Conociendo a Teefour
Antes se hablaba sólo de logros, ahora se permite hablar de las derrotas. El género urbano parece haber decidido dejar de lado las apariencias y el egotrip, apostando todo por una nueva ola de artistas que deciden mostrar sus inseguridades encima de una base. Tomás de Miguel (Atlanta, 1999), conocido como Teefour, es uno de estos artistas que no se achantan al hablar desde las emociones. Su primer trabajo. «Para Los Tristes«, evidencia un sad trap lleno de sentimentalismo en seis tracks que viajan por diferentes moods que vivió el compositor en una etapa concreta de su vida.
Era su primera entrevista, me confesó. A pesar de esto, las respuestas que se pueden leer a continuación son contestaciones que bien podría haber hecho otro artista con un recorrido más amplio en la escena. Dejando de lado cualquier tipo de nerviosismo, nos enzarzamos en una entrevista de más de media hora donde conseguimos profundizar en las características, tanto internas como externas, de este primer disco del artista nacido en Estados Unidos.
Pregunta: Estrenas tu primer EP “Para los Tristes” y, de primeras, se percibe a la perfección los sentimientos que recorren cada uno de los temas. ¿Qué conceptualidad tiene este debut discográfico?
Respuesta: Este EP es muy especial para mí, no solo porque es un proyecto musical propio, sino porque también refleja un momento de crecimiento personal. Estuve en una relación muy importante para mí y la mitad de los temas de «Para los Tristes» fueron escritos durante el final de esa relación. Hasta ese momento, me era muy difícil entenderme y saber lo que quería. Me costó escucharme a mí mismo para darme cuenta de las cosas que tenía que cambiar en mi vida. Para mí, este EP tiene una conceptualidad de desamor y del miedo al futuro que me ha ayudado a prosperar como persona.
P: Es imprescindible escucharlo en orden para que ese primer tema, “Tacto”, de comienzo a un sad trap simple pero melancólico. ¿Qué tipo de relación tienes con la tristeza que reflejas en tu composición?
R: Es muy complicado. Me di cuenta durante la creación de este disco que me gusta sentirme triste. Me da cosas que contar, experiencias que compartir… Me sale mucho más fácil la creación de música expulsando las cosas que me han hecho daño. Pero es una relación rara porque, pese a que lo que se pueda percibir en grandes rasgos sean conceptos tristes, quiero que llegue el final de la canción y te aporte un plus de superación. La relación que tengo con mi tristeza es aceptarla buscando siempre una salida. De esta forma, puedo transmitir a la gente que me escucha que no todo es de colores pero que hay que evitar revolvernos en nuestra propia desesperación.
P: En las dos primeras preguntas has aludido al descubrimiento propio que has tenido confeccionando el disco. ¿En qué grado crees que has conseguido crecer como persona?
R: Por primera vez me he dado cuenta de que puedo hacer las cosas bien. Puedo, por fin, trabajar de una manera que me haga sentir que estoy haciendo algo que vale. Al final, cuando estás en una relación que te ocupa un espacio mental muy grande, se te olvida lo que es ser independiente. Este disco me ha ayudado a sacar toda la mierda que llevo dentro y darme cuenta que lo que necesito ahora es vivir nuevas experiencias por mi cuenta que me ayuden a crecer tanto profesional como personalmente.
P: Este proyecto tiene una confección DIY (Do It Yourself) que remarca mucho tu importancia como propio artífice del proyecto. ¿Qué aspectos positivos crees que aporta este elemento a tu música?
R: Creo que tiene muchos aspectos positivos. Siento pena cuando veo a otros artistas con un talento creativo increíble congelados en el tiempo por tener miedo a enfrentar los procesos que vienen después de grabar un tema. La clave es hacer música independientemente del proceso. Hay que asumir nuestras carencias y nada te hace más artista que grabarte las cosas por tu cuenta, en mi caso con un material «de mierda», y permitirte saber de qué careces para buscar soluciones al problema. Me enorgullece tener un sonido DIY que represente lo que he sido capaz de hacer en mi cuarto.
P: Por contra, ¿cuáles crees que son los inconvenientes de este espíritu casero?
R: Quedan bastantes cosas por pulir (risas). Obviamente hay cosas que me gustaría haber cambiado, que me gustaría haber hecho mejor, pero no me arrepiento de este disco para nada. Hay cosas como el tema de la mezcla, la posibilidad de haberme juntado con productores distintos… Donde más disfruto es en mi faceta como cantante y, aunque yo me haya producido todos mis temas, me gustaría probar a dejarle los apartados más técnicos a personas más capacitadas para ello. De todos modos, ya estoy trabajando en el siguiente proyecto y sigo autoproduciéndome casi todos los temas (risas).
P: Para alguien que no te conoce, es fácil percibir a una persona muy emocional con unas composiciones muy puras. A eso, se le puede sumar una gran confianza en lo que haces gracias a tus respuestas en esta entrevista. No obstante, ¿cómo te definirías tú?
R: No lo sé. Soy una persona que se come mucho la cabeza. Me preocupo demasiado de las cosas, no en un sentido sano, pero también soy muy pragmático. Me gusta pensar todos los movimientos que voy a hacer y ser consciente de todo lo que está ocurriendo a mi alrededor, tanto en la industria musical como en la sociedad. Pero no puedo evitar ser un cínico. No puedo evitar preocuparme siempre por el futuro, algo fuera de lo convencional, y eso me convierte en una persona que se come mucho la cabeza por estupideces.
