Little Pepe: «El que se ríe de su pena, se toma la vida de otra manera»

Little Pepe: «El que se ríe de su pena, se toma la vida de otra manera»

No le gustan que le llamen artista, él solo es un músico, dice. En las primeras palabras que intercambiábamos detrás de la línea telefónica dejaba claras las pretensiones con las que afrontaba una entrevista que iba a basarse en una charla entre dos amigos que aún no se conocían. «Está guay que te llamen artista porque se crean que lo que hago es arte, pero yo soy del sur y artistas de verdad son los que me dan el pescao’ cuando voy a comprarlo«. Así, el malagueño Little Pepe pisaba suelo en una charla que tenía como percha informativa la publicación de su nuevo EP «Pompas de Humo, Música de Submarino«.

Está compuesto por seis temas de 4 minutos veinte de duración en los que se refleja una oda a la cultura cannábica. Pero esa era una excusa para charlar y divagar sobre cuestiones triviales y mundanas que sacarían reflexiones muy interesantes de un músico que tiene mucho que contar. Bajamos revoluciones, al igual que su álbum, y procedimos con las preguntas que estaban reflejadas en un bloc de notas que finalmente apenas revisé.

Pregunta: En una época marcada por la rapidez y los constantes estímulos que tenemos a nuestro alrededor, ¿sale rentable ralentizar nuestras vidas a ritmo de música? 

Respuesta: Es un divertimento musical. Nunca he primado el dinero en mi manera de entender la música y de llevar mi carrera. Siempre he intentado que el dinero fuera un ocupante del vehículo pero que no sea el conductor. Yo hago lo que me va pareciendo y como tú has descrito, estamos en tiempos de consumo rápido y es triste. Yo me metí muy dentro una vez que escuché a Bob Marley decir que «un artista comprometido con su tiempo debería, por lo menos, escribir una canción al día«. Eso me lo tomé muy a pecho hace muchos años y, por los días que no hago ninguna canción, hay días que hago tres o cuatro. Siéndote sincero, te puedo decir que yo escribo por terapia. Me desahogo muchísimo escribiendo. Tanto que a veces me creo rapero y empiezo a escribir sin melodía. Hay canciones que están bien pero mi mejor tema aún no está escrito.

P: Dista mucho de tu anterior trabajo, El Real One Love, que marcó un antes y un después en el Little Pepe que conocíamos. Ahora tienes la capacidad de rebajar tensiones y relajar el ambiente

R: Venimos de un Real One Love con mucha energía que se hizo en casa de SFDK, de muchos viajes de ida y vuelta Málaga/Sevilla, con un trabajo enorme por parte de Óscar Sánchez y con una gran cantidad de colaboraciones que aportan una energía real al disco. Hay mucho fuego en él y, aunque podemos hacer uno aún mejor, hay que poner toda la carne en el asador para crear algo muy bueno. Entonces yo, que tenía mucha música dentro, me dediqué a hacer temas cuando nos encerraron. El loquito este que te habla, después de 15 años, por fin estaba inmerso en una gira fructífera cerrando carteles por cachés que en la vida había tenido y mi equipo de trabajo por fin estaba cobrando lo que se merecía.

P: ¿Ha sido difícil esta situación para ti teniendo en cuenta que estabas en el mejor momento de tu carrera?

R: Pues imagínate. Las salas colgaban los carteles de entradas vendidas y se estaban dando las circunstancias para que fuese una gira muy bonita al final de año. Pero todo esto se paró y me refugié en la música, en la familia y en mi humito. Quería estar lo más tranquilo posible, no prestarle mucha atención a las divisiones y a las ideas que uno no es capaz de digerir. Nos hace falta información y sapiencia de muchos asuntos para siquiera tener noción de poder debatirlo. En la televisión solo pongo Neox a la hora de Los Simpson. En mi casa no se ve más la tele, te lo juro.

P: Pensando en la parte positiva de todo esto, te ha permitido centrarte en tu EP y darle la conceptualización que querías.

