Mister Barcelo: «Quiero volver a RedBull»

Pablo Barcelo es una persona multitarea. Todo el mundo lo conoció con las Batallas de los Gallos, donde se hizo con un nombre en la escena. Ahora es Míster, quien compagina su música con un amplio trabajo que incluye labores de comunicación y presentación, entre otras. Su último disco es «Xtravagante» (2017), aunque no ha dejado de publicar temas por separado. Con una agenda repleta, nos hizo un hueco para charlar largo y tendido sobre su figura dentro y fuera de la escena.
Pregunta: Rapero, speaker oficial del Hércules y del Lucentum, junto a otros trabajos de speaker en varios eventos, programa propio en televisión, empresa de comunicación… ¿Cómo consigue compaginar todo esto una misma persona?
Respuesta: Viviendo por y para esto de lunes a domingo, peleando con mi mujer porque parece que no tenga marido y poniéndole muchas ganas y esfuerzo. Un día te pones malo y toda la semana se te ha ido al carajo. No puedo ni salir de fiesta. Es una tarea muy difícil que espero que no sea así toda la vida, porque tampoco sé hasta qué punto voy a poder seguir aguantando este ritmo. Además, las facetas que hago son distintas entre sí y tienes que saber cómo vestirte y comportarte en cada ocasión. No es lo mismo presentar un partido del Hércules que dar un concierto en un festival. Lo que yo hago es como un soldado militar, lo es por vocación y porque le gusta. Lo que yo hago es lo mismo: o lo amas y te vuelves loco por ello o directamente no puedes, abandonas. La constancia, las ganas, la fuerza, la motivación son sentimientos que se mueven por dentro y no se estudian ni se aprenden. Quiero y amo esto por encima de todo y he nacido para ello.
P: Alicante es posiblemente una de las ciudades donde más se respira y disfruta el rap. Nombres como Nach, Arkano o Jonko son unos de los nombres clave de la escena. ¿Qué tiene Alicante que no tengan otras ciudades?
R: Magia. Alicante te curte de una manera especial y te enseña muchas cosas. Es como una mili. En cambio, aquí poca gente es profeta en su tierra y es muy difícil que los eventos triunfen en la ciudad. El año pasado, los únicos dos artistas que llenaron salas fueron C.Tangana y Natos y Waor. Hay artistas a nivel nacional que directamente suprimen sus giras por Alicante. Es una lástima. Parece que prima más pagar ocho euros por un cubata lleno de agua que la cultura.
P: Lo hablamos en su día con ZPU, Alicante es un territorio difícil incluso para un artista como él, donde no puede traer un gran número de personas. ¿Se puede vivir en esta ciudad de la música?
R: Por poder todo es posible. Pero es más complicado que en otros sitios. A mí personalmente me ha pasado de hacer un show en mi ciudad con 20 personas de los que 15 son mis colegas e irme 20 kilómetros más lejos, a Novelda, y ver que en un pueblo donde hay cuatro calles haya gente que se tenga que quedar fuera de la sala. El contraste de un sitio a otro puede ser muy grande.
He llegado a confundir la presentación de eventos con la música y me ha jugado malas pasadas
P: Pese a todo este trabajo que está haciendo, consigue sacar algo de tiempo para algún single. ¿Intenta que el trabajo no le obligue a dejar la música de lado?
R: Intento no dejarla de lado y, de hecho, es el motor que lo mueve todo. Si no hiciera música seguramente dejaría de presentar eventos y no tendría programa de televisión ni nada. A veces he confundido el tema de la presentación de eventos con la música y me ha jugado malas pasadas pensando que ser speaker era ser músico. Todo esto ha llevado un proceso de profesionalización que me ha hecho darme cuenta de mis errores. Y actualmente estoy trabajando activamente para conseguir sacar mínimo un single al mes. Además, tengo muchos contactos de artistas que están dispuestos a colaborar conmigo y quiero que todo eso salga a la luz. Al fin y al cabo es el legado que vas a dejar y es lo que más me gusta. Con la música nació absolutamente todo lo que soy al día de hoy. No es secundario, es la prioridad aunque no tenga el volumen que debería. También he de decir que vengo de sacar un disco en 2017 que tardé cinco años en hacer y que me dejé muchísimo dinero y esfuerzo en él. En ese sentido me he tomado un respiro, pero actualmente estamos con la intención de sacar un single detrás de otro porque tengo muchas cosas que decir.
