Mabel Flores: «La cultura nos ayuda a ser más libres y reflexivos»

Mabel Flores: «La cultura nos ayuda a ser más libres y reflexivos»

Mabel Flores es una cantautora catalana que pregona un mensaje vitalista a la vez que reflexivo destinado a profundizar en los factores más desatendidos de la sociedad. Comenzó su andadura musical con La Flor del Otro, aunque su carrera en solitario es más reciente. Se dio a conocer con «Desnudando el Alma» (2016), un EP que supuso su entrada en la industria con unos medios muy escasos pero con la intención de aferrarse a ésta. Sin embargo, el golpe en la mesa llegó con «Entre Mujeres» (2018), un disco más ambicioso que rompió con la sencillez de su primer trabajo.

Ahora, tras años de giras y alegrías, presenta su nueva referencia musical llamada «Meraki» (2020), un disco que sigue buscando esa diferenciación que le haga hacer un estilo musical único, sumido entre la música de autora y el mestizaje festivalero. Tuvimos el placer de hablar con ella para conocer en profundidad quién es Mabel Flores y por qué tiene todas las de ganar para convertirse en la voz de una generación.

Para quien no te conozca, ¿quién es Mabel Flores?

Alguien que empezó a hacer canciones para ella misma de forma autodidacta y sin más intenciones que las de gestionar y digerir lo que afloraba fuera y dentro de mí. Un día empecé a compartirlas con el mundo y vi que, además de servirme a mí, servían a muchas otras personas y empecé a entenderlas y sentirlas de una forma diferente. Desde entonces no he parado de hacer música para mí, pero también para el resto. Siempre he pensado que el arte, en todas sus disciplinas, es una herramienta muy potente para cambiarnos a nosotras mismas y a nuestro entorno, una pequeña semilla que a veces brota en lugares inesperados y te deja cosechar momentos inolvidables. Y desde que entró en mi vida y me abrió sus puertas, caló tan dentro y me regaló tanto que no he podido separarme de él, ni creo que pueda hacerlo en un futuro.

¿Cómo empezaste en esto de la música y por qué el género de cantautor?

Como os decía, para mí siempre ha sido un viaje introspectivo. Hará unos 10 años empecé a jugar con la guitarra, sin saber más que tres acordes, y poco a poco fui viendo vídeos tutoriales por YouTube y a fijarme en mis referentes, que me han inspirado siempre, para aprender a tocarla mejor. Creo que algo que caracteriza a los cantautores y cantautoras es que damos mucha importancia al mensaje, al contenido por encima de la forma, y por esa razón me siento identificada y cómoda en este género. Lo cierto es que me gustan muchísimos estilos musicales, por eso a parte de ser cantautora considero que mi música es mestizaje 100%, me encanta la fusión y no limitarme en un estilo concreto. Pero de toda la música que escucho siempre presto atención y me decanto por los mensajes críticos, sociales y que aportan “algo” a la vida. Al final eso es lo que me remueve, y lo que me hace vibrar y transportarme. 

¿La figura del cantautor/a es una persona concienciada con su entorno o, en cambio, es una persona más pesimista?

Yo no creo que eso dependa de ser cantautor, creo que tiene más que ver con la forma en la que ves la vida. Y tampoco considero que uno sea excluyente de otro. Alguien puede ser una persona muy concienciada y tener momentos de verlo todo gris (de echo no sería de extrañar, viendo el panorama que nos rodea). Pero también puedes utilizar todo eso que te gustaría cambiar para hacer canciones irónicas y sarcásticas que te inviten a “reír por no llorar”. No sé, a mi me gusta pensar que hay espacios para todo y que cada cual debe dejar fluir las canciones como nacen y como tienen la necesidad de ser.

Se habla mucho de la pérdida de la figura cantautora. Sin embargo, estamos viendo mucho talento surgir a nivel nacional. ¿Cómo lo ves tú?

