Belén Aguilera, una cantautora con alma de psicóloga
¡Belén!¡Belén!¡Belén! Así recibió el público de Barcelona a Belén Aguilera el pasado viernes 15 de abril. El concierto tuvo lugar en la sala Razzmatazz y la cantante presentó su nuevo álbum Superpop, que se estrenó en enero de 2022. Por otro lado, también interpretó canciones de su anterior disco Como ves no, siempre he sido mía (2020). Algunas de ellas fueron «Diferente», «Jaque al rey» o «Tus monstruos».
Después de una larga espera en la cola, a las 21.00 se abrieron las puertas del recinto. La hora de inicio estimada eran las 21.30, pero la artista se retrasó unos 10 minutos y es por ello por lo que los espectadores, impacientes, empezaron a aclamar su nombre. Esto hizo efecto porque la cantautora catalana salió al escenario con una gran sonrisa y llena de energía.
Empezó el concierto con «Vértigo«. La canción hablaba de cómo se percibe ese sentimiento y Aguilera lo plasmó a la perfección en el escenario. La artista no paró de bailar y en poco tiempo consiguió que el público lo hiciera también.
Después de empezar por todo lo alto, la cantante se dirigió a los espectadores y les agradeció su presencia. Además, llena de emoción, explicó que ese día era especial para ella debido a su origen catalán. A continuación, presentó a las coristas que la acompañaban. «Cumplen con todo lo que exige la sociedad y encima son majas», añadió la cantautora.
La siguiente canción que interpretó transportó a los oyentes por «Cielo y tierra» . Según Aguilera, la escribió para sí misma porque con ella se sentía fuerte. A diferencia del tema anterior, en este caso el piano ganó protagonismo y se creó un ambiente mágico.
Tras el último acorde de «Cielo y tierra» empezaron a sonar las primeras notas de «Tirando de carrete». La cantante se levantó del piano y empezó a bailar al ritmo de la música. Incluso se sentó en el escenario dedicándole unos versos a aquellos que estaban en la primera fila. Sin duda fue una de las canciones con las que más disfrutó el público.
El siguiente tema que sonó fue «En las nubes». Aguilera consiguió crear un momento mágico cuando dejó hacer al público algunos de los coros de la canción. Y hablando de coros, las coristas tuvieron un importante papel en la interpretación y crearon armonías que empastaban a la perfección con la voz de la cantante principal. En «Cristal» sucedió lo mismo y además se pudo apreciar el virtuosismo vocal de la artista.
Después de la calma junto al piano, Aguilera volvió a adquirir una actitud rompedora con «La tirita». Este tema lo sacó en colaboración con Lola Índigo y reivindica el poder de «una misma». Además, supuso un cambio en el estilo de música que solía hacer antes la cantante. Tanto la artista como el público no pararon de saltar y bailar y disfrutaron de cada nota.
De forma inesperada, desde el público le pidieron a la catalana si podía cantar algo de la serie Hannah Montana. Aguilera, cumpliendo con los deseos de sus oyentes, empezó a interpretar la canción inicial de la serie y, pese a no saberse la letra entera, con la ayuda del público consiguió crear un momento cuando menos especial.
Con la misma energía que en «La tirita», la cantante interpretó «Fuck off», otro de los temas que se sale de las baladas que hacía en sus inicios. La cantante la interpretó con la misma energía que la anterior e incluso se atrevió con la parte del rap, que en la versión original pertenece a Walls, el artista con el que colabora en el tema.
«¿Quién quiere derrocar la monarquía hoy?». Así presentó la cantante el siguiente tema llamado «Republicanas». Este canción consigue enganchar, más allá del ritmo o la melodía, por el mensaje que lleva detrás. «Cuando me meto en política solo es para liberar a las mujeres y a los gays», reivindicó la artista, consiguiendo así una ovación enorme por parte del público.
Otra canción con un mensaje profundo detrás fue «Camuflo». La cantante explicó que le dedicaba el tema a los problemas alimenticios porque ella lo escribió por eso y además, recordó la importancia de no tener miedo a pedir ayuda. Con estas palabras y con su piano, Aguilera consiguió emocionar al público, llegando a provocar algunas lágrimas. «Niña de ojos tristes», el siguiente tema que interpretó la artista, causó el mismo efecto incluso en una de las coristas que acompañaban a la cantante en el escenario.
La artista continuó con «Inteligencia emocional». Esta canción refleja las preocupaciones y miedos que hemos tenido todos en algún momento. Aguilera se mostró frágil y transparente con versos como «estamos todos mal, acéptalo; estamos todos ocultándolo».
Terminó el concierto con «Camaleón», una de sus canciones más escuchadas, con más de un millón de reproducciones en YouTube. Desde luego consiguió enamorar al público y hacer que los oyentes regresaran a su casa con muy buen sabor de boca. Después de unas palabras de agradecimiento, Aguilera dio por terminado el concierto y abandonó el escenario. De esta forma, finalizaba una actuación que nos había transportado por diferentes fases y emociones: desde la melancolía más cálida a piano hasta la reivindicación y el desenfreno con tintes de libertad.