Cyclo: «He descubierto que necesito estar triste para hacer música»

Cyclo: «He descubierto que necesito estar triste para hacer música»

José Manuel Ruiz Barón (Almería. 1993), conocido por su aka Cyclo, es uno de los causantes de que muchos chavales se hayan adentrado en el mundo del rap gracias al combo que hacía con otros artistas de renombre en YouTube como Zarcort, Piter-G o Kronno Zomber. Ha pasado mucho tiempo desde entonces y se ha desvinculado de su faceta anterior. Actualmente está de estreno con «Bby Yo», un tema con vibras reggaetoneras que cuenta con una gran producción que le eleva a un nivel muy importante del panorama. Hablamos con él sobre el pasado, el presente y el futuro; los tres fantasmas de Scrooge en Cuento de Navidad aparecen en una entrevista más que interesante.

Pregunta: Presentas “Bby Yo”, un sencillo con un sonido muy comercial que marca un nuevo rumbo artístico en tu carrera. ¿Cómo surgió este tema? 

Repuesta: A finales del año pasado decidí dar un cambio drástico a lo que estaba haciendo hasta ahora junto a Raúl, el productor con el que estoy trabajando y que ha producido estos últimos sencillos que he ido sacando este año. Estos temas han ido siguiendo una línea diferente y «Bby Yo» la continúa. Una cosa que me gusta mucho es renovarme y buscar el cambio, porque me gusta la música en todos sus aspectos y lo que venga en un futuro intentará ser totalmente diferente al resto. Ayer mismo grabé un synthwave rollo The Weeknd. También estoy escuchando mucho pop y seguro que mi nuevo camino busca esos registros sonoros.

P: ¿Cómo es el proceso de decisión del género por el que pasas cuando vas a componer un tema?

R: Tiene que ver mucho con la música que escuche. Me dio por escuchar más reggaetón el año pasado y por eso estos últimos sencillos han tenido esa deriva. Siempre he sido una persona que no escuchaba mucha música y siempre se enfocaba en algo, y he conseguido salir de esa jaula. Por ejemplo, a mí me gustaba mucho Eminem y solo le escuchaba a él. Renegaba de todo lo demás. Y ahora que he abierto la mente y he comenzado a escuchar todo tipo de música, se ha abierto todo un mundo.

P: Sobre todo teniendo en cuenta que el reggaetón es, al fin y al cabo, uno de los géneros que más escucharías voluntaria o involuntariamente.

R: Efectivamente. En Almería, que es donde yo vivo, solo se escucha reggaetón. Mis amigos solo escuchan eso y así fue como comencé a tocar un poco ese sonido. Una de mis mayores ilusiones es que un colega mío me diga: «Socio, qué temazo». Pueden escuchar mi tema miles de personas pero lo que más me puede llenar a veces es que la gente que me ha acompañado toda mi vida valore lo que hago. No quiero infravalorar a la gente que me escucha de fuera, pero esa sensación de sentirte arropado por los que tienes más cerca es única. Y lo he conseguido lograr.

P: ¿Hay gente a la que no le haya gustado esta decisión de innovar que has tenido?

R: En cuanto a lo tangible, es cierto que el tema está muy bien posicionado en Spotify y los resultados son bastante positivos. Pero sí que tenía miedo por esa parte, porque el rap es muy purista y esta decisión podía no contentar a todos. Me he enfrentado a algunas críticas y algunas fans que me seguían de mi antigua etapa se han ido yendo progresivamente. También he de decir que ha entrado otra mucha gente que me ha escuchado con este nuevo sonido.

P: Sin embargo, podemos ver que «Bby Yo» no es un tema de reggaetón al uso en el que uses la letra para autoensalzarte y fardar de lo que tienas.

R: Exacto, por mucho que cambie el sonido, la esencia de Cyclo siempre será la misma. Mi misión, tío, es crear un universo con mi música. Es algo que hacen muy bien Twenty One Pilots, esa gente ha creado un universo con todo lo que tienen en su cabeza y mi mayor ilusión es poder llegar a eso. Con acercarme estaría más que satisfecho.

P: Estamos cada vez más acostumbrados a ver a los artistas hablando sobre desamores y lamentaciones. ¿Eres un artista que prefiere reflejar sus vivencias en los temas o crear historias ficticias en ellas?

R: Las dos cosas son bonitas. Como mejor se lo pasa uno es cuando habla de cosas que ha vivido, porque con el paso de los años escuchas ese tema y te lleva automáticamente a ese momento de tu vida. En cambio, «Bby Yo» no es un tema que esté basado en mi vida pero sí reflejo lo que le ha pasado a gente cercana a mí. A mí me encanta crear, hago modelado 3D y cortos animados, y desde pequeño soy una persona que se monta sus propias historias. Me gustaría que las personas se pudieran sentir identificadas con lo que escribo a la vez que narro una historia con mis canciones.