Lo comparto. Creo que hay toda una oleada cantautoril con muchísimo talento, que además está dándole la vuelta y resignificando este concepto y que huye del cantautor más tradicional. Lo bonito es reinventarse y que renzacan nuevas fórmulas que se salgan de los márgenes.

Acorde con lo que dices de la reinvención, la frontera de la música de autor es cada vez más difusa. Tu proyecto no tiene la misma sonoridad que la de Ismael Serrano, Rosana, Serrat o Andrés Suárez y a todos se les ha puesto esa etiqueta. ¿Qué debe tener entonces una artista para ser considerada como cantautora?

Yo creo que la fusión de dos palabras es la raíz: ser autora de lo que cantas. Pero más allá de eso, creo que también hay algo en común en cada una de nosotras, y es que hay un componente social y crítico muy potente y acostumbramos a utilizar la estética en la selección de las palabras. Pero no sé (risas), tampoco quisiera yo, que soy de las últimas en llegar, determinar qué significa ser cantautor. Cada uno, independientemente de qué piense el resto, es libre de sentirse lo que quiera, ¿no? Pues ahí vamos.

Comienzas el disco con un “Prólogo” a modo de poema expresando el significado del nombre de tu disco. ¿Cómo llegó el concepto “Meraki” a tu vida y que significa para ti?

El concepto llegó a mi vida hace mucho y reapareció en plena pandemia. Buscaba un título de disco que abrazara muy bien todo lo que estaba significando crearlo y Meraki empezó a aparecer prácticamente a diario: la trompetista lo llevaba tatuado en el pie, veía negocios con ese nombre, marcas, etc. Y dije: «Eh, tal vez sea ese el título». Ha sido un disco en el que he invertido todos mis ahorros, mi tiempo y mi ilusión. Un proyecto creado con muchísimo amor y dedicación. Un proyecto liderado por una mujer e intentando poner en el centro los cuidados, tanto propios como de todas las personas que lo habitan. Y Meraki literalmente significa todo eso.

Escuchando “Mujer Incendio”, tu último single presentación de Meraki, se ven reflejadas influencias de otras cantantes como la Mari de Chambao o Rozalén, pero con un sonido más enfocado a bandas como La Pegatina. Se puede ver, pues, que eres una persona que escuchas muchos géneros diferentes. ¿Quiénes te han influenciado en tu carrera musical?

Admiro muchísimo a las dos artistas que has mencionado, de hecho escuchaba muchísimo a La Mari, igual que en mis altavoces sonaban Canteca de Macao, Ojos de Brujo, La Troba Kung Fú, Manu Chao, etc. Todas las bandas de mestizaje del momento me acompañaban muchísimo antes de aprender a tocar la guitarra, fui de las de estar en primera fila en sus conciertos. También me influenció muchísimo el rap de adolescente. En mi MP3 reinaban Rapsusklei, SFDK y Violadores del Verso. Y posteriormente, una vez inicié mi etapa como cantautora, artistas como El Kanka, Rozalén, Muerdo, Pedro Pastor o La Mare, con quien además he tenido la suerte de compartir escenario y charlas.

¿Y en tu vida?

Cada persona que me atraviesa la piel me acaba influyendo. Me inspiran muchísimo las personas valientes que se atreven a vivir sus vidas, sin miedo, que creen en ellas y en su potencial, que huyen de la norma y lo estándar y priorizan la felicidad al “pasar por el aro”. Estamos muy despistados con tantos inputs de información tan variada y cuesta mucho centrarse en lo que una quiere y necesita realmente, y cuando encuentro a personas así… me dan la vida.

En este tema mencionas que los temas machistas son los que luego ganan Grammys. ¿A qué crees que se debe? ¿A que los que deciden acaban siendo casi todos hombres?

