Neisha: «El odio al autotune es parte de un clasismo integrado»
Moderneo animado. Recién llegado a Barcelona, me cito en el Raval con una artista que, si bien ha encontrado un lugar propio desde el que interpretar su música, está conviviendo con la lucha de quien vela por que su proyecto siga adelante. Neisha se hizo un espacio dentro del circuito urbano catalán con Crimen Pasional en 2016, lugar desde donde comprendió lo bueno y lo malo de una industria que evoluciona a pasos agigantados. Ahora, vuelve con fuerza con el lanzamiento de «Anime en Català» (Delirics, 2023), un álbum donde proyecta varios géneros musicales que hace suyos.
PREGUNTA: Presentas “Anime en català”, un disco que muestra a una Neisha muy versátil. ¿Buscas ser reconocida por esta versatilidad dentro del género?
RESPUESTA: Sí, creo que el disco es muy ecléctico dentro de la música urbana y que toca diferentes estilos. No es como un disco de trap o de reggaetón sino que tiene pinceladas de todo porque yo prácticamente escucho todas las músicas urbanas. Creo que he conseguido plasmar en él mi intención de buscar la variedad sonora.
P: ¿En qué momento pensaste que tu disco iba a tener una temática tan única como el anime?
R: El inicio fue muy orgánico. Empecé a hacer una canción, me salió «One Piece/Eva», luego me salía otra idea y era la de «Succubus», y veía que todas las ideas que me salían iban ligadas al mundo del manga y el anime. A la hora de unirlo, puesto que en Cataluña hay mucha cultura del anime, vi que eran dos mundos que han estado juntos desde hace 20 años. Hay dos o tres podcasts que se hacen sobre este tema en Cataluña, hay muchas referencias en los canales de dibujos y la mayoría de oferta de dibujos animados es anime. «Anime en català» es una terminología que se usa para detectar qué animes han sido traducidos al catalán y vi que yo estaba dentro de esa movida.
P: ¿Se puede decir que el álbum contiene, de alguna forma, un acercamiento de tu música a la generación millennial?
R: Yo soy millennial y, aunque sí que comparto espacios y entiendo lenguajes de la generación Z, hay una nostalgia millennial muy presente y creo que ahí es donde encuentro el nicho o las personas a las que va dirigida mi música, aunque luego puede ser que otras personas conecten. También ha coincidido que, tras unos años de parón de manga y anime en catalán, ahora se ha vuelto a impulsar esto desde TV3 y vuelven a emitir todas las series otra vez, así que creo que hemos llegado al mismo momento.
P: Este álbum no es solo anime. Muestras una dualidad entre lo expresado en la letras y una sensualidad que acapara la parte audiovisual del proyecto, ¿cómo has juntado esas dos vertientes?
R: La parte audiovisual tiene también una conexión directa. El 3D que usamos es el 3D que se usa ahora en el anime, que es todo muy electrizante. Por su parte, me siento identificada con las gyarus, que son las chicas adultas en Japón que todavía tienen un punto de rebeldía, pues ya no están en el instituto pero se siguen vistiendo con el uniforme, siguen escuchando la música pop de los animes y siguen siendo otakus. Reivindican toda esta rebeldía infantil a no querer que el mundo adulto sea tan sobrio y tan estructurado. La sexualidad entra dentro por un tema de la edad, como las gyarus, soy una mujer adulta que se puede permitir exhibirse de esta forma.
P: ¿No te sientes cómoda con el mundo que te rodea?
R: Creo que hay mucho malestar social en general. Es una forma de darle un poco de color y de buen rollo. Los japoneses lo hacen mucho delante de las adversidades y de los malos momentos, siempre se genera algo bonito o divertido del malestar y de todo esta imposición social que hay por ser adulta responsable y seguir unos caminos normativos.
P: Utilizas la catalogación de Hyperneisha. ¿En qué se diferencia esa Hyperneisha de la Neisha del día a día?
R: Para este concepto del álbum me ha ayudado Rubén (@gutttosensit en Instagram), quien a través de contarle mis ideas ha redactado el concepto. El formato lo planteamos como una temporada de anime: hay opening y ending, las canciones serían como capítulos, y trataría, desde un punto de vista aristotélico, sobre el crecimiento personal y la evolución del yo, que es como se podría adaptar a los shonen o a los shoujo, que son animes en los que hay un protagonista que va creciendo.
