Barbé | En busca de la innovación constante

Con más de cinco años de curro musical a sus espaldas y una trayectoria que se ha perfilado en encontrar una música que permita trasmitir emociones entre rapero y público, Adrián González (Valencia, 1998) ha dado un paso adelante por profesionalizar su carrera musical con «Incondicional», un álbum que significa un punto de inflexión en el artista y que proyecta el nombre de Barbé a lo más alto del panorama con la intención de dejar de catalogarse rapero para ser conocido simplemente como músico.

En medio de un mundo musical en el que el formato single apremia la falta de tiempo del oyente para prestarle entera atención a un LP, el valenciano ha decido romper con las modas para lanzar 12 canciones en un mismo plástico con un golpe en la mesa que pretende rivalizar con el dogma que prima en la actualidad. Una referencia que encuentra con colaboraciones de Abram, Belén Alarcón, Locus, Nassim, Creshed, Darío Jover, Fabián Larrubia, Marcoo, Eddie MV y el reconocido Fran Perea.

Pero antes de adentrarnos en la actualidad del artística, hay que irnos atrás en el tiempo para entender la mente de Adrián, un chaval que jugaba a fútbol en las canteras de equipos de su ciudad pero que descubrió su vocación cuando le compuso un tema a un antiguo amor de la juventud: «Barbé nace de una primera canción que quise dedicarle a una chica que en ese momento me gustaba, y a partir de ahí han cobrado significado muchas de las cosas que caracterizan mi yo artístico«.

El salto del f´utbol a los escenarios, en su propia percepción, fue una simbiosis que le ayudó a despejar dudas y a clarificar su futuro: «Me sentía muy cómodo en el mundo del deporte pero, de la noche a la mañana, empecé a ver que no era lo que verdaderamente me motivaba«. Continúa: «Mientras se apagaba mi llama deportiva, se encendía una vena artística que me daba la oportunidad de transmitir sentimientos mediante la canción«.

Y esta vena artística le ha llevado a cimentar una carrera que le ha llevado a colaborar con artistas como Subze o Ambkor, cuyo tema «#StopBullying» fue un auténtico éxito. También a llevar a cabo este álbum que presenta, «#Incondicional», que es hasta la fecha lo mejor que ha compuesto. Con un sonido más cuidado, este álbum tiene alma para ser un antes y un después en su carrera musical.

En la elaboración de este álbum tiene especial importancia su público. «Decidimos hacer un crowdfunding en el que el público se pudiese sentir partícipe porque era totalmente necesario tener otra fuente económica aparte de los ahorros que ya tenía«, comenta Barbé. «Sin embargo, un proyecto así de ambicioso es bastante caro y el crowdfunding no completa ni el 10% de todo el gasto«. La aportación desinteresada de las personas, incluidas dentro del libreto en la edición física se ha destinado «a costear la tirada física de los discos y parte de las camisetas del merchan«.

Y cuando le preguntamos sobre sus estimaciones previas respecto al reclamo de la gente en el crowdfunding, Adrián se muestra muy seguro en su respuesta: «Soy consciente de que no soy una persona muy mediática y, por eso, no me esperaba una enorme aceptación por parte del público. Sé que las personas que me siguen van a querer apoyarme en todo lo que haga, pero las circunstancias en las que me encuentro no me permiten tener un rendimiento mayor porque, al fin y al cabo, soy un artista aún pequeño«. También nos asegura que nunca pretende ponerse expectativas previas «para no pegarse la hostia luego«.

Pisando el suelo con pies de plomo, así se presentaba Barbé ante la charla distendida que íbamos teniendo y que llegó a su punto clave cuando comenzamos a hablar de su próximo álbum, propósito inicial del Skype que mantuvimos. Y aunque para muchas personas aún queda tiempo para poder escuchar en líneas generales todo el disco, tenemos la oportunidad de haber escuchado todos y cada uno de los temas que lo componen y no perdimos la oportunidad de preguntarle acerca de ellos.

