Chica Sobresalto | La conexión entre el público y su sinapsis
El nuevo proyecto de Chica Sobresalto, “SINAPSIS”, vio la luz el pasado 14 de mayo y tuvimos la oportunidad de descubrir cómo fue el inicio de gira de la artista pamplonesa acompañándola en dos conciertos: Valencia y Barcelona. El público valenciano tuvo la suerte de ser las primeras sardinitas que lo escucharon y sintieron en directo por primera vez en el Teatro La Plazeta. Por su parte, Barcelona recibió ese aluvión musical en la Sala Barts. Con todo esto, os dejamos nuestras impresiones de un proyecto musical que tiene mucho que decir en el panorama actual, marcado por la falta de trasfondo en los trabajos, por una dinámica fast food que no deja lugar para la reflexión. Y aquí es donde aparece Chica Sobresalto, una superheroína que pretende dotar de contextualización cada paso que da en la industria profesional de la mano de El Dromedario Records.
El álbum lleva como hilo conceptual las conexiones sinápticas de nuestro cerebro y su relación con nuestros actos, emociones y sentimientos. La artista, hablando del proyecto, ha comentado que siempre ha notado cierta aversión a que cosas tan viscerales y poéticas como el amor, la depresión o los orgasmos puedan explicarse de una forma tan pragmática y fría como lo hace la ciencia. Y es por eso que Maialen Gurbindo ha moldeado estas explicaciones con sus experiencias y las de las personas que la rodean y les ha dotado de esa magia que solo ella sabe generar para que cada una de las canciones que conforman “Sinapsis” puedan hacernos reflexionar sobre todas estas cosas que nos pasan y que a veces damos por sentado.
La composición musical de las canciones ya de por sí es capaz de transportarte a otro plano y, añadido a las letras de Maialen, que son capaces de hacerte sentir todas y cada una de las sensaciones que la artista navarra quiere expresar en este proyecto, hacen de Sinapsis en directo una experiencia sensorial al completo que solo una misma puede explicar. El ambiente que Chica Sobresalto fue capaz de generar en el Teatro La Plazeta y en la Sala Barts fue compartido por todas las que estábamos allí, pero se podía percibir en los ojos del público que cada una tenía una historia relacionada con cada canción y que Maialen sabía hacer llegar a todas y cada una de ellas con su voz.
La percepción de ser un reflejo para las personas que te ven debe de ser un chute motivacional para que Mai esté más que satisfecha con el desempeño que está haciendo en la música, aprovechando su altavoz mediático para presentarse de forma natural y sin tapujos como ella es. Cuando se sube al escenario da igual que vaya vestida con un atuendo normal, con un vestido que quita el hipo o con su característico traje de Chica Sobresalto; lo que el público puede percibir es la actuación de una mujer empoderada que ha conseguido saltar un montón de obstáculos hasta llegar al lugar que actualmente ocupa. Deberíamos estar agradecidas por todo lo que ha hecho para la música en general en tan poco tiempo que lleva en el círculo mediático, pues ha conseguido abrir los ojos, el alma y el cerebro de la sociedad.
Recorramos ahora un poco cada una de las canciones que componen este impresionante proyecto y qué tiene que contar cada canción. «Somatropina», por ejemplo, es un tema que habla sobre el crecimiento personal y la necesidad de valorarnos a través de redes sociales o de pequeñas partes del espejo en el que nos miramos cada día. Luego está «Melatonina», una balada que la artista escribió para su abuelo en sus últimos días y de cómo su abuela estará en algún planeta esperándole. «Dopamina», por el contrario, es una canción sobre encontrar a una persona que te despierta cosas por dentro, que te estimula y puede llegar a ser adictiva, sin necesidad de ser esta una relación amorosa. «Endorfina» habla de lo bien que se está cuando se está bien, de lo que es querer a alguien y que sea recíproco a todos los niveles. Todo tiene su porqué, no hay relleno en el disco, cada canción tiene unas directrices concretas que habla muy bien de la mente de la artista, tan centrada de dotar a todo de un significado tan amplio que a veces le acaba agotando y le conduce a crisis inevitables de escritura.