R: Exacto, de ahí nació Pompas de Humo. A poquito del encierro comencé a ir sumando temas y de pronto me topé por casualidad y causalidad con Felingrado, un artista gráfico de Madrid que quien me dio la oportunidad de darle un concepto animado y ecuánime al EP. Y gracias a él, el proyecto tiene una bonita entidad gráfica. Tanto la animación como la portada y la contraportada le han dado esa guindita a un trabajo que, como te he dicho antes, no deja de ser un divertimento. Seis canciones para estar tranquilos, desconectar y pensar en uno mismo.

P: También le sacas partido al formato físico con mucho merchandising que se puede encontrar en tu tienda, ¿no?

R: Y quería que fuese más. La idea original del EP era sacarlo en formato vinilo dentro de la cajita de pizza junto a la camiseta y el resto de parafernalia. Pero cuando ya íbamos a entregar los másteres nos daban fecha de entrega de 15 semanas. Tú no puedes pedirle al fan que pague ahora para recibirlo dentro de tres meses, eso queda feo. Entonces al final optamos por el formato que sí nos daba viabilidad en la entrega. Y a eso le sumamos una pechá de parafernalia como mecheros, ceniceros, bandejas, dos tamaños de boquillas… Viene completito.

P: En este disco vemos temas con instrumentales bastante diferentes pero que casan a la perfección en la conceptualidad que le has dado al tema del cannabis.

R: Como no era la primera vez que hacía algo más larguito hablando abiertamente y sin tapujos de cómo lo veo y cómo lo enfoco dije «pues voy a hacerme uno yo solo«. Pero no me gusta hacer las cosas yo solo y, como bien has apreciado, hay una gran variedad de bases. Las tres primeras son de mi hermanito Niggaswing por afinidad y las otras surgieron de un servidor que, estando solito en casa, iba cogiendo cosas que encontraba por internet con las que iba flotando y pagué las licencias para tenerlas en el disquito. Llamé a mi gente de Pinnacle, les gustó lo que había pensado para ellos y se unieron sin pensárselo al tema «Sabor a Menta». De hecho es mi tema preferido de todo el EP.

little pepe entrevista
Little Pepe | Foto: Tony Abella

P: ¿Desde hace cuánto tiempo tenías la intención de hacer una oda a la marihuana así?

R: Voy a mentarte al difunto Rockberto, que Dios lo tenga en gloria, que en una entrevista preciosa con Jesús Quintero le decía: «¿Tú no has escuchado el homenaje que yo le he hecho a las plantas? Una pechá las plantas…«. Y no es el primero, Juan. Gordo Master y yo hicimos el Positronics Vol.1 recién apadrinadas un par de variedades de semilla: él una índica llamada Gordo Master Kush y yo una sativa llamada One Love Haze. Y con esa idea primigenia nos dedicamos a hacer nuestra primera oda registrada. Y luego hicimos el segundo volumen, en el que también está mi hermanito Zatu que acababa de apadrinar su variedad Chizpa. Y con la excusa de sacar esas nuevas variedades al mercado nos juntamos para hacer eso.

P: Lo tenías pensado todo, desde la duración de los temas hasta la fecha de publicación: el día de los enamorados. 

R: Exacto, conceptualmente todo venía preparado pero, como sabes, primero se jodió lo del vinilo y después lo del día de los enamorados. Al final no pudo salir el domingo 14 y tuvo que esperar al viernes 19. Pero sí, todo estaba bien pensado y más o menos pudimos cumplimos con el público. Lo de la duración del 4:20 fue una pedrada que me dio y le dije a mi hermano «Nigga, van a durar todas las pistas esto«. Ya tu sabes, es un número icónico de la cultura cannábica, no por el nacimiento de Hitler (risas). Cuenta la leyenda que unos chavales, después del high school, se juntaban en Los Ángeles para fumarse un cigarrito y siempre le daban a las cuatro y veinte. Y no sé cuán famosos eran los chavales o la que liarían allí en el pueblo que eso se ha quedado mundialmente marcado.

P: ¿Todo lo que conlleva el ganja es positivo?

