Review | Murcia Finest – The Finest Stories
El colectivo de artistas murciano de moda está de estreno con «The Finest Stories«, un trabajo discográfico que alza la calidad musical del rap nacional a niveles casi utópicos. Murcia Finest está integrado por Alex Orellana, J Higgz, Sin H, Jaro Cristo, Jayder, David Escavy y Piezas.
Sentía miedo a enfrentarme a este documento en blanco, intentando poner palabras a las sensaciones que me ha transmitido este disco. Una persona como yo, relegada a un puesto puramente opinativo, no se siente a la altura de valorar algo que se escapa de sus conocimientos. Cuando el periodista del diario Marca relata las jugadas de Leo Messi, lo hace desde una posición de desconocimiento y de inferioridad. Por la mente del astro argentino pasan muchas cosas más de las que el licenciado en Periodismo puede apreciar. Por eso mismo, este escrito no pretende demostrar al mundo la técnica y la belleza de este trabajo discográfico sino demostrar mis sentimientos al respecto. Trasladar al oyente final cómo una persona mundana como yo sintió esos minutos engatusados por unos raperos de otro universo.
Es incuestionable que Murcia Finest es el colectivo de raperos de moda en España. Solo hay que ver la masa que han comenzado a mover, reclutando personas para convertirlas a su religión. La del hip-hop. Y para lograr eso, primero tienen que impresionar a sus compañeros de gremio. Es por eso que cuando ves que en Twitter personas como Legendario, Spok Sponha, Charly Efe, Percless, Zénit, el Kane, F Muñoz y un largo etcétera caen rendidos a su música, esta referencia discográfica solo se puede tratar de algo mucho mayor de lo que se percibe a primera vista.
Y es algo de lo que ellos mismos son conscientes. Juegan con el misticismo, con el hype. Con la sorpresa. Por eso nos presentaron en enero un adelanto como «Haddonfield» donde querían hacer creer al público que lo que se venía era un trabajo de puras barras. En la mente de todos se estructuró un hipotético álbum de referencias tras referencias, donde el egotrip se convertía en un asesino en serie dejando cadáveres heridos por las letras. Pero no es para nada con lo que nos hemos topado en este álbum. Sí, hay barras de masa madre recién salidas del horno en pack de dos, pero no se llevan el protagonismo de este trabajo. Han conseguido ponderar en una balanza todas sus capacidades musicales y hacer de ello un disco más completo y maduro en el que todos crecen a nivel artístico.
Por eso mismo abre este disco nada y más y nada menos que «Brotan Malvas», un track que deja en evidencia que nos engañaron con el primer adelanto. Aquí comprobamos que tenemos enfrente a unos Murcia Finest más líricos que no se achantan ante retos como éste. Primer avistamiento al LP con un Jayder que sobresale con un beat de cosecha propia que da un pase de gol a los artistas que ponen voz a esta canción. Podemos hablar de la virtud de Jaro Cristo y Sin H, pero la sorpresa de este tema lleva la firma de Piezas. Durante las 10 canciones que forman este «The Finest Stories» nos encontramos con sobresaltos producidos por diferentes voces. Cada rapper tiene su momento de brillar, y no hay mayor gesto de comunidad que hacer de un trabajo discográfico algo de lo que disfrutar con la capacidad artística de tus compañeros primero y con la tuya después.
Me recuerda a los temas de bandas de rock, que aprovechan partes de sus interludios o de sus puentes para dar protagonismo a la virtuosidad de sus componentes. Cuando el guitarrista hace un solo o cuando el batería hace gala de su capacidad rítmica en primer plano, muestran a la gente que el peso de la banda no reside únicamente en el frontman. Y aquí precisamente se respira ese aire de compañerismo. Consiguen que nadie tenga más protagonismo que el resto. Es una reunión de amigos que se han juntado para hacer lo que más les gusta: puro rap sin límites.