P: Esto hace replantearme el modelo actual de música, donde es más productivo y beneficioso sacar singles en lugar de CDs. ¿Se va a habituar a esta nueva forma de crear música?
R: Yo voy a seguir sacando discos, porque para mí cada trabajo es como un hijo. Intento darle a cada uno un formato interpretativo detrás de un personaje y transmitir algo general. El disco es lo que hace grande a un artista, pero sí es cierto que los tiempos han cambiado y ahora predominan los singles. Antes un artista grababa un disco, se pegaba un año de gira hasta que desaparecía, y volvía a los dos años con otro trabajo. Eso ahora es imposible, desapareces durante un tiempo y ya nadie se acuerda de ti porque hay otros diez que han ocupado tu lugar. Lo llamo “comida basura”, un tema detrás de otro, grabo aquí mismo el videoclip, mañana lanzamos y pasado otro. Se ha perdido la calidad, es todo muy más rápido y frenético. Pero no solo pasa con la música, ¿quién lee a día de hoy un periódico? Se leen tuits, todo lo que quiera saber lo quiero en 140 caracteres.
P: Ha mencionado “Fast Food”, y su último single recibe ese nombre. ¿Hasta qué punto es bueno que dé a un trabajo un nombre tan despectivo como ese?
R: No es muy comercial, ¿no? (risas). Como te iba diciendo, es un mensaje a la rapidez. Yo siempre he grabado videoclips donde he puesto un capital, he contado con profesionales y me he dado cuenta de que, por ejemplo, en “Ponle Una Mano Encima” pusimos un presupuesto de 1.500€ para el videoclip y tuvo unas 4.000 visitas; mientras que “Juguetes Nuevos”, grabado una mañana en una juguetería con un presupuesto de 200€ tiene más del doble. El dinero no lo es todo. Tú no decides qué es bueno o qué es malo, eso lo decide el público.
P: ¿Tiene programados más “Fast Foods”?
R: Sí, va a ser una saga de singles en los que ya hay dos publicados. Cada tema lo patrocinará un restaurante de comida rápida, serán diez y cuando estén todos fuera se unificarán en un disco junto a una guía en PDF y en formato físico, “Guía Fast Food Míster Alicante”, para que la gente que venga aquí sepa dónde comer por 10€ de forma barata y buena. También es una publicidad a esos restaurantes de por vida. Y aprovecho para decir que me atreveré a innovar con sonidos y estilos nuevos.
Actualmente desapareces durante un tiempo y nadie se acuerda de ti
P: Tiene temas como “Ponle Una Mano Encima”, donde carga la instrumental con una letra cruda y sangrienta, sin pelos en la lengua. En tiempos donde la libertad de expresión se coarta, ¿alguna vez se ha censurado en sus letras?
R: Nunca he tenido miedo, pues no digo las cosas de una forma que me puedan perjudicar. No toco temas políticos y digo las cosas sin decirlas literalmente. Es algo importante que me viene de las batallas de gallos. Más que por el tema de la libertad de expresión, me importa por el tema de speaker; eres la voz de empresas de renombre y si un tío dice ciertas cosas pueden buscar a otra persona.
P: Entonces supongo que no tendrá nada guardado sin publicar por ese tema.
R: Pues tengo montado un lyric-vídeo junto a Waor desde hace mucho tiempo y no puedo sacarlo porque, como he ganado público nuevo de la presentación de eventos, solo verán las letras descontextualizadas de ese tema. Ahora mismo tengo que llevar cuidado, pues lo que escriba puede repercutir en mi trabajo, más que por ir a la cárcel o llevarme una multa.
P: ¿Cree que el rap puede rebajar un grado de discurso, ese por el que nació?
R: Para nada, debe haber gente que diga lo que está pasando. En tiempos pasados fue de una manera y siempre están los valientes que seguirán luchando por todo eso. También creo que se puede cambiar la forma de decir las cosas, si sabes montártelo puedes decir todo lo que quieras salvándote las espaldas. Aunque ya de algo manera se coarta la forma. Si no hubiera artistas así, habría cosas que no se sabrían, mucha gente no reaccionaría y sirven para que otros tomen el testigo.
