Natos y Waor: de cantar en casas okupas a reventar el Wizink Center
No se me ocurre otra forma de comenzar este artículo que no sea mencionando que lo que ocurrió el sábado 18 en el Wizink Center en Madrid fue histórico. Gonzalo y Fernando, conocidos artísticamente como Natos y Waor, reunieron a seguidores de su quinta, los apodados por ellos mismos como la “generación perdida” -la escuela de los Levi’s petados, los tatuajes, las ojeras y los pendientes de aro- y la venidera.
Para mí era inevitable caer en el recuerdo y en la comparación entre lo que en el Palacio de los Deportes estaba aconteciendo y algunas de las actuaciones de Natos y Waor que varios años atrás había tenido el placer de presenciar. Por entonces, Gonzalo y Fernando actuaban ante un millar de personas en una de las salas adheridas al Palacio Vistalegre. Los tiempos del “grabando en una okupa o en un garaje sin más” ya habían quedado atrás y por entonces el dueto madrileño presentaba el trabajo conocido como Martes 13, sin hacerse una idea de lo que el futuro les tenía preparado a nivel profesional. “La ciudad que tantas veces nos vio caer ayer nos vio coronar”, decían en redes Natos y Waor tras el concierto del pasado sábado.
«Rumba», canción que da comienzo a su último disco, abrió a su vez el show. Un fiel reflejo de lo que querían sus fans. Bastó solo un tema para dar paso a «Elegante», que incluye una de las barras más sonadas del dúo y que fue coreada por algunos de los seguidores más antiguos: “ya no soy delincuente ahora soy cantante”. Cantantes, en efecto, que colgaron el cartel de sold out en horas en un espacio con un aforo para casi 16.000 personas. Y que, no contentos con ello, llevaron a figuras que han colaborado en hits históricos de su carrera: Chaman, con «Martes 13», Kutxi con «Quiero volar», Costa con «Rocknrollas» o Fernando Costa con «Hustlers». También hicieron que disfrutaran los enamorados del recinto con «Por ti» con Denom.
Muchos de ellos portaban su merchandising de Hijos de la Ruina, colectivo que dejó una serie de himnos que durante la “edad del pavo” acompañaron a muchos de los presentes. Y es que es imposible hablar de Gonzalo y Fernando sin pensar en Jorge Escorial. Por ello, Recycled J, el que un día fuese conocido como Cool, tuvo un papel protagonista en la velada del sábado, entonando canciones como «Sudores Fríos», «Hija de Puta» o «Carretera». “Hijos de la Ruina 3, tres hurras”, gritaban a coro las miles de personas presentes en el Wizink.
La memoria de Natos y Waor estaba inevitablemente plagada de recuerdos del largo camino que les ha llevado a la cima. “Todo el mundo nos decía no vayas por ahí, sigue el camino recto, haz lo que tiene que hacer todo el mundo. Pero no hicimos caso, nosotros somos bichos raros”, decía Natos para presentar «Bicho raro», del álbum de «Cicatrices». Lo cierto es que estos dos chavales que algún día decidieron dejar de hacer caso a la sociedad están en todas partes: en sudaderas, como cabeza de cartel de los festivales más grandes o en lo alto de las listas. Pero si una de ellas sobresale por encima de todas es que, como ellos decían, ”¡somos los padres de esto!”.
Las linternas de los fans enfocando directamente al escenario y dos sillas para cada uno de los artistas fue lo único que necesitaron para poner los pelos de punta hasta al guardia de seguridad que custodiaba la puerta de entrada cuando entonaron «Tenías razón», canción más emotiva del último álbum. ¡Cómo han cambiado las cosas!. De conducir un Scénic como quien lleva un Ferrari a llevar la silla del bebé en el Serie 3.
La emotividad fruto de haber recordado el paso del tiempo y el camino que han recorrido no fue, por supuesto, la guinda que puso fin al pastel. “Es como la cocaína” fue el tema elegido a modo de coda final para dar cierre al show, poniendo patas arriba el pabellón y obligando al público a dar lo último de sí. La noche del sábado 18 de febrero de 2023 queda para los restos, dejando el listón muy alto para una segunda fecha que se celebrará el 14 de octubre de este mismo año en el mismo recinto.
EN COLABORACIÓN CON DAVID ZAPATA
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