R: No, claro que no. El uso es como todo, nadie puede abogar que solo por comer fresas o beber agua se tenga una salud envidiable. Existe el uso medicinal para gente que tenga cualquier tipo de dolencia que pueda ser paliada, ya lo sabemos todos, y está también el uso lúdico y recreativo. Igual que los bares pueden abrir y el que quiera puede tomar una CocaCola o una cerveza, hay gente que a la que no nos gusta ese tipo de cosas (o también) y preferimos fumar ganja. Lo que te quiero decir es que estamos en 2021, momento en que muchos estados están beneficiándose económicamente del uso recreativo de la marihuana, no podemos estar en un país que represente la primera factoría de Europa y, aun así, sigamos teniendo unas leyes así.

«Hablar de los problemas de la marihuana es igual que hablar de la ludopatía o el alcoholismo»

Mira, dejémonos de hablar con tanta palabrería, mi primer spliff me lo fumé en el conservatorio escondido detrás de un muro como algo prohibido. La primera vez que lo vi tenía 8 años, lo tenía en la mano un colega mío y yo me fui a casa corriendo porque «uy, droga no«. Si se hablara abiertamente de cómo es, de las diferentes opciones que hay para consumirlo, las dosis que cada uno tendría que tomar, las variedad que hay, etcétera; la cosa cambiaría. El prohibirlo causa demasiados problemas. Cuando me lo has preguntado y te he dicho del tirón que no, te lo he dicho porque el hecho del consumirlo fumando es malo para el cuerpo. Si fumas solo marihuana está comprobado, y he leído mucho sobre ello, que es menos tóxico que el tabaco. Y solo hay que ver cómo están en auge todas las marcas de CBD y tal. Tendrían que pasar unos años más y unos cuantos estudios para decirte rotundamente que la marihuana no tiene tanto perjuicio para los pulmones como el hecho de fumar tabaco, que sí que está demostrado.

P: ¿Una opción podría ser una legalización en la que se enuncien todos los datos del producto?

R: En las bebidas alcohólicas pasa eso, te ponen el porcentaje de alcohol, la etiqueta de que no conduzcas… No sé, hablar de los problemas de la marihuana es igual que hablar de la ludopatía o el alcoholismo. Cualquier uso irresponsable de cualquiera de estas cosas te pueden conllevar cosas muy malas. Pero hay una cosa positiva dentro de lo negativo que puede ser el fumar. Mientras que con esto te puede dar un amarillo, siendo los pulmones los que te dicen que ya no puedes fumar más; con la bebida no hay aviso ninguno. Ayer escuché tres peleas a partir de las diez de la noche de gente que estaba muy borracha, por ejemplo.

P: Se tiene como un tema tabú.

R: Exacto, y la educación y la información es lo único que nos puede llevar a que la gente tenga nociones reales para poder decidir. Si no, solamente estarán repitiendo patrones que ni siquiera se han parado a analizar si son buenos o malos. También te digo que yo estoy defendiendo esta cultura y hablando de esto muchos años desde que había cero cultura cannábica, cuando no sabíamos nada de ello. A día de hoy, a nivel de información, sobresaturada por las redes, es otro rollo. La parte buena es que la gente tiene acceso rápido a internet para informarse bien, pero también existe la posibilidad de caer en la desinformación. 

P: De hecho el reggae de una forma u otra siempre siempre ha sido la cultura que ha estado mostrando una realidad social de la que no se hablaba. 

R: Por supuesto. También te digo que estamos usando mucha palabrería cuando lo realmente importante es básico: Cada cual debe ser el que decida sobre la exploración de su conciencia. Así de libre y así de claro. Esa frase es preciosa pero hace falta una masa social detrás que de verdad tenga cierta relevancia para que el mensaje llegue más lejos. Pero bueno, yo abogo por lo más primario que es la libertad, nadie se tendría que meter en la libertad del otro. Nos dicen que es un delito contra la salud pública pero yo no estoy atentando contra otra salud que no sea la mía, la privada, porque sé que inhalar es malo.

P: ¿Has sido reprendido últimamente por ese delito contra la salud pública?