Descubriendo «#Incondicional»

Su equipo de Antártida Producciones nos hizo llegar una copia física del disco. En su portada se puede ver a un Barbé que tiene tatuadas en su piel cada una de las canciones que componen este trabajo discográfico. Ha desempolvado recuerdos que guardaba en su interior, ha purificado su alma, y el contenido que nos ofrece es algo que ha vivido y ha llevado consigo, en su piel. Esta metáfora visual es muy perceptible y los privilegiados que ya tienen su edición física en casa han podido degustar cada uno de los 12 temas que componen este álbum.

Nosotros somos unos de los pocos privilegiados que lo han podido catar y que han descubierto todos los entresijos que esconde esta pieza musical. Cosas como que cuenta con una gran cantidad de colaboraciones que van desde las ya publicadas como Belén Alarcón o Locus hasta otras como Nassim, Eddie MV o Fabián Larrubia. «Las colaboraciones han salido todas de manera muy orgánica, no hay ni una sola que se haya producido sin una relación personal entre nosotros o que no me guste lo que haga«, comenta el músico. «Se han ido dando estas situaciones hasta el punto de juntarlo todo y salir lo que se puede ver en el álbum, no busqué predeterminadamente esto, era lo que cada canción pedía«.

Entrando de lleno en el sonido de este disco, podemos ver una mezcla bastante interesante entre melodías enérgicas y bailables como «Siénteme» y otras más representativas de Barbé con unas sad vibes melancólicas. «Una de las necesidades que yo tenía a nivel musical era sonar distinto. Quería una nueva versión mía y hacer cosas más bailables que entretuviesen, para no agotar el recurso de hacer canciones que hiciesen pensar«. Aquí reside el poder de la música, capaz de reflejar en cada momento la intencionalidad del autor: «Hay que aceptar que es tan lícito querer que alguien se levante y mueva el culo como que mueva el cuello, por eso intento no etiquetarme como rapero«.

Adrián asume su intencionalidad principal de tocar diferentes aspectos musicales para darle al público una variabilidad estilística que hacía falta en su obra y que ya venía anunciando desde el pasado año: «En 2020, con «Todo Cambia», ya quise dar una pista de que lo que se venía después de aquel sencillo iba a ser totalmente diferente y este trabajo lo demuestra«. Y se nota esto que explica cuando buscamos explícitamente temas con profundidad de pensamiento. Salvando los tracks «El Conflicto» y «Leyenda«, podemos encontrar en el resto una evolución del Barbé que conocíamos anteriormente, dejando atrás sus penas y siendo fiel a sus pretensiones.

Con «#Incondicional» ha conseguido dibujar los espacios en blanco que quedaban del Barbé artista, dejando atrás una figura que le acercaba más a proyectos como el de Shé o el de Ambkor y dar paso a una etapa con nombre propio. Al escuchar este álbum te das cuenta de que ha conseguido limar esas asperezas que quedaban en sus composiciones siendo fiel a su intención de dar un salto cualitativo en su música.

Para él, la música es la excusa para poder cumplir ciertos sueños y este disco ha sido una gran ayuda para tachar propósitos de su lista: «Una de las cosas más bonitas de la música es que me permite estar con artistas que yo escuchaba cuando era pequeño«. Continúa: «Tengo mucha relación con Nassim y desde pequeño lo he llevado en el MP3. Y ahora, además, tengo la suerte de poder tener un tema como «Ay Mamá» con él. Estar consiguiendo estas cosas me parece alucinante«. 

Pero lo más anecdótico de este álbum viene de la mano del último corte del disco, que incluye una sorpresiva colaboración con el músico y actor Fran Perea. «Lo de Fran Perea fue lo más increíble de todo. Por casualidades de la vida, tenía ese tema con una base pop lenta y en el aleatorio comenzó a sonar una canción suya. En ese momento se me ocurrió contactarle para que colaborase en el disco y a los dos días, contra todo pronóstico, recibí una respuesta afirmativa por parte de su mánager«.

Actualmente, coordinar colaboraciones con artistas en diferentes puntos del país se hace más fácil que antaño con las posibilidades que permiten los avances tecnológicos: «Cuando hay distancia de por medio se hace más complejo coordinar todo con su equipo de management, pero conseguimos que fuese posible hacer una canción y un videoclip a la altura del artista que es«. Con cuatro detalles que le dieron a Fran, a la semana ya tenían el previo del malagueño grabado. «Quisimos profesionalizar cada detalle, desde el catering hasta los espacios con sombra en el videoclip rodado en Teruel. Nosotros queríamos que flipase con todo el despliegue de medios que hicimos y, según nos comentó, lo conseguimos«. Esto es muestra del trabajo, no solo de Barbé, si no del equipo que le rodea.