P: Los shonen que yo conozco son los que tienen muchos capítulos, ¿crees que tu carrera puede ser un shonen de esos largos?
R: Ojalá que mi carrera sea así. Al menos mi vida personal sí que me la tomo como un shonen y mi carrera musical está dentro de mi vida personal y de mi crecimiento… De hecho, muchas veces, cuando algo me sale mal, me lo tomo como un reto y me propongo luchar más para que salga mejor la próxima vez. Desde que estoy metida en el mundo del manga y del anime, las adversidades me motivan. Antes me chafaban un poco más con las cosas, pero creo que esta cultura enseña mucho a renacer todo el rato y a que los golpes solo sean avisos de que tienes que trabajar más porque te espera un futuro mejor.
P: Esa filosofía es buena, sobre todo viniendo de desarrollar un proyecto musical en un momento tan complicado para el sector con el tema del COVID-19 rondando. ¿Ha sido esto un problema para ti?
R: Aunque la profesionalización del proyecto ha llegado post-coronavirus, sí es cierto que la sociedad se ha mostrado resentida en algunos aspectos. Sin embargo, creo que esto también ha servido para ampliar horizontes y encontrar nuevas letras. Yo, que siempre había tratado mucho temas de amor y de sexo, en este disco he tocado algunas temáticas como la conciencia de clase, que creo que es algo sobre lo que me reconforta escribir y que está más ligado a esta etapa del coronavirus.
P: ¿Crees que los jóvenes lo tenéis ahora más fácil a la hora de relanzar vuestras carreras?
R: Sí, creo que hay muchos recursos ahora y está al alcance de más personas llegar a la composición y a la producción musical, pero esto también crea mucha competencia y monopolización. Dicho de otra forma: es más fácil componer y producir canciones, pero es más difícil llegar a tener un reconocimiento real. Como artista, si no te programan para ciertos festivales, es más difícil hacer conciertos. Hay una dualidad puesto que hay más oportunidades y más recursos, pero es más difícil llegar.
P:¿Cómo intentas luchar contra eso? ¿Qué es lo que crees que te caracteriza para diferenciarte del resto?
R: Yo pillo la música que me gusta y hago mi propia versión; por lo tanto, creo que referencias no me faltan. Siempre que trato un género, lo hago con mucho cariño porque lo he escuchado durante años antes de componer algo sobre ello. Y creo que eso es algo que quizá me diferencia. Hay gente que dice que está de moda el reggaetón y se hace un temita de reggaetón para el verano. Ese no es mi posicionamiento. Llevo escuchando reggaetón desde los 10 años y tengo muchas referencias, entonces cuando hago un tema de reggaetón, creo que lo hago con el conocimiento necesario. Nunca voy a hacer música que no me gusta porque crea que puede encajar.
P: Uno de los referentes de eso en Cataluña fueron la P.A.W.N, se convirtieron en los precursores de un movimiento cuando todavía eso no vendía. Ahora, tú tienes un tema como «Piscis» con Lil Guiu. ¿Qué valoración tienes de la P.A.W.N?
R: Son el primer grupo de música urbana en catalán y se tiene que respetar su lugar. En América, por ejemplo, que es de donde cogemos las influencias del trap, siempre se juntan los artistas de los inicios con los nuevos, y hay que estar abierto a eso aquí siempre que se admita el papel de cada uno. Creo que deberíamos estar todos más juntos para que haya una escena catalana real y bien cohesionada. Que realmente se sienta que hay una escena.
P: ¿Cómo es tu relación con Lil Guiu y cómo surgió esta colaboración?
R: Con Guiu no es la primera vez que colaboro, tenía un grupo antes que se llamaba «Crimen Pasional» y ya hicimos una canción con él. Hay una amistad forjada desde hace años, de encontrarnos un día, vernos y decir que tenemos que ir al estudio. De hecho, de todas las veces que hemos dicho de ir, tenemos tres o cuatro temas pendientes.
P: Y fuera de la P.A.W.N, ¿has recibido el feedback de otros artistas del género?
R: Creo que ahora el disco está muy verde. Acaba de salir y yo sí que espero, ahora que tengo algo nuevo que mostrar, que salgan colaboraciones a raíz de enviar mi disco a algunas personas. Yo tengo una lista de artistas con los que me gustaría, pero claro, hay que recibir la energía de ambos lados. Ahora es hora de mover el disco y seguir trabajando.