R: En el rodaje del videoclip con Mistah Godeh fue el último día que me robaron lo que tenía. Terminamos de grabar y decidieron incautarme todo. Soy un adulto de 36 años, autónomo y padre de familia; a mí, que me registren en la calle, me parece patético. Y se lo llevó en una bolsita porque se ve que tendrá algún cuñado o algo que fuma. Ese tipo de cosas son las que podríamos quitar, digo yo.

P: Se vieron intenciones de legalización en algún partido político, aunque vemos que se cambia de opinión cuando tocan poder.

R: Aquí todos prometen mucho cuando tienen ganas de llegar al sillón. En cuanto llegan se sientan, miran a los lados y solo se encuentran con maletines que no saben ni para qué son pero no hacen más que cogerlos. Son todos iguales. Hace unos años yo también pensaba que algunos podían ser diferentes, pero me equivocaba. No tenemos una clase política en este país con ímpetu de cambiar las cosas ni de dedicación personal al pueblo. Aquí no hay ningún Pepe Mujica.

P: Otra cosa que se critica mucho es la facilidad que se le asume al reggae y, por ende, su simplicidad de ritmos. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?

R: Sí, totalmente. Mira, gracias a Dios toco con músicos de otros géneros y cuando vienen, a los cinco compases, empiezan a meterle riffs y cosas. El reggae es simpleza, la pureza de lo simple, el bajo continuo, el one drop… El reggae no es más que coger los acordes del rock, ponerlos a contratiempo, cambiarlo de sitio y ya. De ahí nació. Todo viene de algo y claro que las melodías se pueden parecer, al igual que hay gente que copia. 

P: Pero precisamente esa simplicidad es lo que le da su virtud. 

R: Y a su vez eso le da la complejidad. Como te he dicho antes, un músico fuera del reggae no es capaz de hacer dos o tres minutos de esa línea de bajo. Si no lo amas, no sabes darle el groove ni el rollo que tiene.

P: Si algo me ha gustado del EP, por encima del resto, es el tema «Sabor a Menta» con Pinnacle Rockers. ¿Qué sigue significando para ti esta crew a día de hoy? 

R: Son mi gente, mi familia. Yo crecí con ellos, nunca nos ha pasado nada más que el distanciamiento físico que nos ha marcado la vida. Cada vez vivimos más lejos pero siempre hemos estado ahí para lo bueno y para lo malo, y mis vivencias en la música siempre han sido de su mano. Por eso cuando empezaba la entrevista hablábamos de que los temas del Real One Love sonaban todos diferentes. Con Pinnacle nunca hemos hecho reggae, ni rap, ni dancehall puro. Hemos hecho lo que nos ha dado la gana y ahí está el resultado. Ahora todo el mundo le quiere poner nombre a todo y a nosotros nunca nos ha hecho falta.

P: Estaría bien hacer una gira, un disco o algo.

R: Estaría bien, sí. Ahora que tenemos la vida un poco más estable, que tengo mi estudio y demás, muchas veces nos planteamos cosas. Hace unos días estuve con el Shabu, le enseñé un par de cosas y siempre estamos ahí. A lo mejor, lo que nunca hemos hecho por falta de tiempo o de empuje económico lo hacemos ahora que no tenemos ningún tipo de pretensión.

P: Qué duro se hace hablar de giras ahora mismo, la concepción que conocíamos hasta ahora de los conciertos ha cambiado. Tú mismo te has dado cuenta con el concierto que hiciste el día de reyes en la Sala Trinchera. ¿Qué sensaciones te dejó ese evento tan atípico? 

R: Que me dejasen cantar, aunque fuese para poquita gente, fue para mí una bendición. Lo necesitaba. El bolo iba a durar unos cincuenta minutos y al final nos tiramos casi una hora y media porque, aunque fuera en acústico con piano y guitarra, estábamos dando música con brotes verdes. Fue la última vez que canté para la gente y fue el día de Reyes Magos. Espero que para abril o mayo podamos hacer algo en Madrid o en Barcelona para unas setenta personas. Le tengo dicho a mi manager que cuando sea y donde sea, como los Cazafantasmas, pero a mí dame trabajo porque, además de llenar la nevera con eso, esa es mi vida y necesito cantar para seguir haciendo canciones.

little pepe entrevista
Little Pepe | Foto: Tony Abella

P: ¿Abogas por que se hagan más conciertos de este estilo? 