Una vez repasado ampliamente este disco, puedo decir que uno de mis temas favorito es «Siénteme», un tema con aire flamenco gracias a la presencia de Darío Jover pero que no deja de tener una aptitud rapera con la gran aportación de Creshed: «Quería que fuese algo innovador. Yo soy fan del gitaneo, me gusta Fondo Flamenco, El Cigala, Falete… Y a raíz de Runs de Brother Selected conocí a Darío Jover. Necesitaba un estribillo de flamenco y su voz encajaba de forma perfecta con mis ideas así que le propusimos participar en el tema«. Continúa: «Y luego Creshed rapea de maravilla. Las pretensiones de querer hacer algo distinto nos llevó a hacer el que para muchos es el mejor tema del álbum«.

No es el disco de un rapero, es el de un músico. Puede que las mentes más puretas no acaben de engancharse a la innovación de ciertos temas y prefieran regocijarse en tracks como «Solo» o «Leyenda», pero es elogiable que un artista joven como Barbé tenga la iniciativa de explorar nuevos horizontes con su música. También es importante saber qué temas son los que más han convencido al propio músico, pues en su obra también se pueden encontrar connotaciones subjetivas.

«En cuanto a bailable, «Ay Mamá» es el tema que más me gusta. Nassim tiene un don para hacer mover a la gente, no es nada fácil y él lo consigue sin despeinarse. En cambio, en cuanto a letra me gusta más «Leyenda». El rapeo de Abram es escandaloso y en la letra se dicen verdades como puños«, comenta el valenciano. «Te he mencionado varios porque no puedo quedarme con uno, todos los temas tienen su importancia y al ser tan variados tienen el poder de ser escuchados en momentos totalmente diferentes«.

Tras el análisis del trabajo, una de las preguntas que me interesaba hacerle a Barbé era si esperaba que este trabajo le ayudase a crecer en la industria con la consecución de unos números mayores. En propias palabras de Barbé, «sé que hay temas de este disco que van a llegar a un público más amplio, pero no es algo en lo que me centre a la hora de hacer mi música. Los números tienen importancia, claro que sí, pero a mí 6.000 visitas no me dan de comer. No puedo obsesionarme con mirar eso cuando no es mi sustento económico, no me paga el pan de cada día«. Continúa: «Otros artistas entiendo que lo miren porque viven gracias a ello, pero no es mi caso. Toca trabajar mucho en la promoción para poder conseguir que el número incremente, pero es un trabajo muy largo«.

Presentación propia de una estrella

No le bastaba con planificar un disco así de ambicioso, la presentación del mismo tenía que ser especial, algo nunca antes visto. Y se unió el mundo del cine con el musical para hacer el estreno en los cines MN4 de Valencia con un sold out incluido. «Quería hacer lo más parecido a una gala, incluyendo el requisito de ir bien vestido a la velada«, comenta Barbé. «No sé qué se me pasó por la cabeza para hacer el evento ahí, la verdad, pero creo que es algo guay que nunca se ha visto y lo pondremos de moda«, dice con tono humorístico.

Ese escenario pasó de presentar un cortometraje de un compañero de su equipo, jefe de iluminación, a celebrar la presentación oficial de un disco de la forma más atípica posible, tanto que ni las personas que acudieron allí sabían bien a lo que iban. «Hubo gente charlando sobre el proyecto, un concierto, sorpresas… Y se pasaron tres horas de evento rapidísimas. Incluso contamos con un presentador muy dicharachero que llevaba el guion de la gala. Sin duda ha sido el evento más grande que he organizado en mi vida«.

Hablar con Adrián sobre este tipo de cosas reflejan a la perfección el orgullo que tiene por lo que hace él y todo su equipo: «Fue el resultado de tanto esfuerzo y la respuesta a todas mis dudas. Cuando ves a tanta gente apostando por ti, te llenas de orgullo y te das cuenta de que todos los quebraderos de cabeza han merecido la pena«.

