Juancho Marqués | Un soprano elegante
Siempre es bonita y curiosa la primera parada de una nueva gira, pues lo acontecido ahí puede afrontar de una forma u otra la siguiente fecha. Y qué mejor que estar agradecido al público tras el show que abre una etapa de conciertos durante unos largos meses. Así sucedió el pasado 4 de octubre con el directo de Juancho Marqués en la Sala The One de Alicante, con sensación de no haber querido acabar por parte de los dos.
No era consciente de la gigantesca base de fans enamorados de Juancho hasta las pasadas 22:30, cuando los chillidos y gritos perforaron mis tímpanos una vez que el marqués saludó a los asistentes desde el backstage. Unos gritos que se multiplicaron cuando la melodía de “Luz Azul”, entre humos verdes y rojos, se apoderó de la sala. Era tan solo el inicio de algo precioso, pero lo suficiente para darme cuenta de una cosa; el vínculo entre Juancho y sus seguidores es muy cercano.
Si lo prioritario era conectar con el público, no cabe duda de que el objetivo está más que cumplido. No importó qué época del sevillano fue interpretada, ya sea de Suite Soprano o del último álbum motivo de la gira, la mayoría del público conocía verso a verso, estribillo a estribillo prácticamente todas las letras, tanto de “Por los Siglos” como del “Cielo sobre Berlín”, por ejemplo. Esto es un hecho a destacar de Juancho, que su evolución musical no tuvo nada que ver con las influencias. Dio con un estilo propio de pureza máxima que dispara muchas balas de sentimientos que van directos al interior de las personas. Ellos se identifican con la letra y de ahí que el ambiente en sus conciertos sea cálido. El de Alicante, un ejemplo más.
Sin duda, el momento más mágico de la noche se presentó cuando el staff colocó dos sillas blancas en medio del escenario. Una para Juancho, y la otra para la invitada Marina Reche. Algunos lo intuían, otros se sorprendieron, pero en todo caso, la bienvenida a la hermana de Alba fue descomunal. Muchos aplausos y gritos que incluso parecían intimidar en el primer momento a la sonriente Marina, pero no tardó en deleitarnos. Lo ocurrido ahí parecía una escena de videoclip, una magia personificada a través del manejo con la guitarra del sevillano y la dulce voz de la ilicitana made in Reche, interpretando “Paralelo Circular”. Sonrisas, abrazos, felicidad y algunos saltos de chispas entre los dos. Pura “Química”.
Aunque la gira sea derivada de Álbum Uno, Juancho presentó un poco de todo. Sonaron tanto “Love” y “Nos Vamos a Comer el Mundo” de Blue Sundays, como “Rueda”, “Mira Pa Otro Lado” de Cierre, “Para Siempre” de Suite Soprano y, por supuesto, temas del reciente disco como “Polos Positivos” o “Quema”. Tampoco se olvidó del nuevo proyecto Summer Series, porque despedir el verano da menos pena con temas como Ibiza (aunque sinceramente yo prefiero el frío).
Volviendo a la idea inicial, este concierto estaba hecho sobre todo para los fans acérrimos. Se sintió una retroalimentación y una conexión bestial entre las dos partes; un Juancho muy interactivo con el público y el respetable muy entregado con Juancho. Así mismo, quiso agradecer al público la entrada (casi sold out) cuando hace tres años asistieron 60 personas como él mismo afirmó. Tres años después, unas 840 personas cantaban a pleno pulmón sus temas en un ambiente impregnado por alegría, buen rollo, tranquilidad y elegancia. Un cambio brutal, relacionado con la madurez y evolución del sonido. Lo cierto es que basta con leer los comentarios en sus canciones en YouTube; “arte” y “magia” son las palabras que más se reiteran. Por algo será.
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