R: Sí, por supuesto. Mira, si me quitan la idea que se sepa al menos que la dije en esta entrevista. Hay muchos músicos de calle que cada día tienen que recoger sus instrumentos y su gorrita del suelo con el dinero, y tengo un proyecto pensando para que el ayuntamiento de mi ciudad los lleve cada día a un barrio. Aunque sea solo media horita, para no molestar a nadie. Un poquito de música nunca viene mal, a la gente le hace falta desconectar, saber que nos unen más cosas de las que nos diferencian. La gente está, aparte de agobiada, con muchas ganas de liarla. Hay que bajar las revoluciones, tranquilidad. Vamos a llegar todos al mismo sitio, no sé cuál es la prisa. Vida no hay más que una y la estamos viviendo en constante tensión. Y si antes ya sucedía esto, con la pandemia por medio hay todavía más mala vibra. La gente está agobiada por temas económicos, por supuesto, lo entiendo. «Es que lo dices tú que eres músico«. Hermano, te enseño mi cuenta bancaria y verás que no es la de ningún rico. 

P: Es dura toda la situación que estamos viviendo y no sé si ha afectado de alguna manera a tu forma de afrontar tu vida de músico.

R: Por supuesto, yo también me he tenido que renovar mucho. Se nos canceló todo y ahora estoy los viernes en YouTube poniendo musiquita y la gente va metiendo en el chat dinerillo. Estoy grabando como un condenado, ha salido el EP, alguna colaboración y he estado haciendo muchas cosas. Tengo otro EP preparado, precioso, que vamos a empezar a grabar las visuales para que venga completito. Se llama «El Catedrático», reggae con un poquito de afro puro romántico. Y eso viene ya mismo. Es eso, yo escribo como terapia. Hasta Selectah, el DJ del Swan, me ha mandado unas cosas brutales. También hemos tenido tiempo de hacer un par de colabos internacionales… Pero eso no es todo, después de crear, invierto mucho tiempo y desgaste mental en cómo darle eso al público y cuál es la mejor forma de lanzar esos temas. Eso es lo más difícil, lo otro me encanta.

«En mis temas cuento la verdad sin trampa ni cartón»

P: Que no paras es un hecho. Recientemente has sacado un tema a tu hijo llamado «Para Mi Noé».. Tu tema “Mama” llegó al corazón de muchos de tus seguidores y puso de relieve la importancia de la familia. ¿Qué significa la familia para ti a nivel personal y laboral?

R: Yo me creo mucho lo que escribo, a mí no me lo escribe nadie. Y sin darme cuenta he encontrado cinco o seis referencias a mi abuela, que en paz descanse, en canciones cantados en un show. Son cuatro o cinco veces que miro al cielo y se me caen las lagrimillas, tío. Soy un masoca, podría quitar esto de en medio y no cantarlas en directo para no sufrir, pero no. Yo soy así y eso la gente lo entiende. Les cuento mi verdad sin trampa ni cartón. Ahora ha llegado el tema para mi niño que, lo primero que le deseo es salud, y ojalá sepamos su mamá y yo darle el cariño y las herramientas que me han dado a mí. Te aseguro que será una personita muy grande.

P: ¿Es la forma de dar ese cariño que siempre has sentido?

R: Si canto lo que canto es por lo bueno que me han dado. Mis dos padres son maestros y nunca me ha faltado de nada. Ha ayudado convivir con niños y música alrededor. Cada vez que iniciaba algo en lo que quería explorar, mi papá siempre era el que me ayudaba. De hecho era el que me llevaba a grabar con diecisiete años y el que me recogía cuando veía que ahí olía raro. 

