Especial | La música en femenino

Especial | La música en femenino

Influyentes, talentosas y renovadoras de la industria musical: Una selección de Urban Life

El mundo de la música no es una excepción. En él, también domina el patriarcado. Aun así, siempre hay artistas que luchan por encontrar las grietas por las que las mujeres consigan ocupar su papel dentro de la industria musical. Nos viene a la cabeza el grupo Pupil·les, formado por Natàlia y Mireia, que pone banda sonora a una lucha constante. Su último tema es precisamente «8M», un grito alentador para tomar las calles con el fin de «vivir sin miedo».

Otra de las voces que ha puesto melodía al Día de la Mujer ha sido la rapera ilicitana Hakuna Tanaka junto a una base creada por la violinista Sara Ember (Last Days of Eden). El tema se llama «Rebelión» y también cuenta con la inconfundible voz de Alba Terol, componente de Tito Pontet y colaboradora de Cactus.

Abres los ojos y ves una escena de mujeres que busca reconocimiento público. Este 6 de marzo, la ex-componente de Machete en Boca, Jazzwoman, sacó su segundo trabajo discográfico. En él, con el nombre de «Maléfica», ha compuesto 10 temas llenos de adrenalina que cuentan con la participación de artistas como Sara Hebe, Santa Salut o las propias Pupil·les.

Por todo esto, desde la redacción de Urban Life hemos decidido mencionar a esa artista que necesita mayor reconocimiento, más interesante vemos su discurso o simplemente más nos gusta. Aquí no se acaba la industria, es solo una píldora. Va por ti, Gata Cattana.

Anier, por Teresa Corbí

Decían que el rap era un mundo «de tíos». La hombría del hip-hop hacía que solo ellos pudiesen llevar la pose de chicos malos y antisistema. Cuando parecía que nada de esto podría cambiar, llegó Anier para colocarse en el foco mediático de una industria patriarcal.

En sus temas normaliza la ayuda psicológica, la soledad y la lucha constante. Busca dar una visión de la mujer imperfecta que choca de lleno con la intención social de convertir a las mujeres en la perfección. «Señoritas correctas y educadas». Con ello, y sin necesidad de hacer gala del egotrip del rapper,

Temas de la talla de «Hiroshima», «Caballos Dopaos» o «Carnaza» son himnos conocidos ya por todos; y su fama ha ido creciendo hasta tal punto de ser confirmada por los mejores festivales del país y de colaborar con pesos pesados de la música como Hard GZ o Ambkor.

Ahora los carteles de rap incluyen en ellos a una tía. Así es, por ahora solo una. Aún falta camino por abrir, las mujeres que serán retratadas en esta lista son las voces de una industria con olor a testosterona. También algunas que no salgan, pues estas artistas son solo una recomendación de cada persona que compone Urban Life.

Nathy Peluso, por Laura Cardells

Ella es Nathalia Beatriz Dora Peluso, conocida como Nathy Peluso o La Sandunguera. Una mujer cantante y compositora hispano-argentina que lleva desde los 16 años subida a un escenario y luchando por convertirse en la reina del hip hop latino.

Nathy prende fuego a cada escenario que pisa. Es una mujer latina que transmite todo el calor y la energía que lleva dentro en cada uno de sus conciertos. Mezcla ritmos de soul, jazz, hip-hop, salsa o swing y la verdad es que no hay ritmo que se le resista y mucho menos a sus caderas.

Esta artista es una mujer que brilla por sí sola, arrasa con todo lo que se anteponga ante ella con su fuerza y su arrolladora sensualidad. Con las letras de sus canciones da voz y fuerza a todas las mujeres. Sus canciones son reflexiones diarias de una mujer hecha. Nathy Peluso es una reina del panorama musical español a día de hoy y lo seguirá siendo por mucho tiempo. Larga vida a La Sandunguera.

Halsey, por Julia Caro

Pocos artistas hoy en día son unidisciplinares en lo que hacen, en el caso de Ashley Frangipane (Halsey) es cantante; compositora; directora de vídeos, sobre todo de los suyos; activista y ha aparecido como actriz en algunos teatros y series estadounidenses. A sus 25 años, se ha abierto camino en una de las industrias en la que el papel de la mujer o sus decisiones suelen ser algo secundario para lo que en el gremio llaman “the men in the suits”, como artista y activista, algo que para ella es inseparable, Ashley ha intentado visibilizar la lucha feminista de muchas formas y con incontables consecuencias.

