La elegancia madrileña contra la locura tinerfeña
El pasado 2 de febrero Zetazen y Cruz Cafuné ofrecieron un concierto en Alicante que acabó superando todas las expectativas
Le teníamos mucha curiosidad y muchas ganas a este concierto pero, al parecer, el resto de Alicante no tanto, pues la Sala The One estaba medio vacía. Y nos sorprende porque, por un precio muy asequible, nos esperaban casi tres horas de show de dos artistas con estilos antagónicos. Se avecinaba la elegancia madrileña contra la locura tinerfeña.
Así pues, pasadas las 22:00 el primero de la dupla en salir al escenario fue Zetazen, aunque no era un domingo. Lo hizo coreando con demasiada energía inicial “Me levanté, me levanté” unas 5 veces para dar paso a “Chin Chin”. Ya desde los primeros instantes percibíamos dos aspectos. En primer lugar, que el artista madrileño habia venido a dar lo mejor de sí mismo. Envolvió de fuerza incluso temas más lentos y sentimentales como “Ámbar” o “Alma Libre”. Su cuerpo lo sentía. Gesticulaciones y la imposibilidad de mantenerse quieto en las más de 15 canciones que cantó.
Además de Elegant Pain, también sonaron “Si No Me Lees”, “Miénteme”, “Crisálida” o “Cheque en Blanco” en acappella. Asimismo, éramos los afortunados de escuchar dos cortes inéditos, uno de ellos con un ritmo más reggaetonero. Aunque la mayoría son melódicas, también consiguió caldear el ambiente de la Sala The One con “Cuídate”, “Escalofrío”, o “Demonio”. Entre una canción y la otra, gritos de «guapo» «baja» y «cásate conmigo» se apropiaban del recinto.
Y, en segundo lugar, la voz. Era la primera vez que asistíamos a un concierto de Zetazen y nos dejó impresionado que la diferencia entre los directos y las canciones oficiales es nula. Y es que no solo derrama el licor, sino que con su voz también derrama el sentimiento y así lo ha dejado saber a la ciudad alicantina donde volvía 6 meses después. De hecho, durante su propia actuación confesó que hace dos años y medio, se tuvo que cancelar un concierto en esta ciudad por la insuficiencia de la venta de entradas pero que, ahora mismo, está en su mejor momento profesional.
Cuando eran las 22:37, Zetazen preguntó a una chica de la primera fila qué hora era. La reacción del público era veloz y enseguida se escuchó un rotundo 3:43, pero eso no quita que el madrileño se lastimase por no acertar con el cronómetro. Después, la sala prendió fuego con el coreado “Incendio en Mí” mientras que las linternas de los móviles brillaban al son de la letra. Tampoco faltó el acústico de “Llórame” con J Heras tocando la guitarra, productor, cantante y acompañante de Zetazen durante todo el concierto, para rematar su actuación con el rompedor “Me Levanté” inicial.
A pesar de que se quedaron muchas entradas sin vender, el feedback del público era gentil y se volvió loco cuando Cruz Cafuné, con chaqueta vaquera y una gorra negra, salió al escenario saltando camuflado por luces azules al ritmo de la segunda parte de “Maracucho Bueno Muere Chiquito”. Le dio tanta intensidad que incluso se tropezó con Choclock, componente de BNMP Music que también cantó algunas canciones suyas.
Nada más acabar su primera intervención, no tardó en ganarse el cariño del público. No me refiero en el hecho de cantar, que también, sino en los segundos de descanso entre una canción y otra. Esta vez, el tópico de las personalidades según la comunidad autónoma sí se cumplió. Desde el principio transmitió un buen rollo y una simpatía espléndida, sacando numerosas sonrisas del público durante los 70 minutos que estuvo sobre el escenario.
Los temas de su álbum en solitario que recibe el mismo nombre que la canción inaugural iban sucediendo una tras otra. Desde «Forbes» hasta «Majalulo» pasando por el bailado «Cuenta Conmigo» o el eléctrico «Fleje». Todas ellas con fiebre y unas ganas tremendas de poner patas arriba la sala alicantina. Llegó representando las Islas Canarias y acabó dejando la bandera en el stage. Lo estaba clavando, porque no hay Cafuné sin la Cruz.
Después de unos 25 minutos intensos, llegó el tiempo de frenar un poco el turbo. Sacó de la manga canciones del álbum Pa’l Coche del grupo BNMP como «Mango» o «922 & Heartbreak» y cedió paso a su compañero Chocklock que interpretó «Pantera Rosa», «Fácil» e «Italianissimo», con la ayuda de Cruzzi. Acto seguido, se ‘prendió esa mierda’ con «Tokyo Drift». Era uno de los puntos más álgidos de la noche.
Luego sonó «No Hay Más», «Te Enamoraste de una G» o Miénteme» pero tanto el público como el mismo Cruz Cafuné quisieron el ‘perreo’ y es por eso que se guardó «Mi Casa y Coquito La Pieza» para el final. Solamente faltaban vasos de cubalitros para que pareciese una fiesta. Está claro que Cruzzi sí sabe cómo tornar un show en epicidad. La noche se fue calentando paulatinamente y acabó siendo rematada por «Lo Mejore» después de que el público le hubiese reclamado cantar otra canción, una noche que acabó superando nuestras expectativas, que ya se posicionaban altas.
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