Cactus & 31 Fam | Con ganas de conciertos sin restricciones
Cuánto tiempo sin vernos, Sala The One. Ha pasado un año y medio desde las últimas esperas en la puerta de la entrada preguntando por los organizadores para acreditar los pases de prensa y ya podemos decir que todo aquello está de vuelta, como la amabilidad de Iñaki. La sala de conciertos de Alicante por excelencia está de regreso con los conciertos y nosotros tuvimos el placer de asistir a dicho reestreno con un doble show de dos grupos diferentes pero que lo petan en sus respectivas comunidades autónomas. Se trataba de Cactus y 31 Fam, unos conciertos que dejaron clara una cosa por encima de todo: la gente tiene muchas ganas de un espectáculo sin restricciones.
Los primeros en salir al escenario fueron los valencianos Cactus que abrían la velada de la noche con el rockero “Cactustyle”. Conocí al grupo hace dos años cuando telonearon a Hard GZ, el año pasado volvieron a pasarse por la sala ante un público complicado como el de Kaze y esta vez se enfrentaban ante otro obstáculo inicial: público sentado. Digo inicial porque, ya con el permiso de permanecer de pie, Cactus salieron con todas las de motivar a los asistentes. Y lo consiguieron, sobre todo a las primeras filas que se sumaron a la fiesta desde los temas como “K Pateo” o “Cactus”.
Y lo cierto es que el grupo gana muchísimo en los directos precisamente por esto. Estoy seguro de que desprenderían la misma energía tanto delante de tres personas como si hubiesen llenado el Wizink Center. Es un grupo cuyas canciones están hechas para volverse épicas encima de los escenarios esté quien esté. Les gusta, lo sienten y, al final, se hace notar.
Con una puesta en escena envidiable, sobre todo, por parte de Eldemuro, siguieron con una serie de temas de su último discazo “Roma” como “Frankenstein”, la reivindicativa “Al Carrer” o “Ens veiem on sempre” para seguir con dos de los shots publicados a lo largo del año pasado como “Fuego” y “S´ha acabat la broma”. Mención especial para este segundo tema que líricamente es una pasada. Respuesta patrón por patrón a todos aquellos intransigentes que critican su música por… hacer música o por cantar en su propia lengua. Por suerte, cada vez quedan menos.
El concierto era una especie de altibajos por parte del público. Temas como “Ho Deixe Tot” no cuajaron muy bien en el respetable que, a su vez, se animó con otros de la talla de “Dis-me Que Sí”. Y es que este tema con tantas vibes de la Ruta Destroy levanta de los asientos a cualquier persona, sin necesidad de consumir ningún estupefaciente. A pesar de que la mayoría de los asistentes vinieron por 31Fam, Eldemuro, Ana Campoy, Buggy, Maik y Santy Mataix mantuvieron la misma energía y ganas durante la hora que duró el show (menos con el Mannequin Challenge en “Estem Vius”).
No obstante, debo confesar que no ha sido su actuación más pulida en lo que a factores externos se refiere. Nosotros estábamos sentados básicamente al lado del técnico del sonido, hemos notado que los bajos estaban un pelín elevados y, al final, influye en la experiencia. Los temas más cañeros como los anteriormente mencionados “Frankenstein” o “Cactus” no entraban de forma limpia al oído, en ciertos momentos apenas se apreciaba la guitarra de Maik o tampoco la melodía de “Gossa-te-la”. Una mejor iluminación también haría más atractivo el espectáculo pero como he dicho al principio del párrafo, son aspectos externos/secundarios que se alejan de lo sucedido encima del escenario pero que audiovisualmente mejoran el concierto.
Y, como ya de manual, guardaron su mejor bala para el final. “Fusta” en directo es una absoluta fiesta. Con este tema se despedían del escenario para dejar espacio a los catalanes que venían a presentar “Jetlag”. Cactus volvió al rodaje de los conciertos y para nosotros siempre es un placer ver y poder hablar sobre este grupo que tanto nos gusta.
Unos 20 minutos después, volvieron a bajar las luces para ir calentando motores con el segundo grupo de la noche y la expectación era máxima. Una introducción como si de un viaje espacial se tratase, algo como el de Jeff Bezos, puso de pie a todos los asistentes esperando inmortalizar el momento con los teléfonos móviles. Empezó a sonar “Make It Rain” de fondo hasta que después de 40 segundos, en el momento del drop del tema, 31 Fam arrancaron este viaje de más de una hora.
Siendo sincero, no sabía qué esperarme del concierto ni de la respuesta del público. Pero me he llevado una sorpresa. El recibimiento era muy caluroso y básicamente se prolongó hasta el final del concierto. La función de los asientos pasó a ser de adorno, pues literalmente todos los asistentes exprimieron al máximo el nuevo permiso de la seguridad en los conciertos y se mantuvieron de pie desde el inicio hasta el fin.
El concierto fue sobre ruedas. Parecía un ambiente de una discoteca. Funcionaron todos los temas que tocaron, ya fuesen los más raperos como “Purgatory” o los más reggaetoneros como “Plan B”. Unos más que otros, lógicamente, pero su música está hecha para las salas de conciertos. Te hace bailar e inconscientemente, lo que sucede encima del escenario pasa a ser secundario porque lo disfrutas y te gusta. Durante algunos momentos en Cactus, Eldemuro necesitaba incitar al público a animarse mientras que con 31 Fam era todo muy natural. Es totalmente lógico teniendo en cuenta que la mayoría del público vino de parte de los catalanes y que la propuesta musical de Cactus es algo diferente. Pero sí es cierto que formando parte del público como “uno más”, se disfruta más con este tipo de ambiente.
No obstante, no todo ha sido de diez. 31 Fam es un grupo de varios cantantes y he notado cierta falta de compañerismo y cariño encima del escenario, porque al final son una fam. Era como si en un trabajo grupal se juntasen las diferentes partes y se enviara sin modificaciones. Es decir, cuando cantaba Lil Didi, no importaba si faltaba Bandam. Cuando cantaba Kid Pi, no importaba si faltaba AAA. Y así con todos. A pesar de que casi ningún tema es interpretado por todos los integrantes del grupo, me hubiese gustado algo más de apoyo entre sí. O básicamente, seguirle la corriente a Kid Pi, que ha destacado por encima del resto del grupo. Era el componente con mejor puesta en escena, con pasión donde pegaba poner pasión y el principal agitador de la conexión con el público.
Con esta tónica representaron su último disco “Jetlag”, tampoco se olvidaron de hits más antiguos como “Ferran Adrià” o “Ferrari” y cerraron su show con su tema más pegado que es “Valentina”, donde ya no existieron ningunas restricciones de seguridad. Esta crónica llega un pelín tarde porque me ha pillado en medio de un viaje pero escribiéndola ahora me acuerdo como si fuese un día después del concierto. La Sala The One ha regresado con los shows en directo y creo que era la noticia que estábamos esperando todos los alicantinos.
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