Proviniendo de una familia interracial, Halsey siempre ha defendido la causa anti-racista, lo que le ha llevado a recibir insultos y mensajes de odio. Como artista, siempre ha querido mostrar su activismo, su opinión y por lo que ella considera que se debe luchar, sea a través de su música o de sus vídeos, con su primer EP “Room 93” realizó 2 videoclips para un mismo tema: “Ghost”, una canción que hablaba de la perdida de un amor. En el primer vídeo se ve una pareja heterosexual mientras que en el segundo la protagonista es una pareja homosexual (ambas protagonizadas por ella). Esta fue una de sus formas de explicar al mundo que era bisexual, y que no pasaba nada.

En redes sociales utilizo las visualizaciones y comentarios de ambos vídeos para hablar de la problemática del colectivo LGTB+, ya que en el vídeo en el que está con un chico recibía mensajes sobre la música, sobre lo bonita que era la historia, mientras que en el otro los comentarios eran siempre los mismos: “Próximamente en PornHub”, “¿Pero no era hetero?”, “A ver, si no esté segura, ¡yo le ayudo a aclararse ;)”, “Por favor que en estos vídeos pueden entrar niñas»… Todos estos comentarios hicieron que tuviese que cambiar de productora, ya que era “demasiado arriesgado tratar esos temas tan públicamente”.

Esto solo hizo que la artista fijase su atención en demostrar que su arte iba mucho mas allá de lo que los usuarios comentaban. En muchas entrevistas habla del enfado que todo esto le generaba y en sus siguientes trabajos quedaba reflejado en canciones como “New Americana”, que habla de una utopía en la que los jóvenes rebeldes quieren un nuevo país en el que hablar alto y luchar no sea algo inútil.

Posteriormente, en el videoclip de “Nightmare”, muestra de una forma totalmente directa aunque sutil muchas de las facetas del mundo patriarcal en las que las mujeres nos vemos atacadas: mujeres hipersexualizadas por su cuerpo o su orientación sexual, niñas obligadas a llevar un uniforme y a portarse como “señoritas”, mujeres que llevan adelante su casa sin nada a cambio, mujeres controladas por las industrias, mujeres luchando contra otras solo para el disfrute de los de fuera, mujeres que “no visten como mujeres” y sobre todo mujeres hartas de todo esto que gritan y luchan por salir de ahí.

Personalmente, creo que este vídeo es una pieza de Arte feminista muy importante hoy en día, pues muestra mil tipos de mujeres distintas, de situaciones distintas y, aun así, son situaciones que la mayoría de nosotras hemos vivido o nos tocará vivir.

Joan Jett, por Anna Casals

Con tan solo 17 años dio a luz a The Runaways, una banda integrada únicamente por mujeres que rompía los esquemas de la androcéntrica industria musical en los años 70. La formación estadounidense −que contaba con Cherie Currie, Lita Ford, Jackie Fox, Kari Krome y Sandy West− consiguió hacerse hueco en el punk-rock, haciendo caso omiso a las advertencias que recibía: “Las chicas no tocan rock and roll”. Por supuesto, no fue un camino sencillo. Si bien consiguieron abarcar un público internacional con temas como “Cherry bomb”, su punto álgido no llegaría hasta la aparición del punk. La banda, de hecho, es considerada como una de las predecesoras del movimiento Riot Grrrl surgido en la década de los 90, un subgénero feminista del punk.

Tras la disolución de The Runaways, Joan Jett se vio obligada a crear Blackheart Records debido a las negativas reiteradas por parte de la industria musical, convirtiéndose así en la primera intérprete femenina en crear su propio sello discográfico. Más adelante, formó el grupo Joan Jett and the Blackhearts −por entonces llamado The Blackhearts− que ha alcanzado la fama con canciones como la muy versionada “I love rock ‘N Roll” o la icónica “Bad Reputation”. Esta última, define muy bien el mensaje que Jett siempre ha querido transmitir en su carrera musical: ser una misma y hacer lo que quieras, aunque eso no sea lo que esperan de ti.

“A girl can do what she wants to do

and that’s what I’m gonna do.

And I don’t give a damn

‘bout my bad reputation”

Joan Jett se encuentra en la lista de los 100 mejores guitarristas de la revista Rolling Stone, una de las dos únicas mujeres que aparecen en esta selección. Estamos ante un claro ejemplo de la música como herramienta de transformación social: la artista ha conseguido superar las barreras de los estereotipos de género y convertir a las mujeres en protagonistas dentro del rock, que habían estado relegadas a un rol de musa. Sólo nos queda agradecerle que haya abierto paso a muchas más en el mundo de la música. Los referentes son muy necesarios.