Cada persona se podrá sentir más atraída por un rapper en concreto según sus gustos. En mi caso, pese a que no hay ninguno que flaqueé en sus intentos de brillar sobre las producciones de Jayder, siento especial simpatía por el que para mí es uno de los mejores artistas de la actualidad. Siempre que aparece J Higgz en algún tema, me deja embobado escuchando la pista. Hace algo que es no está al alcance de todos: conseguir que algo difícil parezca fácil. Tiene un flow que se caracteriza en darle simplicidad a lo complejo. En mostrar su desparpajo de la manera más natural posible. Solo refleja lo que corre por sus venas y cuando entra a «Die Trying» con el estribillo se te caen los cojones al suelo, con perdón por la expresión.
Es evidente que toda persona tendrá sus propios ensalzados porque cada uno aporta algo diferente. No es lo mismo escuchar a un Alex Orellana con su capacidad innata de brillar con sus letras, referencias carentes de relleno que hacen levantar a cualquiera de su asiento, pero transmitidas de una forma puramente serena; que a un Sin H que en cada aparición suya le acompaña una oscuridad y una crudeza latente. Mientras escribo esto pienso en el rap con esmoquin de David Escavy con un cacho en «San Marino» que te vuela la cabeza, o en la entrada y la agresividad de Jaro Cristo en «Haddonfield».
Nada de este disco está colocado con calzador. Cada frase, cada beat, cada detalle… Todo lo incluido tiene su razón de ser. Es por eso que cuesta quedarse con algo en concreto, a la par que es injusto para el resto. He visto a muchas personas alabando, no sin razón, varios temas de este disco. Pistas como la ambiental «Los de Siempre», la efusiva «Snowfall» o la introductoria «Brotan Malvas» se han llevado gran parte del reconocimiento de este disco lleno de auténticas joyas musicales. La gente ha tomado partido por estas piezas únicas en lo suyo.
Y estoy totalmente de acuerdo con ellos, pero hay un tema en concreto que creo que no ha recibido el clamor que merece. Y se trata de la oveja negra del trabajo, el tema que da un paso más que el resto en este conglomerado de tracks. En «Oniria», Jaro Cristo y Sin H miran a sus fantasmas desde un prisma humano y falto de esperanza, donde los miedos cobran vida sobre un rap a tempo lento y elegante. Es el punto de inflexión del disco. El tema que te deja claro que Murcia Finest no ha venido a nuestras vidas para darnos lo mismo que todos. Es la confirmación de que este colectivo tiene la capacidad de hacer de su música algo multidisciplinar.
Pero Jaro Cristo lo mismo te presenta su lado más crudo que te canta un estribillo en «Musashi» sin apenas despeinarse. Los componentes de Murcia Finest recorren largas travesías que les obliga a salir de sus zonas de confort para reformar su ego artístico. Es lo que hace de este disco una ópera magna. Y a estas alturas, si os dais cuenta, se ha hablado poco del Piezas. Eso era porque estaba esperando para referenciar su aportación en el no hit (por ahora solo musical) en «Sekiro.Exe». Prometió un no hit y nos regaló un hit sin golpes. Y la dupla que hace con J Higgz no debería acabar nunca.
Me quedo sin palabras al hablar de este «The Finest Stories». Creo que ninguna crítica hace sombra a la calidad técnica y sonora que rezuma. Lo mejor es inmiscuirte en su música para dar tu propia valoración del trabajo. Por mi parte, estoy deseando cobrar para poder comprarme la edición física del LP y sumarla a mi colección. Al Piezas le hará especial ilusión que lo coloque junto al «Eat Me, Drink Me» de Marilyn Manson. Tenemos que estar orgullosos de tener una generación de raperos que representen de esta forma los códigos del rap nacional. Hacen justicia alzando la escena murciana que tanto nos ha dado y que tan poco reconocimiento ha obtenido. Como alicantino, estoy más que contento al ver que los vecinos lo están consiguiendo. Viva el rap español. Viva Murcia Finest.
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