyo corista del artista Menend. Una pieza delicada que se ve tambaleada por el torbellino de «Boom, Boom, Ciao». La contundencia de ese tema será una delicia en directo, con unas gargantas sedientas de gritar esas tres palabras que simbolizan el «te he visto y no me acuerdo».
Pero hay que esperar hasta el final del álbum para poder presenciar la barbaridad hecha canción. Aunque ya la pudimos escuchar con un videoclip brutal, «Itaboy» es un claro reflejo del pasotismo y la locura de Denver. La alianza de Rayden con SFDK es un combo explosivo digno de sonar repetidamente. Ya sabemos de la sobrada capacidad de Zatu a la hora de enfrentarse a un ritmo funk, pero si a eso le sumas la elegancia y pillería del de Alcalá de Henares se queda un auténtico himno.
Es indudable que este artista tiene el triunfo en las venas. Desde sus participaciones en las Batallas de los Gallos, ya se le veía esa capacidad de engatusar a la gente. La hermandad del hip-hop se está abriendo para todo tipo de oyentes, y cada vez es más normal ver variedad en los conciertos de estos artistas. Las etiquetas se quedaron en la puerta de la entrada, y descansarán ahí mientras este poeta siga haciendo música.
Acabo esta crítica escuchando el «Bella Ciao», pensando en su significado de la resistencia clandestina partisana de Italia y esperando con ansias —y un ligero temblor de rabia en la mano— la quinta temporada de esta serie. No puedo vivir sin ti, no hay manera.
«La cultura es el aprovechamiento social del conocimiento», Gabriel García Márquez