Sara Socas, por Martin Halabrin

Si el rap es catalogado como un mundo de hombres, el freestyle aún más. Desde el comienzo de la Red Bull en 2005, han sido escasas las mujeres que han participado en alguna Regional o Nacional de esta competición, como por ejemplo Tink, La Joaqui o Zakia; pero era muy poco común que las mujeres batallasen. Y lo sigue siendo pese a que, desde hace aproximadamente dos años, el abanico por fin se está abriendo. 

En España, la “sorpresa” llegó en 2017 de la mano de Erika 2 Santos, aunque el boom posiblemente se produjo por medio de Sara Socas. Y no estoy hablando solamente por aquella rima viral contra Rapder, ni tampoco es invitada a las demás competiciones o exhibiciones solo por el hecho de ser mujer, sino porque tiene mucho talento. Y al contrario de la mayoría de comentarios que deambulan por las redes sociales, Sara no usa el feminismo para ganar las batallas; defiende sus convicciones y las del colectivo. De hecho, son precisamente los hombres que suelen sacar el concepto de machismo/feminismo en las batallas y ante este contexto, quedarse callada no es una respuesta y Socas lo tiene clarísimo.

Momentáneamente, la tinerfeña es la voz femenina del freestyle que indirecta o directamente puede influir y ayudar a que más mujeres se atrevan a participar en eventos de free más allá del parque. No es por falta de talento, pues el underground está repleto de diamantes en bruto, sino por la falta de confianza que otorga un ambiente masculinizado.

Por suerte, últimamente son cada vez más chicas las que se adentran en la mediatización del freestyle como Roma, NTC o Marithea, que ha conseguido un logro histórico; ser la primera mujer en ganar una Regional de la Red Bull. Todavía queda camino por recorrer, pero la visibilización va en buena dirección, como su música. Con una lírica de diez y una letra que no carece de mensaje, de momento ha publicado dos temas propios; “Ahora Me Quiero Más” y “Sugarina”, además de colaborar con Fran Mariscal en “Vuelve”. No sé si me gusta más su improvisación o su música pero haga lo que haga, es un grano de arena necesaria para esta cultura.

Liniker, por Juan Fernández

Este 8 de marzo también debe incluir a las mujeres trans. La lucha del colectivo LGTB+ está patente en el mundo de la música con la representación de artistas como la brasileña Liniker. Esta cantante de soul está derribando muros junto a su banda Liniker e os Caramelows, con hitos como ser la primera persona transgénero en actuar en el escenario femenino del prestigioso festival Rock al Parque.

Su música se hace necesaria en una época donde las libertades se ven coartadas en Brasil. Levantar la voz contestataria contra la extrema derecha del país representada por Bolsonaro le ha dado una exposición mediática internacional digna de las grandes estrellas de la música. Con mensaje, sus letras son compuestas y guisadas por ella misma. Desde que la descubrí, noté en su interpretación un cariz de sentimentalismo inusitado. Aporta verdad a su música, toda una gesta de su trabajo interpretativo y de composición.

Con estética no-binaria para romper cualquier tipo de canon preestablecido, Liniker ha conseguido girar junto a los Caramelows por gran parte de Latinoamérica y llenar muchos recintos de Estados Unidos. Es magia musical, una voz rasgada que consigue conectar con la gente. Ha conseguido dar voz a un colectivo que se siente representado por ella.

Pese a este éxito mediático, hay que que recordar una cosa: es una mujer trans negra viviendo en una sociedad muy machista como es la brasileña. No ha sido nada fácil para ella. Por cada mensaje de apoyo recibe varios en contra. No buscó ser ejemplo de nada, simplemente la suerte la colocó en este lugar y le dio un altavoz muy importante. Y lo está aprovechando.

Bad Gyal, por Marc Pujalte

Desde hace tiempo me he propuesto abrir mi variedad musical y ampliar mi cultura además de renovarla, y trato de investigar parte de la trayectoria de los artistas que más me han gustado o cautivado. Hace poco, escuchando las últimas novedades de la música urbana, me encontré con una artista única e inigualable que consiguió “calarme”.

Fue Alba Farelo, más conocida por su nombre artístico Bad Gyal; cantante, productora, DJ y compositora en el ámbito musical del trap y el dancehall. Indagué más acerca de su historia y a día de hoy es admirable ver como gracias a mujeres como ella, muchas artistas que vengan por detrás tendrán una referente que ha conseguido esquivar el patriarcado de forma magistral.

Es admirable lo que ha conseguido en estos 4 últimos años, es y siempre será una de las tantas mujeres que se ha ganado su espacio a base de trabajo, esfuerzo y sacrificio en una industria musical totalmente masculinizada. Además, ha sido menospreciada por el género musical que predica, pese a que los hombres que se mueven en este mismo ámbito no son cuestionados.

Redaccion

Artículo realizado por varios/as componentes del equipo de Urban Life

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