Mistah Godeh: «Al reggae no se le valora artísticamente como se merece»
La escena valenciana encuentra en el rap un sinfín de referentes que sacian la sed de miles de adeptos a la música tanto en la élite como en el under. Sin embargo, también podemos encontrar un estandarte que esgrime los cimientos del reggae nacional. Mistah Godeh (Manises, Valencia), está de actualidad gracias a «Player Z», un nuevo trabajo que sigue la senda de su exitoso hermano mayor «Camaleón» (Guspira Records, 2021).
Aprovechando el lanzamiento, tuvimos el placer de charlar con el valenciano para conocer más sobre la propuesta que esconde su reciente álbum. ¿Por qué mezclar música y fútbol? ¿Por qué contar con referentes del rap? En esta conversación se dio respuesta a estas y muchas otras preguntas que se sucedieron en una interesante entrevista.
Pregunta: Presentas “Player Z”, un disco marcado por la fusión, más si cabe, de otros sonidos como el dancehall o el rap. ¿Qué significa para ti este nuevo trabajo?
Respuesta: Significa que sigo vivo, que seguimos con nuestro rollo y seguimos saliendo de la zona de confort constantemente. Aunque me he sentido muy cómodo maquinándolo, es la primera vez que intentamos fusionar tantos estilos con tanto éxito. Hay una evolución evidente entre cada uno de mis discos y este es el mejor hasta hoy. Aunque para gustos, colores.
P: ¿Qué te ha llevado a darle un enfoque futbolístico al concepto del álbum?
R: El contexto social del año en el que vivimos: la peña se ha acordado de que el mundial se realiza en un país en el cual los derechos humanos se vulneran sin pestañear, pero esto ya se sabía. Echo de menos esa manera de vivir el deporte del pueblo que teníamos, en concepto de que todo se ha transformado. Además, el disco se compone principalmente de colaboraciones de artistas con los que quería trabajar en algo, lo que al lenguaje futbolístico se traduciría en fichajes. Tenemos un presidente del club, un juego, un público… se comparten muchas cosas. Además Bob Marley siempre fue muy fan del fútbol. Hay muchas imágenes en mi cabeza de Bob dándole patadas a una pelota, una manera curiosa de mezclar la música y el deporte.
P: Creo que deporte y reggae son dos conceptos que nunca había llegado a juntar en mi mente.
R: Normal, siempre asociamos el reggae con la ganja —en lo que se refiere a lo despectivo de esta, de lo que podríamos hablar un rato. Cómo se trata a la planta y a la ciencia en este país es una de las cosas más lamentables que se pueden ver a nivel político, entre otras muchas—, con la meditación, con una fiesta con altavoces gigantes, tripis y hippies, y dejamos todo lo demás a un lado. Así es cómo han vendido este estilo de vida en la tele europea. La historia del fútbol que conocemos (obviando que el lector conoce los orígenes místicos del fútbol) empieza siendo originada por las gentes de las islas británicas en la Edad Media. Era un deporte muy poco organizado y muy violento jugado por trabajadores de diferentes compañías. El fútbol sale de las fábricas. En el mismo sitio que se origina el reggae, en la calle, en los barrios. Bob Marley era muy aficionado, hay canciones que se usan en los equipos que todavía mantienen esa esencia de la que te hablaba (quitando la violencia) como el Ajax, los cuales utilizan una indumentaria con la bandera tricolor, tres pájaros haciendo referencia al tema “Three little birds”, un tema que ponen en los interludios. Por lo que veo, es el himno de los hooligans del equipo.
P: Viene tras un “Camaleón” que el pasado año sorprendió tanto por su sonoridad como por la seriedad de la propuesta. ¿Por qué has decidido hacer otro trabajo tan cercano en tiempo al anterior?
R: ¡Esto no para! Tengo muchos temas en la recámara y me queman. No me gustaba la idea de dejarlos en el cajón ni la de sacar singles, así que los compilamos y los sacamos. Soy una persona bastante activa a nivel de escritura e intento siempre grabar algo. Yo solo hago música y hasta que el tema no está en las redes, no está terminado.
P: ¿Eres de esa corriente artística que piensa que si no publicas música constantemente estás perdido?
R: No precisamente, solo que me quema. Si escucho el tema un año después de haberlo grabado como que ni lo reconozco. Tengo que sacarlo rápido para no perder la ilusión.
P: Si en el pasado trabajo escuchamos una gran “Fuego Eterno” con Machete en Boca, ahora podemos oírte colaborando con Ambkor o Calero. ¿Buscas que el fan puro del rap pueda acercarse a tu propuesta artística?
