Farándula Día 1 | El comienzo de un festival que busca perdurar en el tiempo

Farándula Día 1 | El comienzo de un festival que busca perdurar en el tiempo

La primera jornada del festival alicantino contó con las actuaciones de artistas como Ayax y Prok, Kidd Keo, Recycled J o Kaze

Todo comenzó como un día cualquiera de festival. Los aledaños del recinto se llenaban de gente con ganas de pasarlo bien y de disfrutar de dos días de escándalo con la música como principal divertimento. Pero no vamos a engañarnos, no era un día de festival cualquiera. Era la vuelta a la normalidad de los macroeventos, era volver a disfrutar de un ambiente libre de restricciones sanitarias. Porque los que hemos vivido los conciertos sentados y con mascarilla sabemos lo que nos perdíamos. La cultura necesitaba esto. El público necesitaba esto. El Farándula Festival llegó como si nada y ofreció lo que más se pedía: el retorno a la más bonita normalidad.

Por ello, cuando uno se acercaba al recinto, no podía esconder esa sonrisa tonta que se le escapa entre las comisuras de los labios. Esa sensación de esperanza que llega cuando se ha disipado todo el caos. Tanto era así, que los nombres que ocupaban el cartel eran lo menos importante para un servidor. En ese momento primaba más la conceptualidad de festival al uso que los artistas que pasarían por los dos escenarios habilitados en el Multiespacio Rabasa. Que sí, que vengan los gemelos más famosos de la industria musical nacional ayuda (y no hablo de los Gemeliers, que también hicieron acto de presencia entre bambalinas). Pero hay diferentes formas de entender la música y la mía no es sustancial a los números que cualquier artista pueda tener en sus temas o el género prioritario que represente.

Por eso mismo, lo que hicimos fue llegar a primera hora, preparar el material fotográfico, y pasar al foso del primer grupo que pisaba la tarima del Farándula Fest. No os voy a vender historias de mis conocimientos del flamenco y la rumba porque son nulos. Más allá de criarme escuchando a artistas como Los Chavis, Queco, Parrita o Tijeritas; mi conocimiento se reencontró con este género más adelante con Los Delinqüentes o Makandé. Pero he de decir que me encantó conectar desde el primer momento con la propuesta rumbera de Uña y Carne.

uña y carne farándula
Uña y Carne | Foto: Juan Fernández

Como previa al evento, reproduje de principio a fin el álbum «Lo Que el Tiempo No Sabe Borrar» (2021) y me sorprendió ver a un dueto que era capaz de reflejar asuntos cotidianos de los barrios para exponerlos con una crítica social resplandeciente. Además, sus letras tienen el componente principal de permanecer en el subconsciente del oyente, haciendo que sus estribillos sean difíciles de borrar y que perduren en la memoria. Carlos Salado y Antonio Clavería llegaron a Alicante rodeados de un grupo que buscaba arrasar la ciudad a unas horas tan soleadas.

Quizá abrir un festival no es el mayor deseo de un grupo que se planta un viernes a las 16:00 de la tarde en un descampado para cantar frente a un número incierto de personas. Y aunque el número de asistentes fue bajo, los allí presentes se lanzaron a cantar todas y cada una de las canciones que los artistas interpretaban y a dar palmas al son de la música. A mí, como ya he comentado anteriormente, me encandiló una propuesta que nada tenía que ver con mi escucha habitual pero que me hizo volver a mi infancia con el coche de mi padre circulando y el verbatim en la disquera.

Temas como «Vamos a Tocar», «Ceniza Muerta» o «Yo Me Drogo» levantaron los coreos de los allí presentes. Pero la canción que triunfó por encima del resto en el recital de los alicantinos fue «Pasa el Canutito», que despertó a la gente al principio del evento y venía a despedirlo por todo lo alto. Desgraciadamente, se sobrepasaron de tiempo y no pudieron dar rienda suelta al colofón pensado, relegado al coreo del estribillo a capella con un adiós que nos supo a poco. Los tiempos de los festivales son los que son, con lo que habrá que esperar a un concierto exclusivo de Uña y Carne para vivir ese ambiente que desprenden.