P: Últimamente, por el contrario, se está viendo una progresión de la escena hacia una supremacía del jolgorio y la fiesta, con poco contenido lírico.
R: La música urbana se ha abierto con rap, trap, reggaeton… y ya no se sabe bien qué hace cada uno. Sigue existiendo el rap puro con mensaje, pero los tiempos están cambiando. Si yo hubiese empezado a hacer ahora trap y tuviese 18 años, triunfaría. Yo era el “trapero” en aquellos tiempos, iba en chándal y ahora veo en los nuevos artistas lo que a mí me criticaban entonces. Cuando comencé a escuchar esa música pensaba que era una parodia al estilo Lory Money, pero me di cuenta de que no e hice una autocrítica. ¿Por qué decía que eso, con un millón de visitas, era basura y lo mío, con 10.000 era lo bueno? Eso lo decide el público y si un tío cantando en playback te llena la sala mientras que tú, recitando tus rimas, no llevas gente es que algo estás haciendo mal.
Tengo que tener cuidado porque lo que escriba puede repercutir en mi trabajo
P: ¿Cómo es Mister trabajando con esos ritmos actuales?
R: Un espectáculo, no me entero de nada. Si para aprender el 4×4 tardé mi tiempo… (risas). Es complicado, me tienen que echar una mano y aquí he de ser honesto. Muchas veces me tienen que ayudar con el trap, me los tienen que modificar en el estudio porque llego a la cabina y me dicen que no cuadra nada. Y en realidad es un ritmo más fácil de adaptación, pero me cuesta porque soy un tío muy arrítmico. Eso sí, cuando se le da forma me encanta como quedan las cosas. Se puede ver en temas como “Juguetes Nuevos”, “Atención” o “Dámelo”. Se puede lanzar tu mensaje sin hablar de mujeres, coches y dinero.
P: Me recuerda al freestyle, donde tenía una personalidad diferente al resto. ¿Cómo vive desde la distancia la profesionalidad creciente que están viviendo las batallas?
R: Lo veo brutal, actualmente hay chavales con un nivel que nada tiene que ver con lo que era allá por el 2007. Hoy en día un niño de 14 o 15 años te coge en un escenario y te pega un repaso increíble. Es maravilloso el nivel en el que está el freestyle y es una pasada que la gente se nutra de esto y que haya adquirido todo ese protagonismo mediático.
P: ¿Es todo positivo en el mundo de las batallas?
R: Para nada, es cierto que el formato lo veo un poco quemado y explotado. Ya está casi todo dicho, hay una gran cantidad de competiciones y siempre se presentan los mismos. Volvemos a lo que pasaba antes con los carteles de los festivales, que siempre estaban los mismos artistas. Hablo con gente del mundillo y me dicen que ya ni siquiera las ven. Ya no es lo mismo el impacto de un punchline a cuando lo veías antes, yo me acuerdo que retrocedía siempre los vídeos una y otra vez. Ahora no, te pilla de paso y a ver la siguiente.
P: Pero es un factor económico, si algo sale rentable lo explotas hasta la saciedad.
R: Sí, y ya veo que hay una brecha y que se están estabilizando las cosas. El freestyle se quedará con su reducido público, aunque la idea es que esto no muera. Yo siempre he pensado “este año ya cae” y para nada, cada año se sigue manteniendo. A mí me encanta, solo tengo palabras de agradecimiento para la improvisación y para toda la gente que se dedica a ello.
P: Pensar en Míster Barcelo es, sin duda, pensar en el freestyle, donde se dio a conocer. Me viene a la mente esa RedBull de 2013, donde en cuartos compitió contra un joven BTA. ¿Cómo sería Míster si compitiera actualmente?
