«Dyke», la excusa de Tribade para buscar la innovación musical
El combo catalán Tribade vuelve a la actualidad mediática con «Dyke», un segundo trabajo discográfico para el que han buscado experimentar con nuevos sonidos y formas de expresar. Cuando se habla de hip-hop salido del barrio, se referencia a gente como Bittah y Masiva Lulla. Gente currante que ha encontrado en la música el hueco para desempolvar sus dotes artísticas. Y para entender esto hay que echar la vista atrás, entender cómo conocí a estas raperas únicas en el panorama y fieles a su estilo. He leído mucho la palabra «promesas» cuando llevan muchos años buscando el hueco que les haga encallar en el panorama de forma no precaria. De esta forma, se puede comprobar difícil que es mantenerse a flote si nadie recuerda todo lo que has remado antes.
Era el año 2017 cuando me sorprendió un tema que sonaba diferente al resto. Para comenzar, eran tres tías que rapeaban con una actitud arrolladora. Unas malhabladas que exprimían al máximo tres flows totalmente opuestos en un tema con sonoridad arabesca que enganchaba desde el primer segundo. Todo eso llegó en el momento en el que todo adolescente encuentra su peak combativo. Ese momento en el que uno comienza a entender que la vida está llena de grises, escapando de blancos y negros. Pasar de enfundar una ideología a deconstruirte para encontrar tus fallos y poder erradicarlos (algo que está en constante evolución) no es fácil para alguien que se cree moralmente superior por pensar ciertas cosas. «Soy antifascista, con eso sobra«.
Por eso, toparme con Tribade en ese momento de deconstrucción propia, junto con otras compas como Ira con aquel banger «Material Patriarcal» o las Machete en Boca con su álbum «A Machete Voy Vol. 3», me sirvió mucho para darme cuenta de que no servía de nada ir de un palo manteniendo las mismas actitudes inconscientemente dañinas. En varios festivales fuera de mi ciudad pude disfrutar de su directo y, en 2019, dieron un paso adelante con su primer trabajo discográfico «Las Desheredadas». Ese disco, que guardo en formato físico con mucho cariño, marcó un antes y un después en el devenir de la formación. Se embarcaban, por fin, en la profesionalización de su música de la mano de Propaganda Pel Fet aunque, a su vez, era la última vez que veríamos a Sombra Alor con el apellido Tribade.
Los cambios no han dañado para nada la coraza del proyecto y actualmente están presentado el que es, para mí, su mejor obra hasta la fecha. En «Dyke» podemos encontrar 12 pistas con una variedad abrumadora, logrando que el disco sea una montaña rusa de emociones y evite aburrir con el trascurso de los tracks. Desde «Las Buenas» hasta «Deserta» nos sumimos en un mar de lamentos y rabia, con momentos para la introspección y otros para el desfase emocional. Encuentran en sus fantasmas los pedazos de sus entrañas, donde «La Vergüenza» toma el peso principal de la sensación producida en «Dyke». Pero no os confundáis, también hay egotrip. Y del bueno. Cuando se juntan con toda la escena catalana de raperas que lo están partiendo, en «Kartikkeya», demuestran que se sienten como pez en el agua tocando las palmas de los que las criticaron en su día.
«La verdad que todo cambio siempre supone un reto y se mueven cosas: el miedo, las dudas… Pero nosotras (Masiva y Bittah) ya llevábamos tiempo rapeando juntas antes de oficializar Tribade, así que a nivel de compenetración en la creación, temáticas, etc. ha sido fácil gestionarlo«, se sinceran con nosotros. «Eso sí, en ‘Dyke’ hemos ido más allá y nos hemos atrevido a cantar un poco más y jugar más con las voces«. En este momento, también aprovechan para mencionar a una pieza fundamental de la formación, su DJ: «Con BigMark ya llevamos también años trabajando así que una vez la rueda empieza a girar, todos esos miedos se van disipando y vamos encarando los retos con trabajo y constancia«.
Los dos primeros sencillos de adelanto intuían una fuerza diferente a todo lo que habíamos escuchado de las rappers. Primero «Dyke», con beat de Tropical Galaxia, y posteriormente «Las Buenas», bajo los mandos de ZEP, dejaban claro que este disco era la evolución artística de Tribade. Si algo queda claro una vez escuchas de principio a fin este disco es que saben adaptarse a cualquier ritmo. De hecho, ya lo vimos anteriormente con el reggaetón «Abolo» o con la electrónica más lenta de «Dejas es3 Espacio» con Las Bajas Pasiones. Viendo anteriormente lo bien que les sienta la variedad musical, ¿qué podía salir mal?
«Dyke ha significado el asentamiento de nuestro sonido para reafirmarnos como grupo«, nos comentan las catalanas. «Buscábamos que, dentro de lo que nos gusta fluir sobre diferentes estilos, este trabajo sonase 100% a Tribade«. Adaptarse a diferentes sonidos sin perder la esencia propia de la formación, algo que también se logra cuidando cada paso del CD y trabajando con tiempo para su elaboración: «Hemos podido dedicarle bastante tiempo para poder descartar aquello que no nos convencía. Eso ha permitido que nos hayamos atrevido con nuevos registros, algo que para nosotras supone un crecimiento tanto en lo musical como en lo personal«.