R: Afirmativo. La idea es más la de sacar a estos artistas de su zona de confort. Es divertido experimentar y para los oyentes creo que también es atrayente la idea de ver esta fusión.
P: ¿Qué te llevó a adentrarte en el reggae?
R: Buscar en los orígenes del hip hop. A mí esto es lo que me llegó primero. Pero te pones a investigar el qué, el por qué, el grafiti, el scratch, el b-boy… Entonces te llega Afrika Bambaataa, Afu-Ra, Jeru The Damaja, etc. Piensas en que puede que alguien lo haga en España, y escuchas que hay un grupo que se llama La Puta Opepé, Morodo, Chulito Camacho, después vino el Fyah… ¡Joder, había gente haciéndolo aquí ya! Creo que en base a querer saber y saber más sobre el hip hop, tiras para atrás y ves que todo el mundo y la música se nutre de ahí. Imagino que la respuesta es la curiosidad.
P: ¿Es Valencia una ciudad rasta?
R: Hay mucho rasta, pero no es una ciudad rasta. Tenemos reggae desde 1982 en Valencia. Jah Macetas fue el pionero del reggae en España. Tuvimos el Juanita y el Dub Club y también hubo un tridente del reggae en España. Una vez estuvo formado por Madrid, Valencia y Barcelona. Zaragoza también ha sido cuna del reggae en España, pero queda muy poco de eso. Lo que sí abunda son las dub, pero simplemente es la evolución de las rave hacia las salas. Nada que ver con lo que hablamos.
P: ¿Fue difícil comenzar tu andadura musical condicionado por el qué dirán?
R: Sí y no, en ese momento de mi vida necesitaba escapar, y lo que se pudiese llegar a decir solo lo confirmaba. La verdad es que me identifiqué conmigo mismo muy rápido. La música y el rap también ayudaron mucho, ya que en su momento nada de esto era mainstream.
P: ¿Quién o quiénes fueron tu apoyo en los momentos iniciales?
R: Apoyo, no tuve demasiado. Siento que lo que no tuve fueron barreras, nadie me puso trabas (al menos nadie importante o que me importase) y eso es ya de agradecer. HeavyRoots y sus integrantes me han ayudado mucho, ya que siempre hemos querido que Valencia estuviese en el mapa del reggae y compartíamos la visión sobre el estilo, gustos y demás. Si debo agradecer a alguien es a mí mismo, a ellos (Dani y Gio), a mi familia y a mis amigos, en ese orden.
P: Cuando entrevistamos a Fyahbwoy y le preguntamos sobre el futuro del reggae en España, dijo estar orgulloso de ver que una nueva oleada de jóvenes artistas estabais volviendo a levantar el género, respuesta en la que mencionó varias veces tu nombre. ¿Cómo valoras que alguien que ha dado tanto por la cultura como Swan hable así de ti?
R: No te voy a negar que entra picorcito. Hemos trabajado ya unas cuantas veces juntos y nunca deja de sorprender que alguien a quien has escuchado hace años te hable de tú a tú. Me siento orgulloso de poder haber ganado su respeto y el de otros artistas consolidados a los que he admirado. He podido conocer a lo largo de mi andada a artistas que valoran tu trabajo, que saben qué es lo que cuesta y lo que has tenido que pegarte para sacarlo adelante. Eso llena mucho.
P: ¿Crees que antes de llegar vosotros el reggae se estaba muriendo?
R: No lo creo, siempre está latente y más cuando Rototom elige mi tierra como sede. Más bien ha sido secuestrado. Hemos sido los chicos y chicas de los estribillos en toda la década de los 2000 al 2010 y ahora, la industria se nutre de la cultura y de los sonidos del reggae pasando por alto las menciones, lo cual tampoco creo que sea algo negativo. Es la evolución.
La música evoluciona y el reggae debe hacerlo también, pero hay mucho pureta en esto. Hay muchos que piensan que salir del sonido de los 80’s en el reggae ya no es hacer reggae. Ellos sí que puede que piensen que se está muriendo, igual que hay muchos que dicen que salir del 4×4 ya no es hacer hip hop. Eso son chorradas. La música es música, lo que está pasando ahora es que la estamos compartiendo y que somos más. Somos artistas que tenemos ganas de conocernos y no hay egos. Eso se perdió. En el reggae nos conocemos todos y cada vez somos más. All tribes are welcome [Todas las tribus son bienvenidas].
P: ¿Actualmente es posible llegar al mainstream desde el reggae?