«Selección Natural» habla, en la primera parte, de la sensación de ser esa persona que se queda atrás de forma invisible, de ser una pequeña tortuga a la que se lleva el pájaro de turno y nadie se para a mirar. En la segunda parte, Maialen habla de todo lo contrario, de cómo esa persona que antes consideraba malvada, empieza, poco a poco, a pensar más en sí misma por fin y le preocupa aún menos lo que opinen los demás. «Adrenalina» habla de las crisis de ansiedad y de pánico, sobre todo en momentos en los que la propia adrenalina nos deja en shock por el miedo. «Serotonina» es clara en su planteamiento, busca reflejar la depresión y cómo se siente una al vivir esos momentos. Por tanto, la labor divulgativa que puede ejercer cualquier persona pública es muy importante y hay que alabar estas pequeñas acciones.
Siguiendo con el disco, «Oxitocina» fue el primer tema de Sinapsis que pudimos escuchar, ya que fue el primer single de Maialen post-academia, y en el disco hemos visto cómo pasaba de ser una canción enfadada y provocadora a ser una canción tranquila que representa más bien a una Maialen reconciliada con esa parte más “negativa” de lo que era Oxitocina antes. Fusión del núcleo fue escrita durante el confinamiento por necesidad de la artista, ya que estaba pasando por un momento bastante duro en su vida y necesitaba de alguna forma exteriorizarlo. «Progesterona» es una canción compuesta junto a Laura, prima de Maialen, a modo de expresión y de relejo de la experiencia de sufrir endometriosis y cómo esta enfermedad no se estudia.
Pero tuvo un regalo para toda persona que apoyase su trabajo en físico con «Inconstantes Vitales», ya que se trata de un tema que no se encuentra en ninguna plataforma digital. Fue una canción que escribió volviendo de OT en la que habla de cómo todo se puede volver tan loco e imperceptible que no te das cuenta de que estás dejando atrás todo lo que solía hacerte feliz. Pasar de ser desconocida a famosa en un plazo tan corto de tiempo puede ser un choque muy impactante para cualquier persona. Definitivamente el proyecto que Chica Sobresalto ha llevado a cabo es algo mucho más amplio de lo que podemos percibir en estas líneas y, al igual que sus directos, lo que sus canciones te puedan hacer sentir son una vivencia puramente individual.
Y en directo consigue plasmar a la perfección esas diferentes fases por las que pasa el disco. Tuvimos el enorme placer de estar en dos conciertos que marcaron el comienzo a la nueva era de un proyecto diferente, lleno de empoderamiento femenino y fragilidad normalizada. Pudimos verla gritar, saltar, ponerse sentimental e incluso tirarse al suelo. También hay que referenciar el gran papel del resto de su banda, que están en un segundo plano secundando todo lo que la navarra plantea. Todo esto no sería posible sin Aritz Legarrea a la batería, Txapa al bajo, Ibai Sanz y Gorka Cia a la guitarra y Leire Celestino al piano. Pese a que pueda verse como actores secundarios, en directo Maialen quiere dotarles del protagonismo que no perciben de puertas afuera. Porque sin ellos, como dice la propia artista, Chica sobresalto no sería.
Con todo esto, ¿qué queda por decir? Que proyectos como este son necesarios para entender que hay un mundo artístico por descubrir, donde la conceptualidad es importante y donde no solo se escucha música para pasarlo bien y para evadirse de la realidad. La música también es un relente de la reflexión y, como decía Marea: «Voy rompiendo las persianas para dejar por mi ventana el camino abierto». Dentro de una industria con unos cánones preestablecidos y claustrofóbicos, Chica Sobresalto representa el soplo de aire fresco hacia una libertad de creación y de experimentación poco vista estos últimos tiempos. Es hora de que la música vuelva a tener algo que decir, y Maialen tiene una filosofía clara respecto a ello.
Enviada especial al concierto en Valencia: Julia Caro
Enviada especial al concierto en Barcelona: Anna Casals