Todo parece muy bonito y detallista, pero lo cierto es que detrás de esto hay un curro muy grande por hacer que un sitio que no está preparado para hacer un concierto, acabe sonando bien. «Los altavoces están detrás de la pantalla y los efectos especiales salen de los laterales y de la parte de atrás de la sala. Y para que te hagas una idea, por el lateral no podíamos sonar porque se escuchaba muy mal y todo lo que sonaba por detrás se acoplaba y se nos quedaba corto«, nos comenta el valenciano.

Aun con estos contratiempos, consiguieron acondicionar con antelación toda la sala para realizar de forma efectiva el evento a través de un único canal de audio: «A partir de un único XLR montamos unos 10 altavoces añadidos, con monitores, con un equipo de iluminación con operador alquilado expresamente para el evento… Fue un despliegue flipante«. Según nos comentó el propio artista, llenaron por completo un almacén con todo el material utilizado ese día. Tanto fue así que, al día siguiente, estuvieron desde las 09:00 de la mañana hasta la 13:30 recogiendo todo, desde altavoces hasta cables pasando por varias cesiones de amigos que les ayudaron con piezas faltantes.

Puedes escuchar la música de un artista y pensar que su trabajo sólo es darle al play y grabar una pista. Sin embargo, cuando te adentras en los detalles que envuelven su trabajo y esfuerzo en la industria, te das cuenta de que nada es tan fácil como parece. Los músicos jóvenes que no viven de la música tienen que hacer muchos sacrificios para poder llegar a hacer algo que les llene. Y Barbé, como hemos podido comprobar, es muy ambicioso en este tipo de cuestiones.

Pensamientos intrusivos

Cuando estás dedicando todo tu tiempo y tu dinero en tu música, es normal que los artistas pequeños acaben replanteándose su futuro en la industria. También es el caso de Barbé, quien se abrió con nosotros para contarnos cosas sobre los fantasmas que pasan por su mente: «Se me ha pasado por la cabeza dejarlo muchas veces, no os voy a mentir, pero creo que sería un poco hipócrita por mi parte dejar la música por no llegar a un fin concreto«. Continúa: «Últimamente muchos artistas comienzan a hacer música para llegar a un fin, ya sea dinero o fama. En mi caso nunca ha sido así. Mi propósito inicial era poder sanarme, por lo que sería muy hipócrita por mi parte dejarlo si no llego a unos números concretos«.

La rentabilidad se junta con la necesidad. Los artistas pequeños no viven de la música y tienen que amoldar su vida para poder satisfacer su lado más artístico. «He dado todo por la música, he tenido que dejar mi vida atrás para apostar todo por esto. He estado trabajando duro en otros sitios que no me llenaban lo más mínimo para poder ganar un poco más de dinero para poder invertirlo en mi música«, comenta el valenciano. «Otra pregunta que muchas veces me he hecho es si esto merece la pena, pero ahora mismo no conozco una parte de mí que no esté anclada al mundo musical o audiovisual«.

Para Barbé, hacer música es la excusa para coordinar todo lo que hay detrás. Es un chaval emprendedor que ha estado trabajando de camionero, transportando material de obra con viajes de 300 kilómetros para conseguir un dinero que poder invertir en su música. Detrás de cualquier proyecto hay una inversión importante que no se ve y que acaba siendo muy dura para los artistas underground. «La música es un trabajo añadido con el que pierdes dinero«, se sincera Adrián.

Pero aun así, al hablar con él se le nota una persona perseverante, que no se rinde y que tiene las cosas muy claras: «La ilusión es la que ha hecho que me mantenga en este mundo y creo que todo lo que he pasado para llegar hasta aquí ha merecido la pena«. Continúa: «Es una carrera de fondo, yo sé que voy a llegar, no tengo ninguna duda, pero sólo es cuestión de tiempo«. Finalmente, Barbé cierra la entrevista con una declaración de intenciones que realza su ambición: «Yo estoy en la música para hacer algo grande«, dice el valenciano. «Mi pretensión es dejar una mínima huella en las personas que me escuchen. Quiero que cuando yo no esté, puedan decir que mi música fue importante para ellos«.