Mientras, en el escenario principal actuaba la banda madrileña Marlena, formada por Ana Legazpi y Carolina Moyano. El dúo revelación congregó a un número interesante de gente de acuerdo con las horas en las que actuaban y nos dio tiempo de escuchar únicamente el final de la actuación con temas como «Fecha de Curiosidad» o la exitosa «Me Sabe Mal». Fue ahí cuando notamos por primera vez el movimiento masivo de gente entre escenarios. Fue terminar el concierto y dirigirse una avalancha de personas al escenario situado a la izquierda del recinto para no perderse nada del concierto de Zzoilo.

zzoilo farándula
Zzoilo | Foto: Juan Fernández

La gente no quería llegar tarde al concierto del autor del hit radiofónico del pasado año. El autor de «Mon Amour» pisaba Alicante con un espectáculo que nada tenía que ver con la perspectiva de chico bueno que se ha creado con la colaboración con Aitana. La vibra de Zzoilo es de un rockstar. Con sus 21 años, el valenciano pretende llevar por cada escenario que pisa el pop-rock que hizo de bandas como El Canto del Loco o Despistaos auténticos movimientos musicales de referencia. Pero este día la suerte no estaba de su lado. Todo lo que podía salir mal, acababa por salir mal.

El concierto se retrasó por unos problemas técnicos con el bajo y, cuando finalmente pudo salir al escenario, era el micro el que daba fallos. El artista se tomó con buen humor esto y volcó el concierto a una fiesta entre colegas en la que él y el público formaban una simbiosis única. Porque si todo es un desastre, al menos que sea agradable. En persona se nota que es un chaval con las cosas claras pero que no deja de perder esa naturalidad que le hace ser una persona con la que poder echarse unas cervezas sin problema. Escuchamos temas como «Menta», «Starsky & Hutch» o «Luces, Cámara, Acción»; pero también hubo tiempo para sorprender al público con una versión de El Canto del Loco o cediendo el espacio a su corista Marina Melgar para que cantase su tema «Acepto las Cookies».

Aquí se vio la persona humana y divertida que hay detrás del pseudónimo de Zzoilo, bajando al público y apoyando como nadie a su compañera. Todo podía parecer que saldría mal, pero sorprendentemente consiguieron rescatar un concierto que se perdía por el desagüe y, aunque no recordarán este concierto por su impecable ejecución, el público pudo corear canciones como «Al Punto de Sal» o «Mon Amour» y conseguir alguna foto con el artista que, al finalizar la actuación, se convirtió en un fan más.

cano farándula
Cano | Foto: Juan Fernández

Fue en ese instante cuando llegaba el momento de la música más afín al servidor que está escribiendo esto. En el escenario principal estaba Cano y llegamos en el momento en el que interpretaba un temazo como «No Puedo Responder». Fue ahí cuando de verdad comprendí lo feliz que era volviendo después de mucho tiempo a un festival. Era la primera vez que veía a Cano y su presencia, en chándal del Atlético de Madrid y vaqueros, marcaba las directrices de un concierto que había reunido a una cantidad notoria de gente que se sabía todas y cada una de las canciones.

Me dio tiempo a entrar al foso de fotógrafos para la última canción. Mi compañero Marc Pujalte tuvo un problema con el coche y se tuvo que ausentar el primer día del Farándula. Aun así, eso no impidió que disfrutase como nadie del show del madrileño. Creo firmemente que un escenario de esas dimensiones se queda grande para una propuesta urbana de esta índole. Siendo fan incondicional del de Rivas Vaciamadrid, lo mejor hubiese sido relegarlo al escenario más pequeño.