P: Estás en un momento de creatividad en el que necesitas ir a por más.
R: Claro. Ahora, al haber sacado el disco, las últimas sesiones de estudio que he hecho han sido más de retoques finales. Y mi momento favorito de todo lo que implica hacer música es el rato del estudio de escribir, componer y grabar.
P: ¿Cómo catalogas el recibimiento de este trabajo por parte de la gente?
R: Muy bien. Estoy muy contenta con el equipo con el que trabajo. Gracias a María que hace la prensa, estoy viendo buen recibimiento de medios, y luego lo estoy viendo también a nivel de escuchas. No esperaba feedback alguno porque llevo mucho tiempo parada, pero me ha sorprendido la acogida positiva que ha tenido el disco. Eso también me está animando a seguir sacando música porque veo que tiene potencial.
P: Creo que lo más positivo que tiene tu disco es que ninguna canción es igual, utilizas géneros diferentes pero los trasladas a tu personalidad. ¿Crees que eso también puede hacer de ti una marca o una identidad que no tengan el resto de artistas?
R: Sí, esto me están diciendo, que escuchas mi disco y, aunque ves que es muy ecléctico, todo suena a mí y aunque parece que todo es diferente, a la vez tiene todo un perfume parecido. Creo que ese puede ser también un punto que me diferencia del resto.
P: Volviendo al anime, algo que predomina mucho en ese mundo es la exaltación de sentimientos. Se evidencia mucho cuando un persona llora, ríe o se enamora. En cambio, la exaltación de sentimientos no se aprecia a primera vista en tu música.
R: Al final es música urbana y, dentro del género, siempre hay un estilo de keep it cool, de mantenerse un poco con dignidad y de vacilar o de tirar beef o de estar como por encima de las cosas. Y estás hablando de los temas desde un punto de vista concreto. Yo creo que me abro mucho en este disco y realmente hay algunas canciones o algunas frases en las que me veo sobreexpuesta, como en la bachata «Estira-i-arronsa». Hay cositas personales que a veces me da vergüenza poner en público pero, por ejemplo, en «Res en algo», aunque vacile, siento que me expongo y que si solo quisiera ser una chula y una diva, hay cosas que no diría.
P: ¿Crees que el género está ganando terreno a la música de trompetas en Cataluña?
R: Por un lado, yo estoy contenta porque en Delirics no hay este tipo de grupos, son proyectos más urbanos. Cataluña es un país en el que se encuentran muchos estilos y hay dos tipos de Cataluñas: la Cataluña del esplai, que es la más popular, y toda una generación más kinki que está mezclada más con el rollo charnego. Ahí se encuentran las familias de la inmigración andaluza y demás. Y aunque me sienta catalana, no me siento tan ligada a ciertas tradiciones o a ciertos códigos.
P: Creo que la cultura de la diversidad y la juventud ha abierto más puertas en este sentido a Barcelona.
R: Se podría decir que sí. Yo me encasillo más, en el marco de la cultura del club, dentro de una perspectiva LGTBI. Aunque yo soy una chica dentro de una relación heteronormativa, soy bisexual y estoy muy metida dentro del mundo. Es una Barcelona más queer.
P: Sin embargo, la juventud artística ha abierto unas puertas que el público puede o no comprar.
R: Realmente, si a mí alguien me dice que no puedo decir mi orientación sexual o que tengo pareja, podría adaptarme, pero veo que está un poco abierto esto. Nadie me está diciendo lo que puedo o no puedo decir. Vamos a ensayo-error, porque a veces yo me suelto mucho y digo cosas y luego preferiría que no fuera público.
P: ¿Cómo te sientes en una industria en la que predomina el prototipo de trapero hombre cis-hetero y normativo?
R: Las mujeres y las personas racializadas, como todas las minorías o colectivos oprimidos, ya estamos acostumbradas a convivir con esto. A día de hoy me acerco más a personas que están en proceso de deconstrucción de su masculinidad. Estamos generando una nueva escena, una nueva industria. Incluso hay muchas empresas que acaban usando la bandera LGTBI como marketing, cosa que criticamos desde los colectivos.
P: Y no solo predominan a nivel de artistas, también en otros ámbitos más opinativos.
R: Sí. Incluso a mí alguna vez me han dicho que el reggaetón no es feminista, que me hipersexualizo. No se entiende qué representa cada acción individual y ese otro paso más sobre el que avanzar.