P: En el EP “Confinad@s” ya pudimos ver esa faceta de identificación con la sociedad en un momento tan difícil con letras que reflejaban los miedos e incertidumbres que recorrían la mente de muchas personas. ¿Has sentido la intención de desvincularte de esos sonidos más oscuros para fortalecer la diversidad estilística en tu música?

R: Desvincularme como tal no, pero sí descubrir nuevos caminos. «Confinad@s» fue un poco así como dices, quizás no con los medios que me hubiesen gustado, pues nos topamos con muchos límites, pero liamos una muy buena desde casa con una letra y una atmósfera bastante oscura. El confinamiento fue duro, tío, y eso que soy un tipo hogareño al que le gusta estar en casa (risas).

P: Ese nuevo camino se pudo ver precisamente con temas como “Qué Bien Se Siente” o “Mantequilla y Mermelada”, donde utilizaste sonidos más frescos y veraniegos que marcaban un punto y aparte en la etapa pandémica de “Confinad@s” y los Home Studio Session. 

R: Sí, además esos dos sencillos que mencionas tenían justo esa intención, intentar animar un poco a la gente que me escuchaba a la vez que buscaba animarme a mí mismo. Una de las cosas que me cambió el chip fue pensar que muchos de mis seguidores sufrían de depresión, pues hay muchos que deciden sincerarse conmigo por redes sociales, y llegué a pensar que podía ser yo parte de su problema por las letras que estaba componiendo. Quería cambiar ese chip pero he descubierto que necesito sentirme triste para hacer música. Ya no puedo seguir haciendo canciones felices, lo mío es el sad.

P: ¿Fue el confinamiento una ayuda para la creación musical?

R: Diría que sí porque escribí el disco de «Confinad@s» en un mes y eso es, para mí, un momento de productividad muy grande. Me ayudó a interiorizar mucho conmigo y a escuchar mis ganas de expresar. Ha sido un año muy complicado, con muchas decisiones que se me plantearon en un tramo muy corto de tiempo. Me vino muy bien poder estar conmigo mismo y saber bien lo que quiero. Aprendí mucho.

P: Muchas veces has dicho que tu afición por la música vino provocada por un gusto especial por las bandas sonoras. ¿En qué momento escuchar BSO te trasladó a la música urbana?

R: Tengo un primo que era muy aficionado al rap y él me ponía temas que no me acababan de convencer. Yo quería escuchar solo la música e inventarme mis propias historias. Digamos que la letra de los temas me sacaba de la canción. Me imaginaba siendo un futbolista escuchando la banda sonora de Piratas del Caribe. Y comenzó mi curiosidad cuando escuché el Dragon Ball Rap de Porta, aunque parezca mentira (risas). Yo era muy fan de la serie y se lo escuché a un amigo, y a raíz de Porta me introduje en este mundo. Puede que muchos raperos me vayan a odiar por esto pero es una realidad que no puedo negar.

cyclo bby yo
Cyclo

P: La figura de Porta no está muy bien vista en el rap nacional.

R: No, tío. Se le tiene odio porque hizo algo diferente en su momento, igual que a nosotros se nos criticó por hacer rap de videojuegos en su día. Pero eso no va a quitar que su música haya hecho que muchos chavales como yo hayamos entrado al rap tras escucharle a él. Además, tuve la suerte, con el paso de los años, de poder conocerle y colaborar con él.

P: Tu evolución en la escena es de las más positivas que recuerdo. Has sabido modificar tu contenido sin perder tu esencia pero añadiendo a tus pistas una calidad sonora muy buena. ¿En qué momento decidiste cambiar el rap de videojuegos por una carrera musical más convencional?

R: No era feliz haciendo rap-plays. Llegó un momento en el que no me sentía bien, no sé si por las críticas recibidas o qué, pero mentalmente estaba muy afectado. A raíz de una pequeña movida que tuve con unas personas de internet, llegué a la conclusión de que no era feliz haciendo lo que hacía. Ahí fue cuando decidí desvincularme, sin renegar de mis colegas que siguen haciendo eso ni de mi pasado, pues fue una época muy bonita y vivimos experiencias increíbles, pero sí pasar a hacer mis propios discos más personales. «En Silencio» fue el disco que dio el paso definitivo, asumiendo que me dolían las críticas porque tocaban algo que yo también pensaba pero no me atrevía a reconocer. Cuando uno está seguro de lo que hace, no le afectan las críticas.

P: Cuando uno recibe críticas y no está a gusto con lo que hace, se replantea muchas cosas. ¿Siempre has creído que valías para esto?

R: Soy una persona llena de inseguridades pero tengo la suerte de que la gente que me rodea confía mucho en mí. De hecho confían más en mí que yo mismo, son los que me hacen seguir adelante. También he de decir que cada vez estoy encontrando esa confianza que necesitaba, quería derribar ciertas metas y llevo un año en clases de canto para perfeccionar un apartado que me hace progresar musical y mentalmente.