P: En el concierto de reyes dices una cosa paradójica que, una vez pensada, cobra todo el sentido del mundo. Mencionabas que las nuevas tecnologías y las redes sociales podían crear aún mayor soledad en el usuario. Teniendo un hijo pequeño, ¿tienes mayor cuidado y control en este tipo de cosas? 

R: Con todo. Es para echarse las manos a la cabeza cuando la gente de Silicon Valley, que son los que desarrollan toda esta tecnología aunque luego la hagan en China, dicen que a los niños no les dejan ver nada de eso (risas). Pero a los nuestros, los que vivimos en Babylonia, siempre los vemos activos en ese mundo lleno de estímulos. Ya está comprobado que esos estímulos son útiles para muchas cosas. Si hay una familia en Bogotá y su hija está en Pittsburgh, que existan redes como Facebook o Instagram por donde puedan hablar me parece positivo. Pero hay otros muchos usos que no son nada positivos. Tener una herramienta de 200, 300 o mil euros en la mano, con la que podríamos cocinar platos increíbles, se prefiere usar para ver pornografía y enterarte de la vida ajena antes que para construirte la tuya propia. Eso es lo triste. Es lo mismo de siempre, el demonio no es internet, son los humanos que hacen mal uso de las cosas. 

P: Es interesante ver tu percepción filosófica de la vida.

R: El problema es que la vida va muy rápido. Yo llevo desde los 17 años intentando verlo todo más lento desde la ventana de un bajo. Muy poca gente se para a pensar las cosas, y yo no es que sea más listo que nadie ni nada, pero intento pensar las cosas y les doy veinte mil vueltas. También es la única manera de entender las motivaciones de cada uno, su manera de ver la vida y el respeto por todo ello. Hermano, por cómo hablo va a parecer que soy una persona ejemplar o no sé qué pero nada de eso, solo soy uno cualquiera que piensa mucho (risas). 

P: ¿Qué hubieses hecho sin música?

R: Pues no lo sé. No era bueno al fútbol: me metí el primer día a jugar, el míster me gritó tres veces, decidí salir porque me chillaba y me metí a la banda de mi barrio con el clarinete. El directo de la banda, Don Francisco Martínez Santiago, me vio chiquitillo (yo era el más chico de la banda), un retaco, y cuando cogía el clarinete me llegaba por debajo de la cintura. A los ocho años ya estaba rodeado de música y ya tocaba las notas de lo que nos ponían: sevillanas, pasodobles, zarzuelas… Pero nosotros, cuando terminábamos ahí, lo que nos gustaba era sacarnos la melodía de los dibujitos de Oliver y Benji y tal y, sin darme cuenta, con nueve años ya estaba en el conservatorio. Entonces desde siempre he estado enamorado de la música que iba descubriendo por cuenta propia, no la que nos ponían en el conservatorio. Porque ahí te enseñan a ser un buen instrumentista pero no te desarrollan demasiado la creatividad. La obra de Chaikovski hay que tocarla así porque él la tocaba así. Chaikovski se murió hace 200 años y no me va a escuchar a mí tocarla. Yo entiendo que eso es un do pero, si su intensidad es un pp de pianísimo, déjame que la lleve donde yo quiera.

P: ¿Cómo comenzó ese proceso de descubrir música fuera de la clásica?

R: Había un grupo en Málaga que se llama Tabletom y tuve la suerte de que el flautista en ese grupo, Pepillo, era profesor en el conservatorio y a veces nos metíamos en su clase y nos enseñaba nuevas cosas. Y de pronto, con 16, ya me gustaba el rap, y un amigo del barrio mayor que yo fue el que me descubrió el reggae. Era de las pocas personas del barrio que en esos tiempos tenía internet y se bajaba todos los discos. Me empezó a dejar los álbumes y ahí me empecé a quedar pillao’. Y ahí me quedé.

P: Siempre se te ha visto muy orgulloso de haber nacido en Málaga, se nota que le tienes mucho cariño a tu tierra, ¿no? 

