Música urbana: la realidad de una cultura

Música urbana: la realidad de una cultura

Son años agraciados para la música urbana y todo lo que le rodea. Los fenómenos de masas cuentan con un porcentaje bastante elevado de artistas urbanos entre sus filas. La utopía del trap es una realidad, la juventud del rap es promesa futura, la insistencia de los consolidados es un hecho .

Todos los que presagiaban el final de una época de pantalones largos abultados y caídos, con camisetas deportivas de tirantes y zapatillas Nike desgastadas se han topado con una renovación estética y artística que no ha hecho más que agrandar el legado de la cultura. Los pantalones pitillo y las camisetas largas básicas han cogido el relevo sin cambiar el mensaje ni la vía.

Muchos se llenaban la boca de alegrías al asegurar el estancamiento que estaba por venir y, viendo lo que hay y lo que vendrá, se han tenido que tragar esas palabras cual pastilla sin agua. El espíritu nacional e internacional de la música urbana tiene su punto más álgido aún lejos. No tiene más que crecer y esto se puede observar con hechos pragmáticos.

Éxitos de ventas

La separación de Violadores del Verso trajo consigo la evolución exponencial por separado de sus cabezas más admiradas por el público. Kase.O abrió «El Círculo» de odas y admiraciones por sus composiciones llenas de críticas sociales y rap de la vieja escuela, mientras que «el rey de las cantinas» Sho-Hai siguió la estela de su compadre con «La Última Función». Ambos han revolucionado el panorama con giras extensas y llenando grandes salas de todo el país y demás tierras de habla hispana.

El reggae no se queda atrás en esto de reconocimiento. El chico de fuego, siempre que saca nuevo trabajo, se corona como líder de su parcela. Fyahbwoy y su «F.Y.A.H.» no paran de recibir grandes críticas que lo apuntan como el mejor trabajo de la carrera de Swan. Lo cierto es que está siendo un éxito de ventas en una época donde precisamente el formato CD está quedando muy obsoleto respecto a las plataformas digitales como Spotify, SoundCloud o iTunes.

Todo va sobre ruedas e incluso algunos se pueden permitir jugar con el género e incluir diversos matices de índole tan dispar como arriesgada. SFDK es capaz de sacar un LP tan puntero como su último «Redención» e incluir referencias al funk, al soul o incluso al flamenco tan arraigado en su tierra. Es una nueva época para el grupo de Zatu y Acción Sánchez, dejan los prejuicios a un lado y apuestan por lo diferente y atractivo.

La novedad del trap

Ya llevaba tiempo despuntando por medio planeta pero desde que se ha descubierto en España, tal ha sido la acogida que va a tardar en desaparecer de la vida cotidiana. Son muchos los detractores de este género, incluso entre los amantes de esta cultura, pero han conseguido una notoria relevancia en la sociedad.

C.Tangana fue capaz de cubrir toda Gran Vía de Madrid con lonas publicitarias de su disco «Ídolo», ha sido varias veces de los asuntos más comentados en redes sociales y ha conseguido una de las canciones más escuchas del pasado año con «Mala Mujer». Se le puede criticar por muchas cosas, pero la realidad está ahí y no se puede modificar.

Otros artistas como Kidd Keo, Pimp Flaco, Kinder Malo, Dellafuente, Bad Gyal, Yung Beef y una larga lista de músicos de ayer y de hoy del trap español han dejado su huella en un género que, repito y repetiré miles de veces, ha sido un éxito absoluto pese a quien le pese y se lleve a quien se lleve por delante. También en latinoamérica se ve esta evolución con promesas como Duki, que recorre Argentina haciendo una gira por grandes teatros de su país.

Promesas urbanas

Esto no sería posible si en la recámara no hubiesen jóvenes promesas que pisasen fuerte para hacerse un camino en este mundo. Un ejemplo de ellos es Beret, el sevillano que con tan solo 21 años ronda los 70 millones de reproducciones en su canal de YouTube. Cada tema que publica se torna viral en tan solo unas horas. Esto no es fácil y resulta muy meritorio. Las estadísticas están para romperse, y Beret las está batiendo todas.

Otro caso parecido es el de Kaze. El murciano ha conseguida a su corta edad convertirse en un fenómeno de masas y colaborar junto a otros artistas como Shotta, Ambkor o los propios SFDK. La juventud que se inicia en el hip-hop se ve reflejado en las letras, la actitud y, en general, en artistas más afines a su edad. Otra evidencia más sobre el crecimiento de un estilo de vida.

Carteles de festivales

Siguiendo la propuesta del Viña Rock por la mezcla de géneros, cada vez son más los festivales que contratan música urbana para sus carteles debido a la gran acogida que generan. No se sabe si es una apuesta por el género o más bien una acción para captar espectadores, pero sea lo que sea es casi un alago que nos utilicen como medio de obtención de beneficios.

El Valencia Music Experience ha creado un día, el viernes 6 de julio, únicamente para la música urbana. C.Tangana, Kidd Keo y Bad Gyal serán los representantes en La Marina de Valencia de la corriente musical de moda en el panorama nacional.

Otros eventos como el Rabolagartija o el Pirata Rock también apuestan activamente por el rap y el reggae como  estandarte y referencia de un hito artístico. En Villena estarán actuando músicos como Nach, El Langui, Kase.O, Julian Marley, Lagrimas de Sangre, Mártires del Compás, ZOO, Pupil·les o Machete en Boca. Por su parte, en Gandía se harán paso  artistas como Green Valley, Sho-Hai, SFDK, Iseo & Dodosound, Ayax Y Prok o Pirat’s Sound Sistema.

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Están alimentando a la bestia. Es un crecimiento que pone los pelos de punta. No es una simple referencia a discos que hicieron historia, sino a una generación en pie de lucha. Antes se solía hablar del «2001 Odisea en el Lodo», «Poesía Difusa» o «Vivir Para Contarlo». Ahora este fenómeno tiene nombre y apellidos. Se llama música urbana, da igual la modalidad, el género o el sonido. Esto no para.

Continuará…

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Juan Fernández

Codirector en busca de un estilo claro. Del hip-hop al rock y tiro porque me toca.