P: ¿Crees que te hipersexualizas?
R: Creo que voy según mi mood del día. Igual hay días que me apetece estar más tapadita y no me apetece llevar top y minifalda. A veces tengo la energía disponible para ir súper provocativa, con escote, minifalda, tacones… y luego hay días que me apetece proteger más mi cuerpo. Creo que es bueno respetar la expresión de la gente. Igual que hay que respetar a las personas no binarias o a las de género fluido, personas que un día tienen la feminidad más marcada y, otro día, la masculinidad.
P: ¿Estás a favor de las etiquetas en todos los ámbitos?
R: Por supuesto que estoy a favor de las etiquetas, me gusta clasificar las cosas, sobre todo en la música. No me gusta, en la música, la gente que no se etiqueta. Lo siento, cari, haces trap igual que todo el mundo.
P: Es una opinión muy tajante y cada vez hay más artistas que son disidentes de ser etiquetados.
R: Hay que informarse un poco y tener referencias, de dónde las estás tomando, de que música estás haciendo, y entonces poner unas etiquetas que no tienen por qué ser concretas, pero que ayudan a definir. Yo te puedo decir que hago reggaetón, pero no el reggaetón mambo electrónico o electrolatino más puro, hago un reggaetón que se ha importado a Europa desde la escena de club y que entra más dentro del mundo de la electrónica.
P: Haces uso de etiquetas más complejas.
R: Si huyes de las etiquetas haciendo una música ambient que no entiende nadie, vale, pero huir de las etiquetas con notas de dancehall o de reggaetón o de trap…
P: ¿Hacía dónde quieres enfocar tu música? ¿Te ves diferenciándote en tus directos?
R: Creo que mi persoanlidad encima de un escenario va más por gente como La Zowi. La Zowi lo pasa mal en directo, no se sabe la coreografía, sufre en algún momento, el autotune puede no estar bien puesto… Pero a nivel de mensaje y de estilo, me pongo a la Zowi para empoderarme, para salir a la calle y para subirme los ánimos. Bad Bitch Mode y para la calle con actitud.
P: Cada artista destaca en un ámbito, si miramos así. Y La Zowi no es la mejor valorada en ese sentido.
R: Es como el sistema educativo. Si todos vamos con los mismos exámenes, unos aprueban y otros no. Si cambian los sistemas de juzgar a los artistas y a cada uno se le juzga por sus virtudes, pues al final todo el mundo es bueno en lo suyo.
P: ¿Crees que estás en ese punto?
R: Creo que ahora mismo lo estoy, pero si tengo la oportunidad de tener conciertos que defender y ensayos, mi intención es ir más hacia un directo con un espectáculo más interesante, que no sea solo actitud racheta. Además, hay que practicar mucho a nivel vocal, que muchas veces la gente de la música urbana usamos el autotune pero muchos desconocen que también se tiene que practicar.
P: ¿Qué opinas de la gente que critica el autotune?
R: Ahí hay un clasismo integrado del que mucha gente no es consciente. El odio hacia el reggaetón es un tema clasista de personas que quieren mantener sus privilegios y no están dispuestas a ceder espacio a músicas que consideran de segunda porque no están dentro del academicismo. Y qué fuerte que sean los propios rockeros quienes estén ahora académicos cuando el rock and roll en su día era lo que rompía con lo clásico. Usa tú el autotune sin saber entonar y sin saber cantar un poco. Quizá no seremos los mejores en afinar, pero es que nuestro género no va de eso y tenemos nuestro instrumento favorito.
P: Para finalizar, ¿cómo te ves de cara al futuro? ¿Crees que vas a seguir innovando musicalmente?
R: Tengo varios frentes abiertos. De momento, ya estoy dentro de la industria y hay cosas que me hacen ilusión a nivel de mi carrera musical, que es mejorar los directos, hacer colaboraciones y seguir haciendo canciones de música urbana. Acabo de empezar, de firmar con una agencia y de sacar disco; por lo tanto, creo que me queda un largo recorrido musical para poner en práctica todo eso.
P: ¿Y fuera de este proyecto musical?
R: A nivel artista amateur, hay proyectos que también tengo ahí latentes. Uno de ellos es el de seguir musicando poemas en catalán, algo que ya comencé en 2021 con la publicación de un EP. Es un proyecto que va a convivir paralelamente con el de Neisha porque también forma parte de mí. Dolcesa Bruna es mi alter ego culto.
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