Teniendo en cuenta esto, comenzó a dar rienda suelta a temas que le habían acompañado a lo largo de su carrera como «Tú y Yo» o «Cuando Ella Se Va», llegando a repetir «Bandido» o «Historia de Un Bandolero». Cuando vio que le había sobrado tiempo, quiso seguir sobre el escenario para contentar a sus fans que merodeaban las primeras filas. No sé si era una percepción subjetiva mía pero parecía que el público estaba en éxtasis. Tras finalizar el concierto de Cano, había llegado el momento non stop del género urbano. Quedaban actuaciones de nombres tan magnos como Recycled J, Kidd Keo, Kaze o Ayax y Prok.

ciudad jara
Ciudad Jara | Foto: Juan Fernández

Entre medias, eso sí, tuve la oportunidad de ver por segunda vez el proyecto personal de Pablo Sánchez, ex-líder de la banda valenciana La Raíz. La primera vez fue en Barraques de Sitges el pasado verano y esta vez, por fin, tenía la oportunidad de verlos en casa. Presentaban «Cinema», su segundo trabajo discográfico, y todo parecía ir de cine. Saltó Pablo al escenario después de la intro realizada por su banda y el público gritaba. «Si Tú Me Pidieras» comenzaba a sonar en Alicante mientras todo parecía ir sobre ruedas. De hecho, cuando se dejaron oír los primeros compases de «El Último Pasillo», el murmullo se acrecentó. Sin embargo, no era proveniente del concierto. Algo pasaba entre el público que estaba dejando el concierto en un segundo plano.

Al darme la vuelta, vi a un chico entre el público ser retenido por la seguridad del festival. ¿La excusa? Portar una bandera tricolor. Con la ayuda de varios asistentes, y en un tumulto en el que tuve que hablar yo también, abortaron misión y dejaron al chico seguir disfrutando del concierto con su bandera republicana. Fue un momento de tensión en mitad de una actuación que dejó de tener toda mi atención. Ese detalle manchó un concierto que me hizo sentir un poco incómodo, más si cabe cuando uno de los seguratas me increpó diciéndome que no tenía derecho a hacer fotos en su presencia. Creo que fue la anécdota más gris de todo el evento, difuminando una actuación como la de Ciudad Jara, que tenía muchas ganas de presenciar.

recycled j farándula
Recycled J | Foto: Juan Fernández

Si alguien te puede mejorar una mala situación, ese es sin duda Recycled J. Hay muchos artistas con buenos directos a nivel nacional pero sólo unos pocos pueden desprender la personalidad que rezuma él encima de un escenario. El primero en salir fue Selecta, quien se colocó en su posición de productor y despertó el hambre de bangers de todos los asistentes. No obstante, fue en el momento en que Jorge cogió el micrófono entre bambalinas cuando la locura se hizo presente. En ese momento no recuerdo nada más que no fuese griterío y gratitud. Teníamos la suerte de reencontrarnos con uno de los talentos más importantes de nuestro país sin restricciones. Frente a frente con el autor de temas que pasarán a la historia de la música urbana.

No sé si cantaba «Superpoderes», «Maravilla» o «Raíces»; en ese momento todo era una nube que envolvía todo el recinto del Farándula Fest. Con gafas de sol, pues las horas todavía eran dolorosas, Jorge hizo gala de una retahíla de grandes temas que le han acompañado a lo largo de toda su trayectoria. Pudimos comprobar de primera mano la potencia que tienen los temas de su último EP «Sad Summer» (2021) con la primera presentación de temas como «Sabe a Chicle» o «40 Noches», pero también nos demostró que su ópera magna «City Pop» (2019) sigue presente con canciones de la talla de «Cadena» o «Por la Pasta». Siento escribir estas palabras desde lo más profundo de mi sentimiento de fan hacia Jorge pero la realidad es que ese concierto que estábamos presenciando era, en términos generales, el mejor de todo el festival.

