Bardero$ | Cuando la droga argentina engancha

C.R.O, Homer el Mero Mero y Denom dieron un concierto el pasado 14 de septiembre en Alicante
Vivo literalmente a unos cien metros de la Casa Cultural de Las Cigarreras de Alicante pero puedo contar con una mano las veces que he atravesado esa puerta amarilla. No es por falta de actividad, que hay mucha, sino que no me suelen llamar la atención los eventos que se celebran aquí. Sin embargo, cuando me enteré de que C.R.O, Homer el Mero Mero y Denom venían el pasado 14 de septiembre a este sitio, en primer lugar, me sorprendió el factor de la ubicación y, en segundo lugar, no pudimos desaprovechar este lujazo de contar con dos referentes actuales argentinos y un madrileño cuyo nombre está más que consolidado en la escena nacional.
La sala correspondiente no era de gran tamaño, ni siquiera asistió tantísima gente, sino que era acogedor, muy cercano y poco iluminado de cara al trabajo de los fotógrafos. Con un stage casi a ras de suelo y sin ningún impedimento divisorio entre el artista del público, el primero del tridente en dar el show fue Denom.
Encapuchado, y con Dj Ikki detrás de la mesa, el madrileño arrancó su actuación con ‘Medicina’ y ‘Silencio Honrado, dos de los poquísimos temas que tocó Denom de su faceta más clásica. Aunque él mismo reiteró varias veces que se encontraba a gusto, es cierto que la inicial frialdad del público se empoderó del ambiente. Siguió con la cañera ‘Ansiedad y Recuerdos’ pero el nivel de activación no llegó a mantenerse continuamente ni con ‘Uno de Esos Días’ por mucho empeño del rapero a quien no le afectaba absolutamente nada porque se sentía muy cómodo.

Pasando por alto sus clásicos “Historia de Amor de Barrio”, “Solo Pienso en Ti”o la fresca “If You Create the Noise”, Denom interpretó un abanico de temas más modernos como “Bang Bang”, “Tengo una Bala”, “Danger” o “Machete” con el que rompió el hielo entre los asistentes montando debajo un mini-pogo. Pero para la sorpresa, dejó la presentación explícita de un nuevo tema junto a Fredo Versátil que nos dejó con la boca abierta. Desconozco la fecha de salida pero están tardando en soltarlo.
Sin apenas tiempo libre de transición, llegó la hora de dos barderos que han cruzado el charco desde Argentina; Homer el Mero Mero y C.R.O. Interpretando en primer lugar las canciones conjuntas, no es de extrañar lo bien que funcionan encima del escenario después de tantos años unidos haciendo música, siempre con el punto de mira hacia lo oldschool. Y lo cierto es que los temas como “Olvido”, Enamorado de la Calle” o “Esperanza”, en directo transmiten el doble del buen rollo. Esas bases como si de GTA San Andreas se tratase, ese estilo de rapeo tan clásico…Lo cual me sorprendió gratamente descubriendo a Bardero$ días antes del concierto porque conocía a C.R.O en su faceta individual y toparme con esta versión rapera me alegró el día.

Aparte del grupo, ambos componentes presentaron sus cortes individuales. Empezando Homer el Mero Mero, su puesta en escena era totalmente antagónica a su compañero C.R.O. Con menos movimiento corporal mientras recitaba las barras, provocó más levantamientos de manos que cánticos de letras de “Intro”, “22”, “Argentina”, “Libertad” o “Domingo”, menos para un chavalín de la primera fila que se marcó un ‘solo’ en una de las canciones interpretadas cuando el rapero patagónico le dejó el micrófono. Y al final, son precisamente estos detalles los que marcan un concierto, como por ejemplo también las varias camisetas y banderas argentinas que Lucas Darío firmó con encanto.

C.R.O fue el encargado de poner el punto final a la parada de Bardero$ en Alicante, el principal atractivo del cartel que despertó gritos nada más escuchar los primeros segundos de “Solo”. Desde entonces, era un sinfín de canciones más traperas que en directo mejoran el triple, sobre todo por su puesta en escena. Tiene cara de sad boy, apenas sonríe, pero es más bien mad boy. Para sus 21 años domina el escenario como nadie. Sin cañones de humo, que le dan un plus al espectáculo, él mismo no paraba de saltar y volverse loquísimo, por lo que era imposible no seguirle la corriente. No importó si sonaba “Money”, “Keta, “Ella es Una G” o “Reina” (el orden lo establecía el público), no querías que acabara. Y más si incluso interpretó su parte del hit de Neo Pistea “Tumbando el Club”, aunque en esta ocasión tumbó Cigarreras. El ambiente era tan adictivo que su lema tan reiterado durante el concierto cobró más sentido aún; esto no es música, es droga.