P: Muchos chavales se han iniciado en el mundo del rap gracias a gente como Zarcort, Kronno Zomber, Piter-G o tú mismo. ¿Cómo valoras aquellos tiempos en los que todos vosotros erais una crew que daba pasos en el mundo de la música acompañados por el resto?

R: Hecho mucho de menos esos tiempos. Ahora estamos intentando volver a tener esa complicidad trabajando juntos. Hablo mucho de esto con ellos cundo nos juntamos, siempre llegamos a la conclusión de que no sabíamos lo que teníamos realmente. Me acuerdo de hacer conciertos en muchas ciudades llenando siempre, haciendo quedadas en Málaga o Madrid que se llenaban de fans, llegar a eventos en muchos sitios con peña como el Rubius… Era todo muy loco y no sabíamos valorarlo.

P: ¿Se ha perdido esa hermandad?

R: Seguimos siendo cercanos pero quizá ya no somos los mismos que éramos antes. Si hubiésemos seguido esa senda que marcamos en su día, tendríamos un puesto de relevancia a día de hoy, pero no supimos darle valor a todo lo que nos estaba pasando. Si hasta gente como Ibai en ese tiempo le ponía tweets de admiración a Zarcort. Hecho de menos ese tiempo, no tenía la estabilidad económica que tengo ahora pero esa ilusión que teníamos no la cambiaría por nada del mundo. También es cierto que ahora siento que estoy más mayor y que me cuesta creer que vaya a pasar algo increíble. Aunque aviso, ahora estamos volviendo a hacer cosas juntos.

P: Lo cierto es que esa saga de rappers inmiscuidos en el mundo de YouTube ha sido siempre punta de lanza de críticas entre amantes del rap puristas y público en general que os escuchaba sin ser su prioridad entrar en el mundo de la música urbana. ¿Por qué crees que sucedía esto?

R: No lo sé. Supongo que el título de youtuber genera controversia. Es como que nos veían más como gente que subía videos en lugar de como músicos o raperos. Se suele ligar ese tema con «contenido para niños», cuando el rap siempre había estado en otra posición social. También te digo que la situación de antes no es la de ahora. El Chojin hace poco hizo un rap sobre Spider-Man, se habla de juegos como el LOL… Nos tocó vivir una época en la que te criticaban por no ser underground o de calle si salías en YouTube.

P: ¿Crees que se ha infravalorado tu proyecto musical por tu etiqueta de youtuber o rapero de rap-plays

R: Es una duda muy grande que tengo. Es una pregunta que te tendría que hacer yo a ti, cómo se ve desde fuera. Porque yo lo pienso muchas veces, no hago malos números pero todavía no acabo de explotar, quizá porque mi nombre aún se relaciona con el pasado. Han pasado muchos años ya desde el 2017 y no me esperaba que tú, por ejemplo, te fueses a acordar de aquello.

P: No obstante, una antigua faceta de rap-plays también te crea una comunidad de seguidores que te siguen desde hace mucho y que seguirás teniendo hasta el final de tu carrera musical.

R: Totalmente y la valoro muchísimo. Siempre le estoy dando las gracias a la gente que me deja hacer lo que siento de verdad. Es muy complicado encontrar un público que te acepte tanto cuando haces rap como cuando haces reggaetón. Y hay muchos seguidores que llevan conmigo muchos años y hasta les conozco, aunque me gustaría estar aún más conectado con ellos. El tema de las redes sociales lo tengo en suspenso, soy un negado con ellas y me cuesta mucho tenerlas al día.

P: ¿Hay algo a lo largo de tu carrera de lo que te arrepientas? 

R: Puede ser que me arrepienta de haberle hecho caso a algunas críticas negativas. He tenido muchos prejuicios con el tema de rap de videojuegos que me han afectado anímicamente mucho. Era un momento para disfrutar aunque en un futuro acabase cambiando de aires porque no me llenaba del todo. Como consejo a la gente que esté haciendo ahora su movida diría eso, que disfruten lo que estén haciendo y no hagan caso de presiones externas.

P: Para finalizar, el tiempo avanza y el Cyclo de ahora ya no es el mismo que podíamos escuchar antes. Sin embargo, ahora están de moda los vinilos, se graban álbumes en cassettes y vuelven las series que nos llenaron en la infancia. ¿Es posible volver a escuchar al Cyclo que se hizo un hueco en el panorama musical en su día?

R: Es muy probable que haya algún tema en los próximos trabajos que sea el Cyclo de antes. Aunque considero que nunca he llegado a perder esa esencia, entiendo que la deriva es totalmente diferente y seguramente vuelva a mis orígenes muy pronto con algún sencillo. Tengo ganas de ver cómo reaccionará la gente.

Juan Fernández

Codirector en busca de un estilo claro. Del hip-hop al rock y tiro porque me toca.

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