Funzo & Baby Loud | Los reyes de Alicante

El joven dúo de música urbana colgó el cartel de sold out en su ciudad
La monarquía alicantina estaba de regreso en The One. Son chavales a los que adoran incluso afines al republicanismo. La ciudad alicantina tiene nuevos dominantes entre la juventud, ellos son Funzo y Baby Loud y convierten en oro todo lo que tocan. Es la capacidad de hacer las cosas bien y sin prisas, ese efecto que logra que saquen temazo tras temazo amasado a fuego lento con una calidad pasmosa. Eso también influye en que agoten entradas de cualquier ciudad en apenas minutos. Se están comiendo el mundo con la corona puesta y sin despeinarse.
Siempre se ha dicho que nadie es profeta en su tierra, pero esa frase se volvió desfasada cuando la Sala The One colgó el cartel de sold out en su concierto del 24 de enero. Una cola kilométrica de adolescentes hambrientos de música cruzaba la avenida del polígono industrial y de una Calle del Bronce que parecía de oro. Un dato muy importante es que la gran mayoría de asistentes eran menores de edad, cuestión que era cuanto menos anecdótica. Eso entorpeció la entrada y, como consecuencia, el retraso del mismo. Pero con autorizaciones entregadas y fotocopias de DNI enseñadas, era el momento de entrar al recinto.

Invadimos la zona de prensa con nuestras cámaras, set preparado para disparar en las tres primeras canciones. Hubo que esperar un tiempo en el que, a falta de teloneros, fue el DJ Jay Saez quien caldeó el ambiente con grandes temas del reggaetón para un público ansioso de ver al joven dúo alicantino. Y fue escuchar la voz de Funzo cuando todo el público enloqueció. Y salieron por todo lo alto con “Jóvenes To Locos”. Efusividad, saltos y caras cómplices. La felicidad que despertaban los hermanos en la gente es la magia de los conciertos. A pesar de todo, a Funzo no se le veía muy cómodo, hubo partes en las que estaba más preocupado por cuestiones técnicas que por disfrutar el concierto, pero le duró poco.
Siguió el setlist con “Cabaret”, una canción a la que le faltó la presencia de Luisaker como artista invitado pero que Baby Loud solventó con creces. Los asistentes coreaban todos y cada uno de los temas, reflejo claro de lo queridos que son dentro de la ciudad. Y continuaban con “Elixir” para dar más ambiente íntimo a la velada. Hasta ese momento, todo estaba saliendo rodado y era tiempo para la interacción con el público. Funzo regaló una camiseta, Baby Loud bromeaba. Iba pasando el tiempo y se sentían cada vez más seguros. El problema recae, y que se lo digan a Funzo, en que cuando te pasas todo el rato moviéndote y dando saltos, tu cuerpo acaba resintiéndose.

Las personas se agolpaban en la valla de una forma aterradora, tanto que se nos hacía remotamente imposible conseguir salir del foso por estar agolpadas en la puerta de la valla. Una de las canciones más festejadas del día fue “Ojalá Te Vaya Bien”, que se ha convertido en todo un himno. Todos se sabían el tema y se coreó del principio al final de la sala (exceptuando a los padres que se estaban tomando cervezas y cubatas en la parte lejana al escenario). Mientras, Baby Loud aprovechaba para posar delante de la cámara, cosa que hace como nadie. Su pasotismo sobre el escenario es una característica muy propia que le permite controlar los nervios y sentirse el rey con un micrófono en la mano y todo le da igual.
Su repertorio ya es bastante amplio, y era tiempo de seguir con temazos de la talla de “Na de Amor” o la célebre “Y Cuando Pienso en Ti” con un juego con la frase “Alicante está de rumba”. Se pusieron tiernos con “Pa Comprarte un Beso”, se crecieron con “Rollaso” hasta tal punto de soltar un pequeño gas por la boca que despertó más risas e innovaron con una base más intimista para la canción “Ketejodan”. En este momento se subieron a los amplificadores con cuidado de no caerse y Baby Loud aprovechó para coger el móvil de una fan y grabarse cantando. Aquella chica no olvidará aquella noche jamás.

Todos sabíamos que se estaba acercando el final, pero nadie quería pensarlo, se lo estaban pasando demasiado bien tanto la gente como los propios artistas sobre el escenario y decidieron ralentizar un poco la despedida. Pese a su juventud, tienen temas escondidos por YouTube sin representación en Spotify y pusieron a prueba a los asistentes para corroborar quién se las sabía y la reacción fue muy positiva y disfrutada. A esta especie de remember le siguió la más reciente de las composiciones de estos hermanos: «Malibú Con Piña». Y desataron la locura que no se iba a acabar durante lo que quedaba de actuación.
Era un día especial, llenaban una sala inmensa y jugaban en casa. Tenían que hacer algo para agradecérselo al público y contaron con la presencia de Lionware que había viajado desde Zaragoza para estar allí para interpretar junto a ellos “Hoy Es Ese Día”. Y la sorpresa no acababa ahí, pues otra de las invitadas iba a ser nada más y nada menos que Paranoid 1966 para cantar junto a Funzo & Baby Loud la canción “Poca Suerte”. Así llegó el final, a priori, de un concierto lleno de adrenalina y con cañones de confeti que rociaban al público de las primeras filas. Pero tras la foto, todo el mundo sabía que faltaba algo. No se podían despedir de Alicante sin cantar “Cebao”.

Ese fue el final oficial del concierto. Hasta los padres rezagados se dispusieron a bailar. Porque la buena música no entiende de edades, y los buenos shows tampoco. Funzo acabó sudando la gota gorda y regalando la chaqueta de su chándal, Baby Loud en cambio regaló una pulsera. Se desprendieron de sus posesiones y de su alma para complacer al público de su ciudad. Y mereció la pena. Es cierto que les quedan algunas cosas por pulir sobre la tarima, pero es cosa de los años y la experiencia. De momento, es todo lo que se les puede pedir.
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