R: Creo que sería uno de los top, no el mejor, pero mi carisma en las batallas era otro rollo. No me parecía a nadie. Lo que sí es cierto es que, para estar en puestos altos, tendría que dejar de lado otras cosas. Esto no se trata de pillar un micro y subirte a un escenario, requiere una preparación previa. En mi mejor momento dentro del freestyle improvisaba 24 horas al día. Así se termina creando un nivel en el que ya se nota que estás rodado. Me encantaba quedar en un parque para improvisar, pero ya no es la vida que tengo actualmente.
P: ¿En algún momento ha sentido que le faltaba esa rodadura?
R: Totalmente. En 2015, por ejemplo, RedBull me contrató para ser su speaker oficial en el Viña Rock y estuve con Chuty, Piezas, Noult, Arkano y un largo etcétera. Nombres top con los que yo me veía muy inferior rapeando. Me quedaba mirando a Chuty sin entender cómo podía pensar tan rápido, parecía un extraterrestre. Ahora mismo estoy muy lejos de poder plantar cara a muchos de ellos.
Si volviese a las batallas, sería de los top
P: Este año hay una regional en Alicante, ¿No era un escenario perfecto para su regreso?
R: Aspiro a volver algún año a la RedBull. Me haría mucha ilusión y te sorprendería ver la cantidad de gente que me sigue escribiendo para decirme que vuelva. He ido a ciudades como Madrid o Barcelona en las que me recuerdan batallas del 2007. Desde entonces, incluso me he sentido insultado. He sacado tres discos, muchos videoclips y nadie te habla de eso. Me siento como Bart Simpson en el capítulo de “Dí Tu Frase” y es algo chocante.
P: Hace poco vimos a Piezas hacer una exhibición con Arkano. ¿Cuándo podremos verle por ahí?
R: Estoy deseando que me llamen. Es un reto que me gustaría asumir y si no llaman, igual llamamos nosotros a alguno para hacer algo. Ha habido alguna cosa tanteándose y sé que va a ocurrir en algún momento.
P: ¿Y alguien en concreto al que tenga especiales ganas de enfrentar?
R: No hay nadie en concreto al que le tenga ganas, quiero ganarle a todos. Siempre lo he dicho, el problema no es rival que tengas enfrente sino tu mismo. A mí me puedes poner delante a quien quieras que como tenga un buen día, me lo llevo por delante. Ahora, como yo tenga un mal día, el primero que se me cruce, el más malo, me va a dejar en primera ronda por los suelos.
P: ¿Hay mucha presión en el mundo de las batallas con ganar o fracasar?
R: Muchísima. Se pasa realmente mal y es mejor no pensar en ganar sí o sí, porque si luego pierdes, la depresión es brutal. Y esto nos pasa prácticamente a todos. Vas con una perspectiva, tienes a un montón de gente confiando en ti y, si pierdes, sientes que les fallas. Quiero ganar por ver a mi gente contenta más que por mí.
P: Si de algo le tiraban en las batallas era denigrando su música, al final es el recurso modelo hacia freestylers que también sacan temas. ¿Por qué está tan infravalorada la música de los MCs de batallas?
R: Normalmente te estigmatizan, puedes tener como freestyler una repercusión brutal y ver que tus canciones se quedan a medias tintas. También es verdad que pocos freestylers son buenos escribiendo y parece que sean dos personas totalmente distintas. Luego hay otros como Piezas, que son buenos improvisando y aún mejores escribiendo. Son facetas distintas, aunque yo en aquel entonces pensaba que un MC de batallas no lo era al 100% si no sacaba sus temas. Para mí siempre fue algo obligatorio aunque me equivocaba, es como los que hacen trucos con el balón, luego pueden no saber jugar al fútbol en un partido táctico.
P: Y para finalizar, ¿qué puede esperar la gente del futuro de Míster Barcelo?
R: Pueden esperar entretenimiento. Se lo van a pasar bomba conmigo porque, desde la presentación de eventos hasta la improvisación, no voy a parar. Ahora estrenaré un programita en YouTube de entrevistas por la calle y de otro rollo, más a fondo y con personalidades que conocemos. Por otro lado, la música se está activando muchísimo, aspiro a volver a la RedBull y más cosas ahora que he terminado de conocerme a mí mismo. Sé lo que quiero, sé a dónde voy y tengo la experiencia y las herramientas para poder conseguirlo. Se viene un futuro maravilloso, lo mejor está por venir.