R: Lo que más orgullo me da es la reivindicación que hago de mi tierra, aunque no recibo ningún tipo de subvención por parte del ayuntamiento. Pero que un notas me diga que es de California y que ha venido a Málaga solo por mis canciones, impresiona. Que siempre vienen a lo mismo y me preguntan si sé de sitios para fumar algo bueno y siempre les digo «illo, que yo no me dedico a eso» (risas). Pero sí, todo el mundo me dice que quiere venir por cómo hablo de Málaga.

P: ¿Qué opinas de la gente como Pablo Motos que menosprecia el acento andaluz y lo usa como algo de lo que reírse?

R: ¿A que te has reído conmigo en la entrevista, Juan? Pues eso es una idiosincrasia nuestra, es un don que nos dio el Señor de que, aunque seamos la gente que más ha sufrido de este territorio, nos riamos de la desgracia. Y el que se ríe hasta de su pena, se toma la vida de otra manera. La gente que es tan seria nos envidia. Si alguien de la farándula mediática en la que está Pablo Motos sigue queriendo caer en esos tópicos arcaicos, se le olvidan muchos nombres de la cultura que han salido de esta tierra. Se le está olvidando la obra de Lorca, la de Alberti, todo el legado andalusí que nos dejaron aquí los mozárabes… ¿Que nos riamos de todo? Sí, hasta de la muerte. Pero no te olvides que también sabemos hablar serios. Somos la tierra del flamenco, la de la pena por excelencia y la tierra de la alegría. Siempre se vuelcan con nosotros porque es el sitio al que siempre vienen de vacaciones a la playita para comer y beber bien y barato. Los andaluces somos expertos en aguantar gilipollas. Llevamos tanto tiempo dedicados al turismo que aquí, a todo el que viene, le ponemos lo que haga falta. 

P: Incluso hay espacios en televisión, como los informativos, donde cuesta ver a alguien con acento.

R: Mira, Manu Sánchez tenía un programa en la televisión andaluza y él hablaba cerrado, que cuesta entenderle. Y cuando fue a la televisión nacional, tuvo que amoldar mucho su acento. Pues eso lo ha hecho él, Lola Flores y todo el mundo. Porque yo, por ejemplo, puedo hablarte muy cerrado pero a mí, a la hora de dirigirme a ti, me prima que tú me entiendas. En las tres primeras palabras que intercambio contigo tengo la habilidad de saber cuál es la mejor manera que tengo que escoger para comunicarme. Porque eso es la comunicación, que oyente y receptor tengan una simbiosis. Parece que cualquiera de fuera, cuando nos escucha hablar entre nosotros, se piensa que no sabemos hablar de otra manera. Entre nosotros nos hablamos más cerrado y con la jerga de aquí, pero eso no quiere decir que seamos incultos. ¿Me entiendes? La gente está muy confundida con eso. 

P: Eso sí, aprovechan ese «acento» como márketing. Tenemos el caso del anuncio de una marca de cerveza con las palabras de Lola Flores.

R: Claro, para vender. Y todo el mundo se reía de los chistes de mi paisano Gregorio, Chiquito de la Calzada, que en paz descanse. Ese hombre fue muy culto. Ha estado tocando en Japón cuando nadie sabía nada del flamenco. Y yo qué sé, todos los grandes pensadores de la psique humana coinciden en que alguien con un buen sentido del humor es alguien inteligente. Entonces tildarnos a los andaluces de poco inteligentes no tiene sentido. Son tonterías que se perpetúan a lo largo de la historia. Muchas series y películas han hecho mucho daño, han condicionado que el servilismo era el andaluz, que nosotros nada más que estábamos para los toros y la Semana Santa… Yo alabo la idiosincrasia de los vascos y los catalanes y no se me ocurriría nunca decir si son más o son menos. Cada uno es como es. Pero bueno, dile a Pablo Motos de mi parte que luego en veranito nosotros le ponemos los espetos, que no hay problema.

Entrevista: Juan Fernández

Co-documentación: Luis Jaime Blanch

Juan Fernández

Codirector en busca de un estilo claro. Del hip-hop al rock y tiro porque me toca.

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