P: 22 años son muy pocos para decir frases como “volvamos a vivir todo lo de antes, cuando la vida parecía más interesante”, que versas en el tema “Está Muy Bien”. ¿Qué lleva a un chico joven con toda una vida por delante a regocijarse tanto en el pasado?
R: No me gustaría entrar mucho en detalles porque hay otra persona de por medio pero, como te dije, estuve mucho tiempo en una relación que terminó recientemente y ese tema que mencionas lo escribí, quizás, una semana antes de terminar esa relación. Porque me daba cuenta de que estaba viviendo una vida demasiado avanzada para mi edad. Echaba de menos el pasado, pensando en las épocas de instituto, tener más independencia como persona y poder darme el lujo de perderme en la vida. Sé que sólo tengo 22 años y soy muy joven aún, pero me daba miedo el futuro porque, en un abrir y cerrar de ojos, llegaba un tiempo en el que la gente de tu alrededor comienza a tener un trabajo estable, crean familias, ya no ves tan a menudo a tus amigos de la infancia… Y me puse muy nostálgico al recordar esos momentos en los que nada me preocupaba. Ahora, en cambio, todo es un agobio constante en el que la preocupación es lo más importante.
P: Si te dieran la oportunidad de cambiar algo que hiciste en el pasado, ¿lo harías?
R: No habría cambiado la relación que tuve. Como persona, me habría gustado aprender antes a dejar de culpar tanto al mundo de las cosas que ocurren. Me habría gustado dejar de ser tan cínico en ese aspecto, pero es algo que sigo siendo inherentemente. Si tuviese la posibilidad, esa mentalidad sería lo que cambiaría. Aprender que no tienes que culpar al resto de algo porque, si hay cosas que no te gustan, tienes que ser tú el que haga algo para cambiarlo. Haber espabilado antes, vaya.
P: ¿Qué diferencia al Tomás de antes con el de ahora?
R: El Tomás de ahora está más desarrollado y ve la vida con diferente prisma. Algo que me ha venido muy bien en este sentido es ser consciente de mis logros, por muy pequeños que sean. Es algo que muchas veces nos ponen en bandeja y nosotros no prestamos atención. Tenía amigos que me felicitaban por mi trabajo y yo los evitaba escuchar. El Tomás de ahora escucha, es consciente de que puede hacer cosas. Es consciente de que vale.
P: ¿Eres una persona insegura con lo que haces?
R: Sí, muchísimo (risas). La gran putada de la música es que nunca sabes si tu producto le va a gustar a la gente. Gracias a consejos de gente cercana, uno se da cuenta de que no tiene que ser inseguro con estas cosas. Para empezar, tienes que disfrutar del proceso sin pensar en lo que vendrá después. No somos tan especiales como queremos pensar. Probablemente todas estas sensaciones que puedo estar viviendo, las vive un montón de gente más. Eso también me reconforta, me doy cuenta de que no estoy solo. Porque las personas son, por defecto, inseguras.
P: ¿Y cómo conseguiste que esa inseguridad no te frenase a la hora de publicar tus primeros temas propios?
R: Yo estuve en una banda durante mucho tiempo. Pero hubo un momento en el que mis amigos, que eran conscientes de que tenía temas escritos por mi cuenta que hablaban de mí en primera persona, casi que me obligaron a sacarlos. Da mucho miedo sacar tu primer tema, pero una vez lo haces, la sensación es muy placentera. Eres consciente de que algo tuyo se va a inmortalizar en el tiempo, independientemente de la gente que lo escuche. Y eso es lo que me motiva a querer sacar cada vez más cosas
P: Debes ser consciente de que el estilo que haces es algo reservado para un número minoritario de personas. ¿Qué es lo que te mueve a hacer este sonido musical?
R: Hubo un momento en el que descubrí por completo la escena del hip-hop y del trap. Era un género que me permitía hacer temas en mi cuarto que sonasen bien. El trap, enfocándolo en el estilo que yo hago, puede que sea minoritario, pero me gusta pensar que es un puente para ayudar a otras personas a conocer nueva música. El trap urbano sureño de Atlanta me encanta, el trap de Memphis… Una cosa que representa mucho al hip-hop es lo real que es la persona que lo interpreta. Por eso no me gusta rapear sobre coches, fiestas o mover kilos. No soy así. La gente sabe calar muy bien cuando algo que dices es o no real. Independientemente de ser una industria con poco público, es algo que yo quiero hacer.
P. Hemos visto cambios en tu música progresivamente. Escucho temas como “NiceLie” o “Remedy” y me cuesta emparejarlo con la faceta que estoy viendo actualmente de Teefour. ¿El nuevo sonido que has creado es una transición hacia otro concepto de artista camaleónico o viene para quedarse?
R: Quiero cambiar siempre. Hablo de cambio como sinónimo de crecimiento. No es tanto como sacarte un disco así y al año que viene sacarte uno de heavy metal, pero no me quiero meterme en ningún carril. Mi intención es estar en medio de dos carriles. Este EP es una transición a algo nuevo. Con este disco me he dado cuenta de todo lo que quiero cambiar y todo lo que quiero decir. Y lo que venga a continuación no será un cambio absoluto sino una transición.
P: ¿Y qué nos puedes contar de ese nuevo trabajo que estás preparando?
R: Para empezar, va a haber inglés. Esa va a ser la principal novedad, la mezcla. Quiero, por fin, traducir de alguna manera lo que quiero transmitir. Me apetece mucho ver cómo reacciona la gente a esa variedad de idiomas. Por lo demás, seguramente este disco sea más lírico. Poco más puedo decir, pero estoy deseoso de poder enseñar ya algo porque las letras del siguiente proyecto son, probablemente, las mejores que he hecho en mi vida.