Porque él tiene clara una cosa que mencionó durante el evento: «En la puta vida vamos a hacer esto por dinero«. Seguidamente consiguió el reclamo masivo del público con la gran «Aunque Digan Que Yo». Hasta este punto podríamos decir que nada nos podía sorprender más. Una actuación ejemplar, con Recycled J comiéndose el escenario y con un juego de luces, aire y confeti que maravillaba a todos. Pero de repente comienza a interpretar «Carretera» y aparece, de la nada, Waor. En ese momento el público se vino completamente abajo. Ese trozo del concierto, con la interpretación de otros temas como «Nosotros», «A La Tumba», «Más Alcohol» o «Sudores Fríos»; fue el regalo perfecto para un concierto para el recuerdo.

Como explicaría posteriormente el propio Waor, él estaba de vacaciones en Santa Pola con su familia cuando se enteró, por pura casualidad, que Recycled J actuaba en Alicante. No se lo pensó dos veces y deleitó al público alicantino con su presencia sobre el escenario. Tras esto, tocaba rebajar tensiones y una versión íntima de «Angelito» vino como anillo al dedo. Poco a poco había que volver a la normalidad adrenalínica y utilizó las cartas de «Ibiza», «Tiempo» y «Banksy». En ese momento llegábamos a una recta final que tuvo como protagonistas a «De ti Me Olvido», «Bambino» y «A Tu Lao». Terminó el show con todo el mundo bañado en confeti blanco y con las ganas de que el concierto hubiese durado un par de horas más.

kidd keo
Kidd Keo | Foto: Juan Fernández

Decidió terminar su concierto un poco antes para no coincidir con el artista que iba a continuación. Un artista que sorprendió mucho cuando fue anunciado como cabeza de cartel. No os voy a negar que no soy muy fan suyo. Hace tiempo que le perdí un poco la pista y su actualidad musical me era algo desconocida. Pero como previa al evento decidí darle una escucha y ha conseguido renovar su sonido sin perder la esencia que siempre le ha caracterizado. Porque su nombre es posiblemente uno de los más conocidos del panorama musical nacional. Kidd Keo ha conseguido crear un misticismo sobre su persona que le viene muy bien. Entre el público había dos tipos de personas: los fans acérrimo del trapper alicantino y los curiosos que iban para ver con qué sorprendería el artista esta vez.

Y el concierto curioso era. Detrás, en la parte central del escenario, se podía ver a una bailarina de pole dance secundada por cuatro encapuchadas que también hacían el papel de bailarinas. Mientras, en primer plano podíamos ver el desempeño de Keo, que se enfrentaba ante un concierto de los que marcan un antes y un después en tu carrera como músico. Como él mismo se atrevía a decir, este concierto no era uno cualquiera. Era un show frente a su ciudad, esa ciudad que le vio crecer. Esa ciudad en la que pasó de ser un chaval con intenciones de hacer música a un personaje que ha conseguido vivir de ello. Cualquier invención ficticia, como Keoland o Rockport, eran creaciones nacidas a partir de la concepción de la ciudad de Alicante. La Alicante de la noche, de la fiesta, de las quedadas; decía el trapper.

Las quedadas de coches en la ermita de la Cañada del Fenollar, las salidas nocturnas por el barrio, las amistades que se crearon antes de llegar el dinero y el éxito. Todo esto tomaba presencia en un concierto al que había invitado a su familia y amigos. Aquí se pudo ver a un Keo sentimental, consciente de la importancia de esa actuación, recordándose en su mente que nadie es profeta en su tierra. Pero el lleno que había conseguido no era casualidad. Podía interpretar «24H», «Superstar» o «Igot» que el público había tomado una dinámica bastante positiva. Aunque he de decir que no se llegó al punto de clímax máximo hasta que no llegó la recta final del evento con el tema de «Dracukeo».