Las canciones nominadas a los Grammys hechas por mujeres acaban siendo un porcentaje muy reducido, y no porque no haya música excelente de autoría femenina o trans sino porque, bajo mi opinión, no se la valora lo suficiente. Entiendo que cuando se premian ciertas canciones se hace no solo por la musicalidad, que nada tiene que ver con el contenido, sino por lo que expresan. Y en ese sentido, es vergonzoso y muy irresponsable que se otorgue un reconocimiento tan grande y se visibilicen mensajes denigrantes, retrógrados, que cosifican a las mujeres y las dejan en una posición de objeto-florero sin criterio ni opinión y que acabarán transformándose en el mantra de gran parte de la chavalería. Libertad de expresión, sí, pero responsabilidad social también, y más en estas estructuras de la industria musical…

Hablas de la capacidad de una canción para expresar sentimientos y en el disco tienes un tema con Pedro Pastor que realza, precisamente, la importancia del cantar y de soltar energías con ese acto. ¿Qué significa para ti tener un medio como es la música para poder expresarte?

Para mi la música es vida. Y sin música… sería menos vida. Poder subirme a un escenario y utilizar este altavoz para reivindicar, expresar, denunciar, compartir… es un auténtico privilegio y algo que no puede describirse, para entenderlo hay que vivirlo. Es un canal de comunicación muy potente, tanto por la música, que nos acompaña constantemente, como por lo que decimos a través de ella, que es para mí lo más importante como venía diciendo. Cuando veo que las personas se emocionan con las palabras que habitan mis canciones y se las quedan para ellas, es algo mágico, de verdad. Echo muchísimo de menos el directo, desde septiembre no tenemos un concierto y me muero de ganas de volver a vibrar ahí arriba. Lo cierto es que pararía el tiempo en cada concierto y me quedaría ahí, en ese instante.

¿Por qué generalmente nos da tanto pudor bailar o cantar en público?

Creo que tenemos un miedo tremendo y constante, como sociedad, a ser juzgados y juzgadas. Y nos olvidamos que las primeras personas en emitir el jucio somos nosotras mismas, reprimiéndonos y limitándonos a “lo socialmente aceptado”. Tanto cantar como rendir tu cuerpo al movimiento sin máscaras es un acto de amor propio también, y cuando te das cuenta y te das la oportunidad de hacerlo sin filtros, es súper liberador.

mabel flores meraki
Mabel Flores | Foto: Artur Gavalda

Precisamente, el propio Pedro ha pregonado eso mismo en varias de sus canciones. ¿Cómo es colaborar con él?

Ha sido un honor que dijera que sí. Lástima no haber podido disfrutar de su compañía durante la grabación del featuring, ya que todo se hizo a distancia. Pero el resultado es espectacular y ha aportado una serenidad y consistencia al tema increíbles.

Aun así, hemos podido comprobar que las colaboraciones tienen un cariz muy variado, también has podido contar con artistas como Mafalda o Roba Estesa.

Sí, me apetecía que colaboraran artistas que para mi han sido referentes también, que han abierto camino y que a parte cuidan mucho sus canciones. A mí me interesa que las colaboraciones sean coherentes con mi proyecto y mi forma de entender la música, por encima de cualquier otra cosa, y con las tres colaboraciones me siento muy identificada.

Vemos en tu música una alegría vital muy necesaria, sin olvidar esa conciencia social. ¿Es así la Mabel Flores que se encuentra fuera de las canciones?

(Risas). Intento que sí, intento siempre ver el lado positivo de las cosas pero lo cierto es que soy muy autoexigente y eso me hace que siempre encuentre pegas a cada cosa que hago. Confío mucho en mí pero soy muy estricta conmigo misma, y a veces me gustaría poder reducir esos niveles, para qué mentirnos. Por otro lado, creo que existe una problemática social muy grande y que la solución es colectiva, por eso también siento la necesidad de expresarme y no quedármelo para mi.

En tus canciones hablas de realizar los sueños de uno mismo, ¿es necesario que un artista se muestre en su forma más humana?