Esta diversidad es más que puramente estética. Los diferentes registros, la variedad de productores, la búsqueda de colaboraciones que adhiriesen un plus de intensidad a los temas… Son cosas que no están ahí por casualidad. ¿Qué buscaban a la hora de confeccionar este disco tan rico en estilos? «Teníamos claro que no queríamos trabajar con un concepto cerrado, buscábamos que el disco pudiera fluir según lo que nos moviera en cada momento creativo. Eso llevó de forma natural a esta variedad en los productores y en los estilos«. Continúan: «También es un poco la esencia de Tribade, nos gusta ponernos serias con determinados temas y en otros nos va la fiesta y el vacile«.
Llegados a este punto, tampoco sorprende ver que el disco está cargado de colaboraciones de altos vuelos con gente de la talla de Las Ninyas del Corro, Falsalarma, Clara Peya, Santa Salut, Elane, Anier, Sofia Gabanna, Ultra o Balkan Paradise Orchestra. En este momento de la historia no tiene que sorprender a nadie la cantidad de mujeres que están liderando la escena del hip-hop nacional. En este punto, los medios tenemos que ejercer un proceso de corrección de errores. Entre ellos, se encuentra la fácil catalogación, la mira puesta en algo concreto que se encuentra dentro de la complejidad de una obra. Cuando un grupo de la talla de Tribade, con la ideología perfectamente definida, publica un disco, automáticamente se cataloga como «feminista». Hay que comenzar a separar mensajes, a trabajar con la percepción que nos presentan. Que una obra haya sido compuesta por un grupo abiertamente feminista no significa que el fundamento principal de su discurso caiga única y exclusivamente en la exaltación de ese movimiento social y político.
«Entendemos que durante un tiempo fuera necesaria la etiqueta de rap feminista y, de hecho, nosotras nos consideramos feministas. Pero en realidad nuestra música es anticapitalista. Hace 5 años, considerarse feminista tenía unas implicaciones; hoy en día, para parte de la gente, puede implicar que te puedan meter en el mismo saco que una concejala del PP que celebra el día de la mujer. Nosotras no tenemos problemas en proclamarnos feministas, siempre lo hemos hecho, incluso cuando eso implicaba ser las raras. Ahora bien, es cierto que muchas veces a los medios de comunicación les gusta ‘generar escenas’ y rápidamente a cualquier mujer artista le cuelgan la etiqueta de feminista. Eso tiene dos implicaciones, la primera, para la artista que no ha decidido esa etiqueta y, la segunda, si todo es feminismo, nada es feminismo. Si tu feminismo no defiende igual a las blancas que a las migradas, a las pobres, a las trans, a las locas, etc. eso es otra cosa, es individualismo. Si tu feminismo va marcado en una camiseta del Bershka cosida por niñas en Bangladesh, no es el nuestro, está sirviendo al capitalismo».
De esta forma, a mi parecer, puede ser un prejuicio esa etiqueta que pretende, de alguna forma, apartar a las raperas de la escena gobernada durante un largo período de tiempo por hombres. Parece que dé miedo decir que hacen rap y la gente se excusa en la catalogación de «rap feminista». Pero siento decir a esas mentes de mecha corta que el rap de Barna lo están encumbrando raperas como ellas, que a su vez sirven de referentes para que esto se pueda ver como reflejo en otros lugares del país. «Para nosotras es un orgullo enorme ver como nuestra ciudad está despuntando en este sentido y, además, si son nuestras colegas y hermanas las que lo están petando, pues más aún«.
Este álbum tiene un track que resalta esa comunidad generada en Barna, esa hermandad del hip-hop que se puede ver en sus barrios. «Lo mejor es que Kartikkeya no es una juntera porque ‘somos mujeres raperas’, sino porque somos colegas y llevamos tiempo coincidiendo por aquí y por allá, respetándonos y admirándonos como artistas«. Y es que el disco se puede resumir en eso, una oda de admiración a la par que siguen manteniendo esa crítica social que les caracteriza. Porque pasan de una juntera explosiva a una sátira al himno de la Legión con «La Novia de la Muerte», algo que, cuando les preguntamos, les hizo reír y admitir que lo hicieron «para molestar y ofender. Estamos deseando escuchar ciudades, barrios y pueblos corearlo con la mano en el corazón«.
De esta forma llegamos al final de una crítica de un disco que engloba a la perfección lo que sucede en el interior más creativo de estas rappers. Una review para la que hemos contando con sus propias declaraciones, que inundan de información al relato descrito. «Creemos que en ‘Dyke’ nos hemos ‘dejado ver’ bastante, hemos cedido espacio a temas más personales e íntimos, sin dejar de lado el mensaje y la crítica que nos caracteriza. Por otro lado, nos iba apeteciendo hacer colaboraciones muy dispares y nos hemos guiado por lo que nos apetecía hacer, lo que nos ilusionaba. Nos parece brutal que en un mismo disco salga Clara Peya y Falsalarma a la vez, nos gusta pensar que podemos unir mundos tan distintos a través de la música«.
Tribade es el típico grupo que, por el hecho de lanzar mensajes ideológicos y ser de Barcelona se ven muchas veces restringido a un circuito de bolos por el mediterráneo. Desde Girona a Alicante y viceversa. Sin embargo, son más que eso y este «Dyke» consigue abrirles las puertas de un panorama mucho más amplio. Será cuestión de tiempo valorar numéricamente el éxito que les habrá dado este nuevo álbum, pero tened por seguro que Tribade nunca se rinde.
Un comentario en ««Dyke», la excusa de Tribade para buscar la innovación musical»