Anteriormente pudimos disfrutar de la trilogía de «Bando Boyz Free» con la aparición estelar de Yung Sarria y Tales o de la mejor canción que ha publicado el alicantino a lo largo de su carrera: «Foreign». Pero no fue hasta la recta final donde la energía del personal se hizo presente, con un Keo que acabó subido a la valla que separaba al público del foso y que dio rienda suelta a un final espectacular que se llevó a cabo con «Me la Suda» y «Lollypop». Fue un concierto para que, tanto los amantes de Keo como los que no lo escuchaban, pudiesen pasarlo bien durante la hora que duraba la actuación. El trapper plantó su bandera en la arena del Multiespacio Rabasa demostrando que Alicante, por mucho que pasen los años, sigue siendo territorio comanche para cualquiera que ose discutirle el puesto.

kaze
Kaze | Foto: Juan Fernández

Llevábamos mucho faranduleo y aún quedaban dos platos principales del género urbano. El primero venía desde Cartagena acompañado de su siempre inseparable Beto. He perdido la cuenta de las veces que he visto a Kaze en directo, pues los alicantinos tenemos la suerte de que nos visite asiduamente. Pero es un artista que siempre apetece ver. Apetece por varias cuestiones, entre las que se encuentran evidentemente los aspectos musicales, pero además desprende una vibra de cercanía que no todos tienen. Muchas personas pueden verse reflejadas en su persona, un chaval que decidió iniciar una andadura musical y que ahora revienta los escenarios siendo fiel a la gente que le apoyó desde siempre y recibiendo con los brazos abiertos a los nuevos adeptos a su música.

Por ello, decidí irme un poco antes del anterior concierto para llegar de primeras a ver al de Cartagena. Y era otro artista que nos sorprendería con otra colaboración inesperada. No sé cuánto tiempo llevo pidiendo un concierto de Shoda Monkas en Alicante pero, hasta que eso ocurra, nos tenemos que conformar con su colaboración en el tema «Cómete Mi Éxito». Por lo normal, tuvimos la ración de comida que acostumbramos a comer los que vamos a cada concierto de Kaze: Espacio para que DJ Conjurer arme la fiesta, cesión de micrófono a Beto para que se discuta quién es el Cristian bueno, una magna «Lo Que El Silencio Guarda» coreada por todo el respetable y una voltereta del rapero que siempre levanta los «ooooooh» del público.

Pero este concierto también me dio la oportunidad de escuchar por primera vez en directo canciones de la talla de «Todo Correcto» o «Mamma Mia» o poder testear una versión diferente de «El Techo de Mi Habitación». Unos leds, colocados a izquierda y derecha del montículo del DJ, reflejaban la inicial del protagonista de ese preciso momento. De esta forma, cuando rapeaba Kaze se podía vislumbrar una K, cuando Beto cogía el testigo una B, y cuando cedían el protagonismo a DJ Conjurer una C. Era un poco cutre, no lo vamos a negar, pero eso es lo de menos teniendo a dos titanes como Kaze y Beto deleitándonos con su mejor propuesta en directo.

Otro aspecto que creo que es importante señalar es esa amistad inherente que se puede palpar entre ambos rappers. De esta forma, el público podía ver miradas cómplices y muchas risas entre ambos. Creo que es lo mejor que se puede hacer encima de un escenario, mostrarse natural. Fiel a uno mismo. Y cuando encima se quedan en el festival apoyando desde el público al resto de raperos confirmados en el Farándula, solo podemos quitarnos el sombrero y aplaudir. Muchos tienen que aprender de estos dos, no sólo hablando de técnicas sino de actitud.

ayax y prok farándula
Ayax y Prok | Foto: Juan Fernández

Y el primer día del evento llegaba a su fin -para nosotros- con los gemelos del Albaycín. Eran la principal actuación del día. Había gente que guardó su puesto desde primera hora de la tarde junto a la valla para poder ver el recital de los inconfundibles Ayax y Prok. Y, al parecer, ellos también estaban deseosos de subirse al escenario. Había pasado mucho tiempo desde su último show a dúo. Ambos han trabajado en elaborarse una carrera en solitario que les ha llevado a descubrirse aún más como artistas. Resultado de ello son las recientes obras «Le Crie de la Rue» (2021) de Prok y «Juglar del Siglo XXI» (2022) de Ayax. Y aunque el concierto fuese de los dos, eso no era excusa para no interpretar canciones de ambos en solitario que les ha llevado a obtener el reconocimiento del público y de la crítica especializada.