Creo que el público pide a gritos que lo seamos. Que nos mostremos transparentes, sin caretas, sin apariencias falsas. Al final establecemos un vínculo con las personas que nos escuchan, y considero que cuanto más cercano sea un artista y más humano y vulnerable se muestre, más fácil resulta conectar con el o ella.

En “Tiempo” te muestras como una persona que se ha sentido atosigada y ha padecido ansiedad. ¿Cada vez tenemos menos tiempo para desconectar de la realidad y conectar con una misma?

Yo libro una batalla constante con el reloj, no sé cómo, pero siempre se me acumulan mil tareas que cada vez crecen más rápido de lo que consigo eliminarlas. No sé, el ritmo frenético de esta vida creo que a veces nos sumerge en esas prisas y esa inmediatez pero, como todo, dependerá de lo que nos permitamos y de lo que no. Yo es que soy un culo inquieto y digo que sí a mil cosas que después me cuesta asumir, y ahí viene el drama.

Creo que una de las características es que la información que se nos acumula a nuestro alrededor hace cada vez más difícil tener tiempo libre. Como escuché en la radio el otro día, “hasta ver una serie o una película se ha convertido en un trabajo”. Todo el mundo la ve, tú no vas a ser menos. 

Yo soy poco de sofá y mucho de maquinar mil ideas. Nunca me ha gustado la televisión y lo cierto es que solo veo películas el típico día de lluvia, mantita y palomitas, o ahora con el confinamiento se ha convertido en algo más habitual porque no hay alternativa. Pero sí, totalmente de acuerdo en que hay exceso de información y de “cosas que hacer”.

Al fin y al cabo, la canción de una persona es algo completamente personal (siempre que compositora e intérprete sea la misma persona). Sin embargo, he podido hablar con gente que decide ponerse ciertas barreras por las que no pasar en sus canciones. ¿Cuál es tu posición al respecto?

Bueno, considero que mostrarse no siempre es exponerse. Obviamente abres una puerta de ti que puedes decidir mantener cerrada. Yo siempre intento no pasar la línea de mostrar mi vida privada e íntima, ya que considero que es algo que no le interesa a quien me sigue, o no debería interesarle más allá de las canciones. Puedo hablar del amor, de la familia y de mis amigas en canciones, pero no creo que sea necesario que se le ponga cara y nombre. Ahí es donde intento mantener la discreción.

Es inevitable hablar sobre esto en un momento donde los músicos lo están pasando muy mal al verse afectados de forma directa por la situación sanitaria actual. ¿Cómo se ha visto afectada tu carrera a causa de la COVID?

Fatal. Veníamos de un par de giras de cerca de 80 conciertos cada año, y en 2020 se nos quedó en 15 conciertos… Ahora ha empezado ya 2021 con un nuevo disco bajo el brazo y las previsiones tampoco son lo que esperábamos, pero bueno, hay que esperar y mantener viva la esperanza. Eso sí que no nos lo van a quitar.

En estos momentos sale a relucir la importancia que tiene la cultura para la sociedad, aunque desde arriba no lo vean de la misma forma y acabe siendo afectada, como siempre, la industria cultural. ¿Algún mensaje para los que no creen que la cultura sea un bien patrimonial de su país?

Si, que sin cultura no hay futuro y el pueblo se muere poco a poco. La cultura nos hace libres, críticos, reflexivos, nos abre puertas hacia la sensibilidad y la belleza. Si perdemos todo esto, ¿qué nos queda?

Para finalizar la entrevista, teniendo en cuenta que este es un medio en el que los lectores provienen de un bagaje más acorde con la música urbana, ¿qué le dirías a quien te acaba de descubrir a raíz de esta entrevista?

Pues no sé, que muchísimas gracias por haber llegado a la última pregunta, que si les apetece un humilde viaje escuchen Meraki, que es un discazo, y que en la diversidad está el gusto y la riqueza.

Entrevista: Juan Fernández

Documentación: Luis Jaime Blanch y Juan Fernández

Redaccion

Artículo realizado por varios/as componentes del equipo de Urban Life

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