El Momo | Apuesta ganadora por la esencia clásica

El Momo | Apuesta ganadora por la esencia clásica

El rapper de Zaragoza viene de girar por todo el mundo junto a Kase.O en la gira El Círculo

Un artista no solo es profesional por lo que hace encima de un escenario sino también por cómo es fuera de él. Aún hay gente en este mundo masificado de la música rap que piensa en los de abajo, asegurando estar con ellos firmando discos nada más acabar el bolo. Y eso hizo El Momo después de su concierto en Sala Babel, una pequeña sala alicantina que aglutinó a un número no muy grande de asistentes pero que contaba con almas de la talla de R de Rumba o el alicantino Metal Pesado. Todos se reunieron para un bien común: disfrutar de música urbana. Como promulga el propio artista, no solo hay que ir a grandes salas con los carteles de sold out, el rap es más que simples números.

El zaragozano viene de los mareos ocasionados por El Círculo de Kase.O y de cortar el “Bacalao” con el rapper más mítico del habla hispana, pero ese día el protagonista era él. Era viernes 8 de noviembre y, tras aceptarnos una entrevista que leeréis próximamente, era el turno de sus amigos y teloneros DJ Fleki Flex y El Doble Zero. Y lo primero que me entró por los ojos y que sumó puntos desde el minuto uno fue la presencia de platos. Estoy harto de ir a un concierto y encontrarme un portátil MacBook que lo hace todo por el DJ, relegado simplemente a darle un botón.

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Doble Zero | Foto: Juan Fernández

Y la propuesta era de un rap lleno de métricas interesantes con un trasfondo cómico en el que Óscar Dob se manejaba a la perfección al micrófono para mover a la gente, aunque igual tendría que mejorar lo de moverse él por las tablas. Fluía sobre bases de videojuegos y clásicas, buscaba el coreo e interpretó temas como “Aguanta Un Poco Más”. Llegué sin conocerlo y volví von un nuevo descubrimiento. Viniendo de Zaragoza city, solo podría ser bueno, co. Un buen aperitivo para lo que estaba por venir.

Si os soy sincero, en esta crónica no quiero ser un maniático del orden marcando la cronología de un setlist cargado de himnos, solo quiero transmitiros por sensaciones cómo vi a Mario Maher sobre el escenario, remarcando su seguridad al pisar las tablas de una Sala Babel modesta que costó entrar en ambiente. Las primeras filas, en cambio, eran capaces de cantar todas y cada una de las canciones que el rapper interpretaba en esa noche.

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Doble Zero y El Momo | Foto: Juan Fernández

Pese a que venía con “Sueños Reales” bajo el brazo, esto no evitó que recogiese los temas más característicos de “El Don de Escuchar” (2015) y “Tetsuo” (2017). Con “Recuerdos de Esta Jungla” recién salido frente al público, ya pudimos ver los aires de grandeza que ha creado una gira mundial con el Javato Jones pero que no le ha arrebatado esa humildad esencial para ser un verdadero artista. Entrábamos en ambiente y eran los propios teloneros arriba referenciados los que acompañaban a Mario en esta gira por salas nacionales. Pero también había tiempo para el espectáculo con coreografías para “Iguálame”, momentos para el lucimiento con el scratch de DJ Fleki Flex o los agradecimientos y la insistencia hacia el apoyo de músicos noveles.

Esta esencia es la que se está perdiendo con el rap actual, ya no hay margen para las referencias a la cultura. Afortunadamente no todos son así, pero en líneas generales el problema está ahí. Puede que sea por el factor de masificación que está viviendo la música y esto ocasiona que entren a formar parte de la escena gente con unos ideales que no respetan para nada el fin con el que nació esta cultura. La crítica con las palabras de Ayax y el símil del hip-hop con la reivindicación antifascista y anticlasista estuvo en tendencia durante un tiempo prolongado de tiempo, pero la nueva base o corriente que se generó en su día no ha cambiado en absoluto.

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El Momo| Foto: Juan Fernández

El Momo tuvo tiempo de interpretar canciones con cariz contestatario de la talla de “Quiero Gritar” y de demostrar su virtuosismo sobre las barras con “Fluye”. También tuvo su momento más tierno interpretando “Alguien Como Tú”, tema que haría saltar de rabia e histeria a los puretas que critican los temas de toque amoroso.

Por todo esto, podemos decir que este concierto nos transportó a otros tiempos. El matiz de ser en una sala más pequeña y cercana favoreció la intimidad entre artista y público, aunque no coló la despedida falsa de todo concierto. Pudimos irnos muy contentos de haber escuchado en directo “Nada Que Ver”, el tema que se hubiese hecho viral si lo interpretase alguien con renombre, o la más que conocida “Bacalao” que cerró un concierto redondo. Camino a casa, era el momento de recargar pilas y editar una entrevista que, si todo sale según lo planeado, saldrá dentro de poco.

Juan Fernández

Codirector en busca de un estilo claro. Del hip-hop al rock y tiro porque me toca.

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