R: El reggae es mainstream y lo lleva siendo mucho tiempo. Temas como «La burbuja» de Maluma, «La Cartera» de Bad Bunny, «Temporal» de Ozuna, «Yayo» de Pitbull y Ky-Many o «Man Down» de Rihanna están claramente influenciados por el reggae, pero parece que decir reggae da alergia. Gusta el envoltorio, no el mensaje.
Yo he dado conciertos en yates privados y en el jardín de personas con dinero. Es un género que a las élites les gusta. No sé si es el fetiche del rico abusando del pobre como siempre, o si es un ‘quiero y no puedo’ de aquel que no puede desprenderse de lo material de la tristeza de su vida, pero claramente hay una tendencia al reggae muy considerable. Lo que no cala es el mensaje de rebeldía, eso es lo que intentan tapar por todos los medios.
P: En su día Swan lo consiguió pero, a día de hoy, ni siquiera él es capaz de posicionar a ese nivel su música.
R: Swan sentó muchas de las bases que ahora son obvias, pero en aquel momento, sin redes, sin crowfunding, todo esto era nuevo. Fue el primero que puso las cartas sobre la mesa. Eso es así. Hoy en día creo que, al no haber una escuela o más artistas de calidad en ese momento, no se ha gestado nada nuevo hasta que hemos llegado nosotros. Tampoco se puede decir que nadie llevase el estandarte del reggae en España. Swan hacía sus experimentos con el hip hop, igual que el resto de los grupos potentes del momento. Pero volviendo a lo que decía antes, en ese momento había incluso más puritanismo. Entonces tenías dos frentes abiertos: los que no conocen el género y los que te boicotean, no quieren que se expanda y creen ser dueños y deciden sobre cómo debe ir la movida. Así nos ha ido.
Por suerte quedan dubs y gente que trabaja duro. La culpa ha sido de los artistas, o no hemos sabido llegar o no nos han dejado y no peleamos lo suficiente, aunque eso está volviendo de nuevo. La peña despierta y se da cuenta de que el reggae no es solo paz, amor y fumar petas. Hay gente que tiene muy mala hostia.
P: Algo que siempre he querido preguntar y que me ha estado rondando la cabeza es lo siguiente: siempre se ha dicho popularmente que el entorno del reggae es un entorno despreocupado por lo que ocurre y ceñido a crear núcleos cerrados para convivir. Sin embargo, cualesquiera que hayamos estado por poco que sea en ese ambiente sabemos que hay muchas preocupaciones en la cabeza de cualquier persona, y además es un entorno en el que se torna muy sano debatir y cambiar opiniones. ¿Por qué crees que se ha ninguneado siempre la figura del rasta?
R: Porque alguien que piensa es peligroso. Al que te tiene que vender algo que se va a romper rápidamente, no le interesa que pienses; tampoco al que te recorta derechos. A nosotros, que nos da por pensar, es mejor dejarnos de locos o hippies. Además fíjate cómo han sabido asociar a aquel que no compra con alguien perezoso, sucio o despreocupado, y te hacen ver que ser perezoso no es bueno, que tienes que trabajar duro.
P: ¿Hay inquietudes en la cabeza de Mistah Godeh?
R: De todo tipo, si no las tienes estás muerto.
P: ¿Qué se puede hacer para cambiar ese bulo popular?
R: Deben salir figuras públicas y serias, el ser humano es así. Hasta que no tiene el agua al cuello no reacciona, hasta que no se derritan los polos no dirán que el calentamiento global existe. ¿Qué puede hacer el que es tratado de loco, para que se deje de pensar que lo está? La gente debe ver que todo lo que decía el “loco” era cierto, eso es triste. No veo soluciones a corto plazo a no ser que ocurra algo traumático.
P: ¿Utilizas tu música para intentar disuadir ese tipo de discriminaciones?
R: Intento hacerlas evidentes, que queden retratadas en el que me escucha o me ve.
P: ¿Cuál es el fin último por el que haces música?
R: En última instancia lo que más mola es ir al estudio, trabajar con Del Olmo y montar el puzle. Es increíble.
P: Siendo sincero, ¿sientes que se te valora artísticamente como mereces?
R: Creo que al reggae no se le valora artísticamente como se merece, lo cual claramente nos afecta a todos pero la culpa es nuestra. Lo que ha pasado con el rap, por ejemplo, es una movida increíble que se han currado los raperos, cómo se ha metido en nuestra sociedad y ahora mismo es un género que está en todas las casas, en cualquier rango de edad. Que el reggae, un género que se basa en construir y no en destruir, se encuentre tan desnutrido es muy triste. ¿Ha habido intereses y empresas metiendo pasta? Sí, y el reggae no puede permitirse eso porque va precisamente contra eso pero, ¿qué somos si no soldados?