Dejaron claras sus intenciones cuando arrancaron con una oda a los barrios bajos como signo de hermandad hispanohablante con la gran «De Graná a Maracay». Siguieron al instante con el reciente hit de Ayax «La Góndola». En este momentos ya podíamos intuir que este concierto tendría varias capas musicales, pero lo que no podíamos intuir era el dinamismo que iban a demostrar durante todo el concierto. Sí se puede intuir si los has visto con anterioridad, pero siendo realistas, los años pesan y relajan situaciones antes tensas y estresantes. Me acuerdo del primer concierto que vi de ambos, hace muchos años en la Sala The One de Alicante. A cada rato se salían del escenario para vomitar, conscientes del exceso adrenalínico que le ponían a su directo. Actualmente saben calmarse sin perder esa esencia, llegando a pegarse entre ellos y, al instante, encontrar a Ayax bailando salsa de la forma más extraña posible.

Creo que estos artistas se compenetran a la perfección y no precisamente porque sean hermanos. Prok es la técnica pura, la clara muestra del dominio musical y estilístico. Bajo mi punto de vista, es uno de los mejores raperos de este país. Sin embargo, su figura se ha visto opacada por un Ayax que tiene ese desparpajo que le falta a su hermano. Juntando la calidad sonora de uno con la personalidad del otro obtenemos como resultado un combo difícil de batir. Tuvimos la oportunidad de escuchar varios temas del disco «Le Cri de la Rue», donde el propio Prok demuestra su versatilidad. Mientras «El puchero la abuela» tenía la clara esencia boom bap del rap más clásico, «El Ferrari de Enzo» nos daba una hostia en la cara con un drill de alta alcurnia.

prok farándula
Prok | Foto: Juan Fernández

Interpretaron una retahíla de canciones como «Guajiro», «Deos Sucios», «Polizzia», «Mi Barrio Huele a Widow», «El León», «Salgo Pa La Calle», «Zinedine», «Toblerone» o «Roxanne». Entre medias aprovecharon para dejar un par de mensajes bien claros: que sus conciertos no eran aptos para votantes de Vox y que la única bandera que les representaba era la tricolor. Parece evidente que su música no debería ser sustento para fascistas, pero irracionalmente vemos cómo gente con pulseritas de España en la muñeca cantan temas que nada tienen que ver con su ideología política. Cosas de masoquistas, supongo.

La recta final del concierto tuvo diferentes moods. Primero tuvimos un momento íntimo con Ayax y su desgarradora «Dama de la Guadaña», que acabó con el intérprete hecho trizas y con lágrimas en los ojos. Posteriormente, llegó el éxtasis con los temas más identificativos de cada uno por separado: «Fresas con Nata» y «A Veces Se Me Pasa, A Veces Paso». En ese preciso momento todo el público estaba en su clímax máximo, hecho que aprovecharon los gemelos para despedirse por todo lo alto con un «Reproches» que se sabía todo el mundo.

Creo que fue la mejor manera posible de cerrar la primera jornada del Farándula Fest. La primera edición del evento tenía todo lo posible para triunfar y lo consiguió. Más de 18.000 asistentes, procedentes de todo el territorio nacional, se dieron cabida en Alicante para celebrar el retorno de los macrofestivales. No es fácil plantear una propuesta de este estilo y que salga bien a la primera. Los problemas llegarían en la segunda jornada, pero de momento pudimos disfrutar, salvo en el incidente de Ciudad Jara, de un plantel de artistas que encumbraron el Multiespacio Rabasa a la vanguardia festivalera nacional.

Juan Fernández

Codirector en busca de un estilo claro. Del hip-hop al rock y tiro porque me toca.

Un comentario en «Farándula Día 1 | El comienzo de un festival que busca perdurar en el tiempo»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *