Rayden: Sinónimo perfecto de música

Rayden: Sinónimo perfecto de música

El pasado viernes 17 de mayo, Alicante acogía el retorno de la gira Sinónimo Tour de Rayden en Sala The One. Sentimientos fuera, esto fue lo que pasó.

Suena “Highway Tune” de Greta Van Fleet, pero no estamos en La Vida Moderna. Un puño en alto de telón representa lo que se va a vivir en Alicante. Rayden es criticado y aclamado por partes iguales. Mentes cerradas de esta cultura no comprenden una deriva de la música urbana fuera del boom bap clásico. Y para todos ellos, el poeta con alma y mente contestataria deleitaba con una escenografía propia de Rage Against The Machine y un directo muy de Riot Propaganda.

600 personas no quisieron perderse el concierto del madrileño, entre ellas el padre de Cristina, que aseguraba tener en su bandolera un libro y un CD esperando ser firmados. Con euforia, el señor llamaba a David, buscaba la ayuda de los fotógrafos e intentaba poder conocer al artista. Arrancó el concierto y empezó a darlo todo. Mis impresiones se pueden basar en la sonrisa de aquel ilustre hombre, cuya juventud había vuelto en aquel concierto.

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Rayden y Medi | Foto: Juan Fernández

Tan enérgico como Rayden, que se mueve como pez en el agua. Le gusta su profesión y se palpa en ese disfrute, esa intensidad para hacer vibrar a todo un respetable que aplaudía junto a él. No se olvida de sus inicios en el freestyle, tampoco de toda su banda, el soporte que consiguió hacer de esta cita un recuerdo inolvidable para mucha gente. Y, aunque alguna pega siempre queda, la sensación estaba siendo alucinante. Los Prophets of Rage españoles, eran un altavoz para dar a conocer las injusticias de la sociedad.  Un aliento feminista con “Caza de Pañuelos” y un apoyo al conjunto LGTBI con “Amalgama”. Y abajo los días internacionales de cosas por las que se tienen que luchar los 365.

Esta crónica se basa en la superficialidad de unos pequeños actos que brillaron aquel día. Una dedicatoria a un familiar perdido, una mirada minimalista solo ante el peligro con “Los Dioses También Sangran” o un tatuaje musical con “Ubuntu”. Tampoco faltó la magia de “Imperdible”, aunque Medi no suena igual que Sidecars, pero se le quiere.

Hay tres instantes concretos de la actuación donde se erizó la piel de más de uno, yo incluido. La primera fue en “Finisterre”, esa oda a la música que esta vez no significó el final. Toda una sala coreando el estribillo de Leiva es una estampa digna de las mejores estrellas, y si encima se juntan en un tema dos referentes nacionales solo puede pasar algo bueno.  La segunda, la dulce e intensa “Abrazos Impares”, donde colaboró la artista local Gema. Su talento va más allá de programas musicales y demostró que se puede tener seguridad en el escenario con nervios. La tercera, y para mí más especial, fue la ejecución impecable de un “Haciéndonos Los Muertos” que me hizo llorar literalmente. Auténtica magia.

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Rayden | Foto: Juan Fernández

Sigue aclamando que el rap no está muerto mientras se acercan meteoritos intentando destruirlo. Pero en la escena, David funciona como un haz de luz que ha encontrado una renovación estética y cultural. Por ello transporta a sus fieles a un mundo de luces donde no hay reyes ni se rige por el capitalismo.  Por mucho que pasen los años, su música no será pólvora mojada. Aunque aumenten las presiones y haya que hablar más bajito, su “Matemática de la Carne” siempre será un secreto a voces. Y, dicho esto, no se me ocurre dónde incluir “F.D.M.P.P.A.”.

Era mi primer concierto de Rayden, pero no dudo en que nos cruzaremos de nuevo más pronto que tarde. Ero todo tan intenso que un miembro de la crew podría estar siendo padre en ese mismo momento. Me faltó ver el USB, espinita clavada, y descubrir cómo se lo pasó el padre de Cristina desde que le perdí la vista. Seguro que bien, porque mal es imposible.

Juan Fernández

Codirector en busca de un estilo claro. Del hip-hop al rock y tiro porque me toca.