¿Cuál es el hábitat del hater del Viña?

¿Cuál es el hábitat del hater del Viña?

 

Cada año, coincidiendo con la época de confirmaciones de artistas que encabezarán los carteles de los festivales del año venidero, surge también la corriente contraria y mal-llamada «hater» de cada uno de esos eventos. Es obvio que, cuanto más multitudinario eres, más opiniones negativas vas a recibir y de eso entiende mucho el Viña-Rock.

Es la apuesta principal de muchos grupos de personas, afines a diferentes estilos de música, pero con las ganas de pasarlo bien durante unos días de acampada, buena música y recurrente lluvia. Y la frase más repetida por los detractores del festival de Villarrobledo es un reproche por la repetición de bandas en todas las ediciones.

Y ahora viene mi propia reflexión. ¿Cómo no van a repetir artistas si el catálogo de grupos es tan grande que acoge a casi toda la escena nacional? No hay tantas bandas como para hacer una apuesta en la que no se repita grupo alguno. Hay punk, rock, rap, reggae, ska… Hay una diversidad musical, estilística y de rango tan brillante que cuesta elegir que grupo perderte para disfrutar de otro. Es el dislate que hace prepararse una ruta de actuación previa a la llegada a Albacete.

Pero yo prefiero un catálogo de ese estilo antes que pasar muchas horas en el camping porque lo que se me ofrece no es de mi agrado. Puede haber un cabeza de cartel grande e imprescindible como Talco junto a una promesa de la talla de Suu o ser el único festival en el que pueden coincidir dos apuestas tan diferentes como Los De Marras y Beret. Porque recordemos, hay un número de artistas tan amplio que hace imposible la no reticencia.

Encima cuando pueden hacen delicias como traer de nuevo a Ska-P en su regreso musical o apostar por el talento internacional con actuaciones como la de los suecos The Baboon Show, del ragga inglés General Levy o de la carismática y querida argentina Sara Hebe.

El Viña Rock es más que lo que se dice en redes sociales. Es más que lícito criticarlo, como también es igual de lícito ir cada año. Y nada quitará que sea el festival más deseado y que, cada año, se monten colas on-line para conseguir las entradas.

Para finalizar este artículo de opinión, cabe mencionar que la XXIV edición del evento tendrá lugar los días 2 – 3 – 4 de mayo en Villarrobledo (Albacete).

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Martin Halabrin

Hablo sobre música sin tener ni idea de música

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