Alicante en Modo Turbio con Kaze

No íbamos a hacer crónica de este evento. No pedimos acreditación ni llevamos la cámara. Simplemente era una noche para disfrutar de Kaze como espectadores, dos más entre los asistentes. Pero hay factores que nos obligan a hablar de ello aquí y que ahora conocerás.

Era 8 de diciembre y la Sala The One era precedida por una larga cola de jóvenes rostros preparados para una noche de rap sin matices. Kaze ha pasado de actuar en la pequeña Sala Marearock del puerto a hacerlo en la más amplia de toda la ciudad. Pero a pesar de este notable crecimiento, nos comunicaban que había bastantes entradas que se habían quedado sin vender y reposaban en taquilla. Una noticia algo crítica para lo que acabaría siendo en realidad, pues se vio un buen ambiente durante el evento.

Casi una hora después de la apertura de puertas, llegó la actuación de Danman, telonero que presentaba su primer disco en solitario «La Dama Fría». Yo personalmente no le conocía, pero me chocó una estética poco característica de un rapero. Con americana y vaqueros, el madrileño comenzó un recital que duró poco pero fue suficiente para caldear el ambiente, repartir algunos ejemplares de su LP (que si hubiésemos pillado habríamos aprovechado para reseñar) y presentar su obra con temas de la talla de «Que Os Jodan», «Fuego» o la jamaicana «Lo Que Venga». El público lo recibió de forma simpática y eso hacía que el ambiente fuese mejor aún. Sin DJ, Danman consiguió mantener a flote una sala que esperaba al cartagenero, pero que le despidió con un buen sabor de boca.

Y poco después era el turno del plato principal de la noche. Desafiando a la suerte, salieron al escenario DJ Figu, Beto y Kaze con sudadera amarilla y cara tapada. Fue en ese momento cuando la epicidad se tornó canción. A partir de la pequeña producción fragmentada en cachos para lucir a los dos voceras, comenzó la tralla. Sonó la lejana «Beber y Fumar» y, en ese instante, todos nos dimos cuenta de lo que estaba por venir. Pese a no encajar, «Rap» entró muy bien y le sucedieron un sinfín de canciones como «Dámelo», «Obsceno» o «Restas».

La Sala The One disfrutaba y se notaba. También cuando bajaban los decibelios y Kaze le dejaba espacio a su compa Beto para que recitase algunas de sus líneas. Lo que había encima del escenario era auténtico compañerismo, del que también se favoreció DJ Figu. Volteretas, desgarros de voz, recuerdos a su padre…; todo lo que se sucedía resultaba interesante para las masas de abajo. Cristian tuvo tiempo para agradecer el apoyo que siempre le ha brindado Alicante, regalar pulseras y obsequiar al respetable con un tema inédito que nunca da el paso de sacar. Con este ímpetu, incluso el tema del récord se queda corto.

Volaban botellas de agua por el aire, los jóvenes enloquecían con una íntegra a capela de «Lo Que En Silencio Guardo», «Modo Turbio» desató la fiesta y «Cálmate» puso un punto final con sabor a triunfo. Hubo tanta euforia que incluso se le olvidó sortear un lote que tenía preparado y por el que cada uno de los asistentes había conseguido un número. Pero eso fue lo de menos, habían conquistado el sur valenciano. Porque sí, por dos horas la ciudad alicantina se convirtió en Cartagena.

Y ahora volvemos a ese punto del principio de la crónica. No teníamos intención de redactar nada. Pero tal apocalipsis musical era necesario transcribirlo y contarlo. La gira se acaba, pero en un futuro, si te topas con una actuación de Kaze, no dudes en acudir. Palabra de santo y aquí, la prueba de ello: